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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Construyendo el Puente

La escalera de Jacob

Building the Bridge La sabiduría intemporal propone que nos conectemos constantemente con la fuente de donde nos han expresado. Conectados con la base de nuestra existencia, permanecemos en la conciencia de la síntesis y podemos entrar en la multiplicidad sin perdernos en ella. Hoy el esfuerzo continuo de conectarnos con la conciencia de la existencia en la vida diaria se llama discipulado o construcción del puente entre lo inferior y lo superior, entre el mundo objetivo y el subjetivo. El Viejo Testamento habla de la escalera de Jacob, que ayuda a los Divinos a descender a los mundos mortales, y los mortales pueden tomar la escalera para llegar a las esferas divinas.

Entre un plano de existencia y el siguiente hay una pequeña brecha sobre la que hay que tender un puente. El primer puente interno va del plexo solar al corazón, y los que intentan cruzarlo se llaman aspirantes. Cuando la conciencia cambia del plexo solar al centro del corazón, nace un ser humano refinado del hombre animal. El hombre ordinario se centra en el plexo solar, está lleno de emociones y de pensamientos confinados. Piensa que lo que él piensa es lo correcto y no puede salirse de sus patrones mentales. Piensa primero en lo que es bueno para él antes de pensar en los demás. Cuando pensamos fundamentalmente en lo que necesitan los demás y nos envolvemos en pensamientos y actos de buena voluntad, nos encontramos en el centro del corazón. Sin embargo, hay una brecha entre nuestro conocimiento y nuestras acciones. En la acción perdemos frecuentemente nuestro mejor conocimiento. El reducir y el superar finalmente la brecha es el trabajo de tender un puente sobre ella. Podemos descubrir fácilmente donde estamos, si observamos nuestras acciones.

De la Garganta a la Frente

Para el plexo solar, el corazón es el centro superior, para el centro sacro relacionado con los órganos de la procreación, es el centro de la garganta; éste puede transformar las fuerzas procreadoras en actividad creativa. La garganta es el centro que causa la integración del hombre inferior, que trabaja a través de los tres centros inferiores: el centro del plexo solar, el centro sacro y el centro base. Así el centro de la garganta se relaciona particularmente con la humanidad. Todas las enseñanzas de sabiduría acentúan el control de la palabra y en consecuencia el control del centro de la garganta. El habla es uno de los principios más poderosos. Dependiendo del uso que hagamos de ésta, puede ser constructiva o dañina y destructiva. Mientras no la utilicemos de la manera adecuada, no podemos construir el puente hacia los mundos superiores.

En Sánscrito, el centro de la garganta se llama Visuddhi, que significa gran pureza y pureza de la materia mental. Ganamos la pureza del centro de la garganta con la castidad de la mente. Los ejercicios de respiración y el cantar de sonidos santos nos ayudan en ésto. De esta manera construimos el puente secundario o inferior de la garganta al ajna o al centro de la frente, mientras que el puente superior va del ajna al centro del tope de nuestra frente. La trayectoria del puente superior va de la luz del dorado-amarillento del centro purificado de la garganta a su culminación de azul marino en el centro del ajna. El proceso completo de ir desde de la garganta hacia arriba requiere que nuestra personalidad esté bien organizada, que nuestros pensamientos tengan patrones regulares, que nuestro discurso sea placentero y que nuestra acción haya llegado a estar bien equilibrada. El ajna es el asiento del alma, desde donde se gobierna la vida humana; la correspondencia física es la glándula pineal. El centro del ajna, también llamado tercer ojo, no se debe confundir con el centro entre las cejas. Este último es el punto más alto hasta donde puede elevarse la personalidad, y pertenece a la glándula pituitaria.

La Fuente de Luz

Cuando se construye el puente entre la glándula pituitaria y la pineal, se crea la luz y el alma irradia a través de los cuerpos más bajos de la personalidad. El puente no se construye en el plano físico o en el astral, sino en la materia del plano mental, entre la mente inferior y la superior, entre el lado objetivo y el subjetivo de la mente. La mente inferior es el punto más alto de la personalidad; es la “encargada” de nuestra vida diaria y puede organizar; la mente superior es la luz de una inteligencia más alta, y puede entender intuitivamente. El espíritu puede descender de los tres mundos superiores hasta la mitad superior del plano mental. El puente entre la mente inferior y la superior se construye a través de la meditación profunda y de una actividad regulada de la personalidad. Una de las meditaciones más antiguas es meditar situados en el puente entre las cejas a cerca de una estrella de cinco puntas que está sobre éste.

l cerebro es como un bombillo (una lamparita) que aún no se ha encendido, cuando la energía del alma no se ha vertido dentro de él. Construyendo el puente, la cabeza se convierte en un globo iluminado, y la mente divina se expresa a través de la mente humana. En meditación podemos visualizar que nuestro cerebro, la mente inferior, es un loto, que se abre y, esperando, se alinea con la luz del alma. Si los pensamientos emergen, volvemos a esta imaginación. Visualizamos cómo la luz baja a la mente. La Gran Invocación habla de ésto: “Desde el punto de Luz en de la Mente de Dios, que afluya Luz a la mente mentes de los hombres. Que la Luz descienda a la Tierra.”

El cerebro etérico es el cerebro del alma. No es tan denso físicamente como el cerebro del cuerpo y tiene un conocimiento mucho mayor. Pensar con el cerebro etérico significa pensar fuera del cerebro físico, en la sustancia de Buddhi. Los iniciados no piensan con el cerebro físico, sino fuera de éste, en consecuencia, sus acciones no son entendidas por la gente normal y frecuentemente se les considera locos.

Comienzo del Puente Superior

Cada vez que el alma intenta manifestar una acción, entra en contacto con la personalidad desde el centro ajna. Como resultado, se hace un puente entre la glándula pituitaria y la pineal. Para la gente promedio estas glándulas no tienen ninguna función. En un discípulo se desarrolla por medio de una secreción de la glándula pineal un tejido fino luminoso e inmaterial que conecta las dos glándulas entre sí. El Maestro Tibetano le llama Antahkarana y los videntes védicos le dan el nombre de la realización de la luz de Gayatri. De esta manera, vuelan chispas entre las dos glándulas y se forma así un puente ligero como entre las dos barras de carbón de una lámpara de arco: eésto es llamado por el Maestro CVV “Higher Bridge Biginning” (“Construcción del Puente Superior”) y “Pituitary Hint” (“Señal Pituitaria”).

Construyendo desde Arriba

Para construir el puente superior no son suficientes el servicio y una aspiración adecuada. Estamos desamparados sin un Maestro. Él ayuda con la construcción del puente de arriba hacia abajo. El Maestro CVV dijo: “Sé que no pueden construir este puente, porque están confinados como por la mente de un mosquito. Comenzaré por el otro lado y perforaré a través. Construiré el puente superior y alcanzaré la mente solar desde la mente universal. Es una cuestión de construir de arriba hacia abajo para levantar la tierra. Bajaremos una cierta especie de anzuelo y te halaremos con él. ¡Usted llama y yo contestaré! Simplemente, llámenme todos los días. Vendré a ustedes y construiré el puente. Usted me llama por teléfono y yo contestaré por medio del telégrafo.” La gente pensó que esto eran declaraciones locas. Pero cuando hay una conexión, el Maestro puede hacer aparecer el puente superior para el discípulo. De esta forma, los Grandes Maestros funcionan como intermediarios entre lo Divino y lo Humano para ayudarnos y dirigirnos para convertirnos nosotros mismos en un puente entre los mundos divinos y materiales, embajadores de Dios en la tierra.

El signo zodiacal de Piscis se relaciona particularmente con la construcción del puente superior y con ganar la conciencia universal. El símbolo del signo (♓) consiste en dos pescados que nadan en direcciones opuestas ligados por encima por una línea horizontal. La línea representa el puente superior. El pasado y el futuro corren en direcciones opuestas y se encuentran en el hombre. Después de la construcción del puente superior, el símbolo cambia su forma: Los dos pescados se unen “cabeza cola - cola cabeza - corazón con corazón”. Ambos rotan en direcciones opuestas y se encuentran para formar un círculo. La línea horizontal se vuelve vertical y la figura se convierte en un círculo con un diámetro vertical Φ. El diámetro representa el paso vertical de ascenso desde la base hasta la cabeza a través de la columna vertical de la espina dorsal, hasta el meridiano (MC), hacia Aries, donde el hombre entra en la Luz de la Presencia Eterna.

Fuentes utilizadas: K. P. Kumar: El Camino a la Inmortalidad - Venus /notas de seminarios / E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual / Mantras Místicos y el Maestro CVV. Dhanishta, Barcelona, España.*