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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Chakras y Lotos

Torbellinos Etéricos de Fuerza

Chakras El estado que precede inmediatamente a la existencia física densa es el etérico. La ciencia ha explorado la materia suficientemente y ahora tiene que enfocarse en este asunto cada vez más. En algunos aspectos ya han descubierto el éter sin nombrarlo de esa forma. Entenderán que todo está interrelacionado a través de fuerzas de luz y que las diversas formas emergen de él.

El cuerpo etérico humano se compone de corrientes de fuerza. En él hay centros vitales de puntos de energía. De igual manera que durante un paseo en tren hay muchas paradas, y en un tren rápido, sin embargo, sólo hay paradas en las intersecciones más importantes, el cuerpo etérico tiene seis centros principales llamados los seis Chakras. Alrededor de los centros individuales hay otros centros de energía, y en la cabeza hay un séptimo centro, el Sahasrara o Chakra de la cabeza. Este Chakra representa el macrocosmos en el microcosmos. Las inteligencias de este Chakra tienen sus correspondencias en el cosmos; no pertenecen al individuo.

Los seis centros principales en nuestro cuerpo están a lo largo de la columna vertebral, no en el plano físico como los huesos, músculos y nervios, sino en el plano etérico y el mental. De igual forma que no puede localizarse la voluntad y la comprensión en el cuerpo físico, tampoco pueden localizarse los centros de energía en este cuerpo. Pero aunque estos centros no son físicamente visibles, no podemos negar su existencia, sino que tenemos que llegar a conocerlos a través de sus funciones.

Estos torbellinos de fuerza llamados Chakras se manifiestan a partir de una fuerza conocida como la naturaleza primordial (Mulaprakriti). Los yoguis la llaman kundalini. La fuerza del kundalini desciende del estado absoluto y forma unidades de conciencia. Durante el descenso, se forman torbellinos en el plano etérico, son los Chakras. Son energías que se mueven en círculos, como ruedas. En nosotros, estos Chakras se condensan en las glándulas, las hormonas, el sistema endocrino. El desarrollo de un embrión en el vientre muestra estas etapas del desarrollo. El centro de la cabeza es el primero que se forma a la hora de la fertilización, y sirve como centro de transmisión. La columna vertebral del embrión crece de la cabeza hacia abajo, y luego se forman los órganos inferiores. De este modo, la conciencia creativa hace su morada, en su trayectoria de descenso hacia el centro de la base llamado Muladhara para investigar el sendero de descenso.

Los Siete Centros

El centro de la base, regula la actividad de la materia física de nuestro cuerpo y sus procesos bioquímicos. Por lo tanto, los científicos del yoga llaman al Chakra Muladhara, el Chakra de la tierra. Si nuestro cuerpo engorda o enflaquecemos, la responsabilidad corresponde a la actividad del Chakra Muladhara. Al centro de la base, se le describe como una flor de cuatro pétalos.

El centro sacro o Chakra Swadhistana que está situado arriba de este, tiene seis pétalos. Es llamado Chakra del agua y regula el balance de fluido así como las funciones excretoras del cuerpo. Los problemas de diabetes o del hígado se relacionan con este centro, y también la sexualidad. Si está funcionando correctamente, establece un equilibrio emocional correcto.

El centro del plexo solar o Chakra Manipuraka tiene 10 pétalos. Corresponde al fuego y regula el calor y los procesos de la combustión en el cuerpo. En el plexo solar, se localiza la mente mezclada de emociones. Aquí mora el hombre ordinario que piensa principalmente en sí y se ve a sí mismo, siempre en lo correcto.

Cuando pensamos en lo que otros necesitan y trabajamos para ello, nos elevamos al centro del corazón. Este centro llamado Chakra Anahata tiene 12 pétalos y es el lugar desde donde trabaja la fuerza de la vida. Es responsable del funcionamiento del sistema respiratorio y del flujo de la sangre así como del proceso de expansión y contracción. A través de este centro de pulsación, lo divino se manifiesta en nosotros como amor puro. Así el corazón se relaciona con la energía de buddhi. En una fase posterior del desarrollo, el centro superior del corazón se desarrolla por encima del centro del corazón como un loto de ocho pétalos, el centro cósmico en el hombre.

El centro de la garganta o Chakra Visuddhi con 16 pétalos es el centro a través del cual se expresan el alma y la personalidad. Visuddhi significa puro, y si la garganta es pura, puede conducirnos a la conciencia de la existencia etérica. La garganta es el pivote que puede reestructurar los centros inferiores y elevar sus energías hasta los centros superiores. Esto se alcanza cantando sonidos santos. Especialmente la entonación consciente del OM puede purificar y transformar los tejidos corporales.

Al asiento del tercer ojo en la frente se le llama Ajna. Es el asiento de la conciencia y del alma, mientras que el corazón es el asiento de la existencia. Debajo de Ajna está el centro de la frente, el punto más alto al que la personalidad puede elevarse. El centro Ajna tiene 2 pétalos con 48 pétalos cada uno. Ajna significa orden y da a entender, que la conciencia tiene la orden de gobernar todo el sistema y dirigir los cinco Chakras que se encuentran debajo. A través de este efecto, la mente se eleva sobre el estado de materia y se hace radiante. Ajna en sí mismo es solamente un centro receptivo para el centro superior Sahasrara, desde el cual irradia la luz y ilumina nuestras vidas. Sin embargo, difícilmente podemos reconocer nada más allá de Ajna.

El Sahasrara o loto de mil pétalos del centro de la cabeza funciona solamente en una etapa muy avanzada. El alma que toca este centro esté siendo elevada al estado de omnipresencia que se describe como “ESO YO SOY”. El Sahasrara es el Punto de Luz que invocamos con el Gayatri o la Gran Invocación. Meditando diariamente en él, llenamos nuestro sistema con la energía del alma. La joya en el centro del séptimo loto, es llamada también, la forma más elevada de Buddha en el hombre.

Activando los Centros

Los centros debajo del diafragma son reflejos de los centros superiores. El centro de la garganta tiene su correspondencia en el centro sacro. El centro del corazón se refleja en el plexo solar; Ajna en el centro de la base. Cuando los tres centros superiores se han activado, los tres centros inferiores se activan también al mismo tiempo. No se permite trabajar con los tres centros inferiores directamente, porque nos lanzan en la confusión y nos conducen al extravío.

En la mayoría de la gente, los centros etéricos no trabajan como deberían, y la fuerza vital está bloqueada. Un mal funcionamiento de los centros tiene efectos en nuestra salud. Hay obstrucciones no solamente en el cuerpo etérico, sino también en la esfera de nuestras emociones y de nuestra mente. Una espina dorsal rígida, endurecida, conduce al endurecimiento mental. Mejor que cualquier tipo de deporte o ejercicio físico, los Asanas del yoga ayudan a mantener la espina dorsal flexible y así podemos absorber las fuerzas vitales mucho mejor.

Los ejercicios de respiración sencillos, son la manera más eficaz de activar los centros y de llenar el cuerpo de luz y energía. El aire debe moverse conscientemente a través de los centros, mientras la mente se concentra en el aire y los centros. Visualizamos que nos movemos con la inhalación hacia abajo hasta el centro base, y cuando exhalamos, ascendemos un centro después del otro. Con cada inhalación consciente, las energías superiores alcanzan los centros inferiores, y con cada exhalación consciente, el alma encarcelada en los centros inferiores es alzada hacia arriba, hacia los centros superiores. Las respiraciones deben ser lentas, suaves, profundas y uniformes. Debemos viajar con la respiración a través de los centros, pero no concentrarnos en los centros. Mientras más concientes estemos de su existencia, más pueden trabajar sus fuerzas a través de nosotros. Estas instrucciones son importantes sólo para quienes trabajen con ellas en el camino espiritual; para todos los demás siguen siendo simple información.

La Guirnalda de Flores

Cuando estamos en el sendero de la evolución y ascendemos otra vez, no volvemos por el mismo camino. Se forman otros centros, los lotos. Los Chakras representan la naturaleza auto-constreñida; los lotos, el principio del desdoblamiento del potencial. En el Oriente, está el símbolo de Padmini para el principio del desdoblamiento; una mujer hermosa sentada en un loto y con lotos en sus manos. Pensar en esto, es para estimular el desdoblamiento a través de mirar este símbolo. A los centros completamente desdoblados se les llaman guirnaldas de flores o también se representan como seis vírgenes que adornan a la Madre del Mundo. Cuando la Madre nos concede la gracia de su presencia, las “seis doncellas nos bañan con lluvias espirituales”. (Meditaciones Ocultas, 76)

K.P. Kumar: Meditaciones Ocultas / notas de seminarios - E. Krishnamacharya: Master C.V.V.- The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta España.