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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Continuidad de Conciencia

Nacimiento, Muerte, Continuidad

Nacimiento, Muerte, Continuidad

La ciencia del Yoga fue concebida por los videntes de la antigüedad para que podamos disfrutar de la continuidad de conciencia y así trascender la muerte y obtener la inmortalidad. Las demás ciencias de sabiduría dan inspiración, pero la ciencia del Yoga fue dada como la única ciencia para trascender la muerte.

Creemos que nacemos y por tanto morimos, pero en verdad no hemos nacido. Creemos que somos la forma de nuestro cuerpo porque estamos profundamente apegados a la forma del cuerpo. Sin embargo, la sabiduría nos enseña que vivimos en la forma, pero no somos la forma.

La forma es algo externo a nosotros. Es como una casa en la que habitamos. Incluso si salimos de casa, todavía estamos allí. Si perdemos nuestra casa en una tormenta, todavía existimos. Si podemos aceptar que no somos nuestra forma, cambiamos nuestra identidad de la forma, a nosotros mismos como habitantes de la forma. De esta manera permitimos que nuestra conciencia trascienda la muerte y nos damos cuenta de que no existe tal cosa como nuestra muerte. Eso significa que aceptamos que cuando la forma muere, nosotros mismos no moriremos. Por tanto, la muerte no causará una pérdida de conciencia en nosotros. Aquéllos que alguna vez han tenido una experiencia fuera del cuerpo ya no tienen miedo a la muerte porque saben que no morirán cuando abandonen el cuerpo.

La identidad mundana es siempre mortal, mientras que la identidad supra mundana como alma, es inmortal. El alma es el “principio solar”. Como principios solares seguimos existiendo, y asumimos cuerpos una y otra vez, vida tras vida. Se mantiene la continuidad de la identidad. Para adquirir este conocimiento, nacimos con un cuerpo físico en la tierra. La Tierra es llamada el “lugar de los mortales” porque en el plano mundano prevalece la ilusión del nacimiento y de la muerte, y la muerte parece ser inevitable. Sólo podemos superar esta ilusión a través de la continuidad de conciencia. Para producir la continuidad de conciencia, la identificación con el alma es la clave. Mientras no tengamos la conciencia de esta continuidad, somos mortales. La parte mortal en nosotros es el yo inferior. El yo superior es la parte inmortal; no está sujeto a mortalidad.

Ganamos la capacidad de experimentar la continuidad de conciencia y así superar la muerte uniéndonos con la pulsación a través de la observación sostenida de la respiración. Entonces nos identificamos con el principio pulsante dentro de nosotros: ESE YO SOY es la pulsación. Yo soy ESE YO SOY. En el momento en que recordamos que ESE YO SOY, estamos alineados. Este es el origen de nuestro ser, y reconocemos el origen en la pulsación en el centro del corazón. Cuando permanecemos en una conexión constante con ESE YO SOY y estamos basados en el principio de la pulsación, vivimos en la continuidad de la conciencia. Por tanto, necesitamos practicar continuamente mantenernos conectados con ESE YO SOY.

Nuestro problema es que tenemos la intención de quedarnos con ESE YO SOY, pero siempre, muy a menudo nos olvidamos. Nuestra mente inferior tiene la debilidad de olvidar. No puede mantener la continuidad de la conciencia. Incluso el conocimiento que recibimos de los libros se olvida fácilmente. Por tanto, el conocimiento de la continuidad de la conciencia no se puede adquirir a través de la mente inferior, sino sólo a través de la práctica persistente y el contacto con la identidad del alma. Las enseñanzas de sabiduría describen el olvido como muerte, y la muerte como una interrupción en la conciencia.

Hilo de Vida e Hilo de Conciencia

En su mayoría, las personas pierden el conocimiento antes de morir. El hilo de la conciencia se interrumpe, y tiene que ser encontrado de nuevo en la próxima vida. Hay un hilo de vida y un hilo de conciencia. Con el hilo de vida, estamos conectados al cuerpo, con el hilo de conciencia trabajamos a través del cuerpo. El hilo de vida nos permite continuar existiendo incluso en el sueño cuando la conciencia se retira a sí misma o emprende viajes y sólo regresa cuando despertamos. El hilo de vida forma el camino de regreso al cuerpo. Al morir, este hilo de vida se corta.

Un hilo estable de conciencia está relacionado con un cuerpo etérico estable. Este cuerpo sutil de luz dorada tiene que ser construido antes de que el cuerpo físico caiga. Construimos este sutil cuerpo dorado a través de prácticas espirituales, en especial observando diariamente cómo pasamos de la vigilia al sueño y cómo despertamos de nuevo. Una y otra vez, dejamos el cuerpo y regresamos.

Creando el Cuerpo Etérico

Una vez que se construye el cuerpo etérico o el cuerpo de luz, el hilo de conciencia permanece, incluso si el hilo de vida se rompe. Podemos continuar nuestro trabajo en el cuerpo dorado y entonces hay un progreso continuo y una estabilidad de propósito, independientemente de la frecuencia con la que asumamos un cuerpo de carne y hueso. Una persona que nace con un cuerpo etérico tan estable recuerda muy pronto su objetivo en la vida y todo lo que ha logrado en el pasado.

Cada vez que la conciencia se interrumpa cuando abandonamos el cuerpo, perdemos la memoria y gran parte del conocimiento adquirido en la vida anterior. Por tanto, sólo hacemos un progreso lento y engorroso de vida en vida. Si mantenemos la continuidad de la conciencia, sabemos lo que hicimos en la encarnación anterior. Incluso si no podemos recordarlo de inmediato, podemos recordar fácilmente lo que se sabía antes a través de un libro o a través de lo que alguien dice, o a través de nuestra propia reflexión. Si continuamente aprendemos y practicamos recordando cosas que son esenciales para nuestras tareas actuales, nos entrenamos también para retener la continuidad de la conciencia. No necesitamos recordar cosas no esenciales, solo cosas esenciales.

Una vez que se construye el cuerpo etérico, el trabajo y las responsabilidades aumentan. Esto se entiende como la tercera iniciación. Los discípulos que han construido su cuerpo etérico no sólo están disponibles durante el día, sino que también por la noche están constantemente ayudando. Pueden ofrecer orientación y aliento a las personas durante las horas de sueño. Este aspecto del discipulado es descrito en detalle por el Maestro EK en su libro 'Música del Alma'. Mientras más ascendemos a través de la práctica constante, alcanzamos no sólo el cuerpo de luz dorada, sino también el cuerpo de luz diamante. Este es el cuerpo causal en el que habita el alma. El cuerpo causal difunde mucha luz, pero incluso este cuerpo no es lo que realmente somos. Cuando somos capaces de liberarnos de nuestro cuerpo causal, se alcanza la inmortalidad.

Incluso antes de la tercera iniciación podemos ser utilizados para el trabajo sutil si nos ofrecemos para ese propósito antes de las horas de sueño. Tiene que ser un esfuerzo consciente y una petición sincera al Maestro para que nos bendiga para ayudarlo en su trabajo.

Manteniendo la Continuidad

El Maestro CVV acelera el proceso de mantener la continuidad de la conciencia si trabajamos con el sonido C.V.V. sonoro y si hacemos del servicio una parte esencial de nuestra vida. Él dijo: “Ganarás el cuerpo etérico. Ésa es mi promesa”. “He venido a darle al cuerpo una nueva forma. Te doy un nuevo modelo que te ayudará a trabajar mejor y esto ayudará a obtener una mejor conciencia”. “La oración que te doy te permitirá construir el cuerpo etérico más rápidamente”. Para ello tenemos que trabajar regularmente con la oración: “Pronuncia el sonido. Haré el trabajo de reparación. La reparación que se realiza por la mañana dura doce horas; luego pronuncia el sonido nuevamente y la reparación dura otras doce horas. Así se mantiene la continuidad”. El Maestro también dio el mantra “Prana treat, yoga teach” para cuidar nuestra salud, para reorganizar las fuerzas en el cuerpo.

El Maestro prometió la inmortalidad mientras estamos en el cuerpo físico. Él mismo demostró 18 veces en su vida que no existe tal cosa como la muerte. Cada vez que lo declaraban muerto, volvía y decía: “Te he dicho que no me estoy muriendo…” La energía difundida a través del Maestro CVV nos consolida en el cuerpo etérico para que haya continuidad en la conciencia, continuidad del Plan y continuidad de intención.

Debemos trabajar por la continuidad de la conciencia tanto como podamos. Y debemos continuar independientemente de cualquier fracaso. Cada esfuerzo tiene su efecto y se nota donde quiera. Nunca es en vano, sino que nos fortalece para el futuro. Incluso un pequeño esfuerzo en esta dirección hará crecer la semilla dentro de nosotros. Cuando comienza a germinar, todo se acelera. Los esfuerzos en el camino del yoga nunca son en vano.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar Sanat Kumara. Notas de diversos seminarios. E. Krishnamacharya: Música del Alma. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)