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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Iniciación 2

Etapas de Conciencia

Iniciación

Aunque todos parecemos ser una humanidad, existen gradaciones en cuanto a la comprensión. Lo que uno comprende es diferente de lo que otros comprenden. Hay desarrollos graduales de la conciencia que nos permiten superar limitaciones humanas poco a poco y despertar a un nivel superior de conciencia. Sabemos de cuatro grandes etapas de despertar de la conciencia. La primera etapa son los minerales; el segundo, las plantas; luego, los animales y los humanos. Estamos en el cuarto plano y muchos creen que hemos despertado a la verdadera conciencia humana. Pero hay técnicas que nos ayudan a separarnos del límite de la conciencia del cuerpo y ascender hacia reinos superiores de ser, al siguiente plano de conciencia.

Los Maestros de la Sabiduría describen el paso al quinto reino de la naturaleza, el reino espiritual, como iniciación. La iniciación es como la medicina. Cuando estamos enfermos y tomamos medicamentos, ellos actúan sobre el cuerpo para que la recuperación ocurra más rápido de lo que normalmente lo hace. La iniciación acelera el progreso en el camino de la evolución. Es un proceso de auto-transformación que requiere disciplina y perseverancia. Pero a menudo carecemos de eso.

Para poder iniciar la disciplina, es necesario el apoyo de un maestro. Un Maestro no da su apoyo por sí mismo sino que respeta nuestro libre albedrío. Al invocar su presencia y alinearnos con ella, él nos ofrece algo de energía. Su ayuda viene de adentro. También recibimos sugerencias para actos de buena voluntad. Como las sugerencias vienen de adentro, nos sentimos movidos a poner cosas en práctica. Así, él inicia acciones que purifican nuestro karma personal. De esta manera, ocurren ajustes de personalidad. Más tarde, también obtendremos conocimientos para enfrentar y trabajar con otros tipos de karma tales como karma familiar, karma nacional o karma del mundo.

Hay gradaciones de iniciados. Algunos de ellos son tan altos que impregnan los sistemas cósmicos y el sistema solar. Pero ninguno de ellos le dirá que Ud. pasó a través de una iniciación. Si otros confieren una iniciación en nosotros, están haciendo negocios. Mientras queramos saber qué grado de iniciación hemos logrado, eso es una prueba segura de que estamos todavía muy lejos de la puerta de la iniciación. Quien pregunta curiosamente sobre el futuro no está listo para la primera iniciación.

La Jornada de Iniciaciones

Cuando estamos menos preocupados sobre lo que nos sucederá mañana, pero sentimos lo bueno que es hacer algo que ayuda a otros, entonces hemos pasado a través de la puerta de la primera iniciación. Se despierta la mente subjetiva. Con la primera iniciación, ya no nos identificamos tanto con el cuerpo sino que nos reconocemos como seres mentales que pueden pensar, actuar y planificar. Más tarde se desarrolla una comprensión en la que todo pensamiento y planificación tiene que alinearse a un modelo superior que ya existe. Poco a poco nos alineamos con la naturaleza en cada actividad y nos percatamos de que incluso nuestra mente es sólo un vehículo: somos el alma y tenemos un cuerpo. Superamos la sensación de que somos el cuerpo y tenemos un alma dentro.

Una gran parte de la humanidad está comenzando a experimentar la conciencia del alma. Desarrollamos el paso de la personalidad al alma cerrando nuestros ojos y viendo la actividad interna. La respiración y las pulsaciones están siempre allí. Nuestro deseo intuitivo de seguirles nos lleva a la pulsación sutil. Así que entramos en la cámara del corazón, la cueva de oro. Cuando la personalidad está permeada por el alma, brilla como un templo de oro; es el cuerpo de oro o el cuerpo etérico que se construye completamente en la tercera iniciación. A través de la constante distinción entre la vida de la personalidad y la vida del alma, nos anclamos firmemente en el alma y trabajamos en la vida exterior a través de la personalidad.

El esfuerzo para experimentar el alma es la segunda iniciación. En esta iniciación, trabajamos con las deficiencias y los lados oscuros de la personalidad para formarla. En la tercera iniciación, hemos adquirido dominio en gran parte sobre nuestra naturaleza.

El viaje desde la segunda hasta la tercera iniciación es muy largo y puede ser frustrante. Pero si sabemos que lleva mucho tiempo, también podemos ver qué podemos hacer durante este tiempo. Cuando empezamos, el maestro se retira lentamente. Nos ha dado muchos conocimientos y técnicas y entonces tenemos suficiente fuerza de la conexión con él del pasado y podemos trabajar con eso. El maestro retira su apoyo para que movilicemos las fuerzas internas. Tenemos que trabajar en la segunda y la tercera iniciación por nuestra cuenta. Pasamos por tentaciones, tormentas y batallas. Muchos piensan que las iniciaciones son como dulces sueños, pero siempre suceden en crisis profundas. La iniciación puede estar precedida por miedo, depresión u otras dificultades. Pero cuanto mayor sea la dificultad, más profunda es la conexión con el alma que el discípulo mantiene. En las personas que pasan por iniciaciones, a menudo todo el sistema de la personalidad es sacudido y realineado. Así, se hace que el alma irradie más, y luego la relación con el medio ambiente se normaliza nuevamente.

Con la tercera iniciación, hemos construido el cuerpo etérico. Podemos salir del cuerpo físico, verlo desde fuera y entrar otra vez. Continúa la actividad de la vida subjetiva, incluso más allá de la muerte del cuerpo. Con la continuidad de la conciencia, experimentamos que la muerte no existe. Podemos entonces involucrarnos activamente en el trabajo del Plan divino, incluso cuando esto ya ha sido posible antes en algunos casos. Conocemos el trabajo que hemos hecho en la vida pasada y que continuamos en la vida presente. También, senos revela el nombre espiritual que persiste para todas las vidas, mientras que el nombre exterior cambia con cada vida.

La tercera iniciación es también llamada la primera iniciación mayor o el segundo nacimiento. Es el nacimiento de la conciencia del alma y la muerte de la personalidad. Por tanto, es normal que las personas que han pasado por la tercera iniciación no tengan ningún programa propio. El alma penetra cada vez más. Pero existe aún la posibilidad de que el impulso por el conocimiento y el poder surja con toda su fuerza en el iniciado y que caiga por su orgullo y egoísmo. Con la cuarta iniciación, el ego muere y nuestra conciencia individual se fusiona con la universal.

De la segunda iniciación a la cuarta, experimentamos mucho karma volviendo a nosotros y tenemos que lidiar con ello sin crear nuevo karma. Esto es lo que todos los iniciados experimentaron – fue lo mismo con Jesús, Pitágoras, Buda. No responden a los ataques sino que permanecen en silencio. No pueden ser sacudidos por nada; aceptan el karma como viene y pasan a través de él. Debido a sus muchas dificultades, también están cerca de nosotros y podemos reconocernos a nosotros mismos en sus historias.

Trabajo de los Iniciados

Los iniciados usan el cuerpo, pero no viven en él. Tampoco piensan con el cerebro sino que usan el cerebro etérico que está relacionado con una conciencia mucho mayor. Actúan sin un motivo o una razón. Permiten que el Plan divino trabaje a través de ellos. No se hace nada por ellos mismos, están totalmente comprometidos con el sistema superior.

Su trabajo no es reconocido por sus contemporáneos y la sociedad a menudo los considera locos. Las generaciones subsiguientes los admiran o los honran, pero no tienen una comprensión correcta de los iniciados. Ven en el iniciado lo que quieren y no lo que es. Muy poco de lo que los iniciados hacen se percibe en la superficie. Muchos iniciados son muy competentes y pasa mucho a través de ellos. En su vida, llevan a cabo una tarea que realmente llevaría varios cientos de años. Silenciosamente trabajan para renovar la sociedad y traer valores naturales. Lo hacen de una manera tan natural que la gente por la que lo hacen no lo nota o se percatan de ello mucho más tarde.

Con la quinta iniciación, el alma se conecta con la súper alma. El iniciado se dedica a la actividad planetaria y a obras para el progreso de la humanidad. Está más allá de los cinco elementos y puede también darles órdenes. Los elementos cooperan perfectamente con él. Por tanto, él también es llamado Maestro, según la comprensión original. En la India, cada maestro que indica el camino es llamado Maestro. Estos son los maestros de la tercera iniciación, es decir, se han realizado ellos mismos.

Quien ha pasado por la quinta iniciación experimenta una fuerte consagración, y se ofrece a sí mismo a una causa muy noble. Después de la quinta iniciación, su conciencia permea el sistema solar y, después de la sexta iniciación, el sistema cósmico. La séptima iniciación va más allá y es la base de todo. Conduce al Sol y se conecta con la Persona Cósmica. El Señor Maitreya y el Señor Dattatreya han pasado por la séptima iniciación y se percataron totalmente de la conexión con el Padre. La séptima iniciación es la más alta posible en nuestro planeta. Podemos hablar de ella, pero no conocemos los pasos necesarios.

Sólo podemos reconocer a los iniciados por lo que hacen. No debemos intentar cambiar el esquema dado por un iniciado pensando que nosotros sabemos más. El que sabe más no necesita trabajar con las enseñanzas. Las enseñanzas continúan. Animan el alma y continúan inspirando a los que las buscan.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Urano. Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: Mensajes Ultramar 1. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)