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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

El Mahachohan

Evolución Planetaria

Vidura

Según las enseñanzas de la sabiduría, la evolución del planeta se desarrolla en tres campos: la evolución de los seres, la evolución de sus formas y la evolución de las formaciones sociales en tribus, comunidades, grupos, naciones, así como sus interrelaciones a nivel social, cultural, económico y espiritual.

Sanat Kumara preside sobre la evolución planetaria. Él es el logos planetario o el alma de la Tierra y representa la voluntad espiritual del planeta.

El Señor Maitreya preside sobre el campo de la sabiduría y todas las actividades que iluminan a los seres. Él es el Maestro del Mundo y el guía de la Jerarquía de maestros a nivel global. Él supervisa todas las escrituras y escritos del mundo, así como las actividades relacionadas con ellos.

El campo de la formación de la materia pertenece al Manu Vaivasvata. Su trabajo es evolucionar los moldes de las formas de los seres para que tengan más posibilidades y puedan absorber más Luz.

El desarrollo de la coexistencia social está regido por el Mahachohan. Él guía la evolución de las civilizaciones y la economía. Su papel es construir un orden social sano que sintonice con la voluntad espiritual. Él y sus colaboradores inspiran a las personas que trabajan en los gobiernos y aseguran el desarrollo correcto de las grandes ciudades. Él intenta impartir el conocimiento sobre cómo planificar los sistemas organizativos para grandes grupos de personas, como por ejemplo las mega-ciudades. Él estuvo muy activo con los antiguos romanos, para construir ciudades, carreteras y puentes, los sistemas de drenaje y la cultura urbana. También trabaja por los derechos humanos y la convivencia en armonía en los diferentes niveles de la sociedad y para establecer la igualdad necesaria.

Vidura

El nombre Mahachohan es un título que significa un gran gnóstico o sabio. En las enseñanzas teosóficas se le llama el Señor de las Civilizaciones. En las escrituras hindúes se le conoce como Vidura, un hombre de gran conocimiento. Hace más de 5000 años, al comienzo del Kali Yuga, la Edad Oscura, él ya era un gran iniciado, antes de que recibiera la sabiduría de Síntesis del Señor Maitreya y se convirtiera en el Mahachohan para esta era. Su vida y sus enseñanzas están contenidas en la gran obra épica el Mahabharata, de la que el Bhagavad Gita forma parte. En el tiempo del Señor Krishna, él era el Asesor Jefe en la corte del rey ciego. Él era un iniciado que había aconsejado al rey incansable y pacientemente por 90 años. En esa época, la gente podía vivir 200 años. Cada día, el rey le preguntaba por su Consejo pero nunca lo seguía. Cuando Krishna vino una vez a la corte real, le preguntó a Vidura: “¿Cuánto de tu consejo es seguido por el rey?” Vidura no tuvo ninguna respuesta, y luego se preguntó, “¿por qué estoy dando consejos, cuando no los siguen? “Consejero Real” es sólo un título sin función. Inmediatamente se quitó su corona de consejero, la puso a los pies del rey, y se fue. Así fue como Krishna lo salvó de una situación imposible.

Conocimiento del Corazón

En aquel momento Vidura era muy docto pero su entendimiento era todavía limitado, carecía de la experiencia de Síntesis.

Una vez, Vidura invitó a Krishna a cenar. El gran sabio estaba entusiasmado e hizo extensos preparativos. Teniendo en cuenta que Krishna sólo comía frutas y mantequilla y bebía leche de vaca, Vidura fue a comprar los productos frescos. Mientras tanto, Krishna llegó. La esposa de Vidura, gran devota de Krishna, estaba emocionada. Le ofreció un asiento y le hizo algunas preguntas. Puesto que ella pensó que tenía hambre, trajo un montón de plátanos y comenzó a pelarlos. Llena de amor, estaba tan absorta que, en su trance, estaba botando los plátanos y dándole las cáscaras a Krishna para que comiera. Krishna miró a los ojos de la mujer y se comió las cáscaras sonriendo. En este estado de amor puro, el intelecto había dejado de funcionar.

Cuando Vidura regresó, se sorprendió con lo que su esposa estaba haciendo. Krishna, sin embargo, respondió: “Mantente tranquilo, deja que lo haga. Las cáscaras con amor saben mejor que la fruta. Tu esposa está absorta en mí, ella no está allí. Tienes mucho conocimiento pero, no obstante, te gustaría tener ese estado de felicidad que no puedes conseguir. Éste sólo viene cuando traes el conocimiento al corazón y lo fusionas con él en amor.”

Desilusión e Iniciación

Vidura era el medio hermano mayor del rey ciego Dhritarashtra y de Pandu, y entre sus hijos se desató la guerra del Mahabharata. Los Pandavas eran los herederos legítimos pero Dhritarashtra tenía un fuerte vínculo emocional con sus hijos que se negaban a ceder el país o incluso una parte. El rey ciego no escuchó los consejos de Vidura e incluso lo insultó groseramente. Vidura esperaba que Krishna evitara la guerra a través de sus esfuerzos de mediación y estuvo muy decepcionado cuando Krishna no se comportó como él pensó: Krishna no impidió la guerra sino que incluso participó en ella.

Vidura no quería ver la batalla y entró en los bosques. Se sintió profundamente herido y anduvo sin ser reconocido por 30 años con un rencor en su corazón. Por ello no supo que la guerra había terminado, que los Pandavas habían obtenido el Reino y que lo habían pasado a su nieto Parikshit. Tampoco supo que Krishna se había despojado de su cuerpo cerca del mar en Dwaraka, en la costa oeste de la India.

Desde un punto de vista mundano, el Señor Maitreya era el tío materno de Vidura. Él había nacido dos generaciones antes del Señor Krishna pero había detenido el impacto del envejecimiento en su cuerpo gracias a sus prácticas de yoga. Por 50 años había aprendido de su maestro Parasara la sabiduría de cosmogénesis y antropogénesis en las cuevas de Sravasti, junto con el hijo de Parasara, Vedavyasa. Pero, de alguna manera no era el momento para los dos, y ninguno de ellos pudo ser iniciado en el sendero del Bhagavata, el camino de la Presencia, de la Síntesis. Fue solamente por el Señor Krishna que Maitreya recibió esta inspiración.

Poco antes de que Krishna dejara la tierra, dos discípulos le habían seguido, Maitreya y Uddhava, y Krishna les dio la clave de la Síntesis. Uddhava no quería dejar que Krishna se fuera, porque su devoción era más por la forma que por el principio del Señor. Maitreya pudo trascender el apego a la forma más fácilmente y se dio cuenta que no hay muerte. Krishna le explicó a Maitreya, “Si quiero darle gracia a la gente, no necesito un canal, porque ya existo en ellos como YO SOY. Les daré mi gracia desde dentro. Pero también les daré mi gracia a través de ti y de Uddhava, para todas las últimas iniciaciones. Todavía hay otro discípulo que está aún en un estado de sueño, Vidura. En mi mente lo veo como una gran luz en el Kali Yuga. Estableceré el aspecto administrativo de la ley eterna a través de él. Cuando ya no esté allí, él añorará mi presencia y vendrá a ustedes y le darán las enseñanzas. De esta manera él también se realizará”. Krishna también le impartió a Maitreya el Plan para el futuro, lo instaló como Maestro del Mundo y se fue.

Maitreya creó una ermita cerca de Prayaga, a orillas del río Ganges. Allí trabajó en el Plan en profunda contemplación y esperó el regreso de Vidura.

Vidura hizo muchas peregrinaciones y andaba sin un objetivo. Siempre que recordaba a Krishna, también veía el rostro del rey ciego y sus insultos. De repente, vino como un relámpago en su mente que su decepción le había bloqueado todo el tiempo, y lleno de remordimiento le pidió a Krishna interiormente que lo despertara de su pesadilla. Quería volver a ver a Krishna y en su peregrinación se acercó a Dwaraka. De repente conoció a Uddhava. Él estaba abrumado por la emoción. La sonrisa de Uddhava transformó la mente de Vidura en un lago en calma y pidió que lo llevara a Dwaraka al Señor Krishna. Uddhava le explicó entonces a Vidura que Krishna entretanto se había hundido en el océano y que le había concedido a él y a Maitreya divina experiencia antes de que Krishna se fuera. Uddhava le informó que Krishna les había hablado acerca de él y que debía encontrarse con el Señor Maitreya.

Así, se mudaron a Prayaga. Allí vieron al Señor Maitreya en profunda contemplación, sentado en la postura de loto en la arena, y su cuerpo irradiaba luz dorada. Cuando Vidura se postró delante de él y quedó absorbido por la energía de Maitreya, Vidura se fue en silencio.

El Señor de Civilización

Vidura hizo muchas preguntas a Maitreya y éste despejó todas las confusiones. Maitreya le enseñó la cosmogénesis y la antropogénesis y también le enseñó la doctrina del Yoga como es dada por el mismo Sanat Kumara. Por la gracia de Maitreya, Vidura pudo asimilar todo correctamente. Con la bendición de Maitreya, se convirtió en un gran iniciado y fue capaz de unir el Plan para guiar el desarrollo de la civilización como Mahachohan.

Hoy el Mahachohan coopera con el Manu y con el Maestro Morya en un triángulo para la creación de la nueva civilización. El Maestro CVV les había dicho que existe una necesidad de un nuevo modelo del cuerpo humano que se adapte mejor a las nuevas energías. Después de la Segunda Guerra Mundial, los cuerpos humanos se desarrollaron según el nuevo modelo y son muy superiores al viejo modelo. Hubo una remodelación en 1988 y en 1999 por lo que los niños de hoy son mucho más eléctricos que antes.

Fuentes: K.P. Kumar: Enseñanzas de Sabiduría de Vidura / Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: Sacrificio del Hombre. La Venida del Señor Krishna. Ediciónes Dhanishta España (www.edicionesdhanishtha.com).

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Del libro: Enseñanzas de Vidura