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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Paciencia y Perseverancia

Entrenamiento de la Personalidad

Paciencia y Perseverancia

Cuando estudiamos un libro de sabiduría, generalmente no incorporamos en nuestras vidas lo que estudiamos. Pero de esta manera lo que estudiamos se evapora de nuestro cerebro. Incluso si estudiamos algo, lo entendemos y lo guardamos dentro de nosotros, esto no garantiza que seremos capaces de recordarlo en el momento adecuado. A menudo ocurre que en el momento en que necesitamos recordar algo, nuestra personalidad simplemente reacciona y no podemos recordar la sabiduría que hemos estudiado. Entonces no actuamos de acuerdo con lo que hemos estudiado.

No tenemos que frustrarnos. Esto simplemente muestra que cuando se trata de acción, seguimos siendo los mismos, a pesar de que hayamos estudiado mucho tiempo y hayamos entendido mucho. Debemos aceptar lo que somos y tratar de dar un paso adelante a partir de ahí. Sólo con paciencia y perseverancia podemos desarrollar un nuevo hábito y la conciencia correspondiente. Ningún Maestro puede ayudar a una persona a tomar un nuevo ritmo si esa persona no se ayuda a sí misma. Si los Maestros pudieran hacerlo, habrían transformado el mundo entero hace mucho tiempo. Pueden ayudarnos desde cierto punto, pero primero tenemos que llegar a ese punto. Hasta entonces, el Maestro no puede permitir que nos unamos a su grupo y así llevarnos a la esfera de influencia de su aura. Tenemos que estar preparados para entrenar nuestra personalidad con paciencia, tolerancia y de una manera inteligente.

La personalidad está subordinada al alma; debe aceptar el alma. Cuando estamos demasiado en la personalidad, entonces el alma espera retraída. Tiene toda la paciencia para esperar hasta que logremos la paciencia para trabajar con ella. La paciencia del alma surge de la compasión hacia la personalidad. Es la compasión que recibimos de un Maestro de Sabiduría. A través de su paciencia, cada piedra resulta ser una piedra filosofal. El entrenamiento ajusta la personalidad con el alma, de modo que la calidad del alma se transmite a través de la personalidad. Este esfuerzo continuo es el discipulado. Antes de convertirnos en discípulos aceptados, se prueba nuestra consistencia, fiabilidad y capacidad.

Cada ejercicio requiere paciencia. Sin paciencia no podemos lograr nada en el mundo externo ni en el mundo sutil; si somos impacientes, fracasamos. Todos los días podemos hacer un esfuerzo para ver la luz de la conciencia en las formas circundantes, o podemos practicar recordando el YO SOY tan regularmente como sea posible. Este ejercicio de recordar tiene que continuar hasta que hayamos llegado al estado en el que se consolida la experiencia del YO SOY, o tratamos de permanecer en el punto de la conciencia en el corazón. Por costumbre, salimos una y otra vez y deambulamos en nuestros pensamientos, pero luego volvemos, no importa cuán a menudo. Si practicamos pacientemente durante años, poco a poco nos acostumbramos a regresar.

Regulación de la Mente

Nuestros pensamientos pueden cambiar rápidamente. Podemos pensar hoy que a partir de mañana nos levantaremos muy temprano, pero mañana por la mañana podemos pensar que podemos dormir más tiempo. Nuestra mente es extremadamente rápida; es como un mono saltando de nuestro propósito. No podemos confiar en él. No obstante, no debemos desanimarnos, sino jugar con alegría con nuestra mente y traerla pacientemente de regreso. La mente debe desacelerarse antes de que podamos comenzar a orar o a meditar. Por tanto, se nos aconseja respirar profundamente antes de orar. Esto calma la mente y hace que las oraciones sean más fáciles. Una mente hiperactiva se vuelve inquieta y desarrolla resistencia. Si reaccionamos desanimados y enojados, hemos perdido el juego. La resistencia no puede ser neutralizada con argumentos y discusiones.

Los patrones y hábitos existentes sólo pueden cambiar con un esfuerzo perseverante mediante la creación de nuevos patrones a través de nuevos hábitos. Patanjali dice que debemos practicar constantemente como el flujo de aceite. Con el agua puede haber interrupciones, el aceite fluye sin interrupción.

Patanjali también nos aconseja observar el movimiento de nuestra respiración y repetirlo constantemente. Si nuestra mente se aleja de la respiración y sale, la traemos de regreso. Por costumbre, se aleja de nuevo. No importa; la traemos de regreso y lo enfocamos a la respiración. Nuestra respiración debe ser lenta, suave, profunda y uniforme. No hay nada que entender, pero debemos practicarlo durante cinco minutos hoy, mañana y luego durante diez días. Después de un mes, conoceremos el sabor de algo que no conocíamos antes. Con años de práctica, la mente se acostumbrará a permanecer orientada hacia el interior y a sumergirse en la “música del alma”, en el doble sonido de la pulsación, SOHAM, con el fin de luego darse cuenta del sonido monosilábico OM.

Guía desde adentro

Cuando nos quedamos con la pulsación, paciente y persistentemente durante un período de tiempo más largo, entonces ciertas ideas aparecen desde adentro. No debemos hablar de lo que hemos recibido y oído en nuestro interior. Podemos escribir los pensamientos. A menudo, encontramos que algunas de las ideas son verdaderas y otras no; muy pocas son reales. Por tanto, no debemos actuar sobre las ideas inmediatamente, sino permanecer cerca de la pulsación y esperar pacientemente. La práctica constante de sentarse cerca del principio de pulsación interior elimina lentamente los pensamientos sin sentido. Con perseverancia y paciencia, esperando la reafirmación, eliminamos el peligro de caer en alucinaciones.

En algún momento sabremos si es o no un error de nuestra mente. Las ideas verdaderas indican las responsabilidades en las que podemos incurrir en los días siguientes. La realidad se nos acerca y el tiempo nos lleva al punto del que ya se nos ha informado. Podemos conocer a ciertos maestros, y ciertos libros o situaciones se acercan a nosotros; no vienen a nosotros por búsqueda externa.

Cuando buscamos orientación interna para un problema, no debemos esperar una solución inmediata. Se manifestará a su debido tiempo. No hay necesidad de confiar en conjeturas o consejos defectuosos de otros. Si esperamos pacientemente y con optimismo interior, el camino se aclarará y se abrirán las puertas necesarias. Los libros ocultos o las enseñanzas de un Maestro pueden guiarnos. Estos libros son seres vivos, y la relación persistente con las enseñanzas nos guía. Así nos sentimos atraídos por el Maestro. Mientras seamos sinceros, el Maestro nos enseñará pacientemente todo desde dentro. De esta manera estamos más interesados porque nos ha llegado desde dentro. Puede que no nos guste cuando alguien nos diga afuera, pero cuando venga de adentro, lo haremos por nuestro propio interés.

Ayuda de los Maestros

A veces es muy difícil para los Maestros transmitirnos la sabiduría porque todo el curso de la sabiduría cubre un período mucho más largo de lo que entendemos. Generalmente carecemos de perseverancia y sentido de propósito. Es como un niño que no está presente interiormente en la escuela, por lo que la maravillosa enseñanza dada por el maestro se toma sólo en fragmentos.

Del mismo modo, hay situaciones en nuestras vidas en las que sonreímos a los demás y al mismo tiempo nos entregamos y salimos heridos. Esto puede cautivar nuestro interés durante diez o veinte años. Mientras tanto, la muerte puede buscar el cuerpo físico, pero en la próxima encarnación tenemos nuevos puntos de fricción que atraen nuestra atención. A veces pasan muchos nacimientos y muertes antes de que realmente ahondemos en la lección que el maestro nos da.

El Maestro Morya dice: “Hasta hoy nos preguntamos cómo debemos hablar con usted, cómo debemos enseñarle, porque las palabras habladas y escritas no se entienden al nivel en que se expresan. No obstante, continuamos nuestro esfuerzo por vincularnos a su comprensión. Mientras usted se ve afectado por la irritación, la duda, la desesperación, la ira, el odio, nosotros seguimos ayudando como la madre ayuda al bebé irritado. ¡Esperamos su crecimiento con paciencia!”

Los Maestros trabajan con gran paciencia, amor y comprensión por los problemas del pueblo, porque cada Maestro de Sabiduría que adoramos ahora, también era un hombre ordinario en el pasado. A lo largo de miles de años, a través de nacimientos y renacimientos, se acuerdan de sí mismos, de su propia misión en la vida y de la continuidad de su propósito. Incluso en situaciones difíciles, nunca se cansan de repetir para nuestro recuerdo hasta que hayamos asimilado la enseñanza para la acción. No enseñan para darnos nuevas doctrinas, ya que básicamente sólo hay una doctrina de la Verdad. Utilizan la variedad como técnica para que desarrollemos interés y compromiso y no se vuelva monótona para nosotros. Sin embargo, los estudiantes a veces encuentran monótonas las enseñanzas; pero no se sienten monótonos al comer, al hablar o al perder el tiempo repetidamente.

Los Grandes incluyen a aquéllos a quienes la sociedad excluye. La inclusión requiere mucha paciencia y tolerancia. Especialmente en tiempos de crisis, las cualidades de la paciencia, la perseverancia y la amabilidad entran en juego. Son los cimientos sobre los que se construye la sabiduría. Que nuestra orientación y fiabilidad contribuyan a esta base, para que los Maestros puedan trabajar con nosotros.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Ashram. Ashram - Instrucciones para Entrar / diversas notas de seminarios. de seminarios / E. Krishnamacharya: Iniciación. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)