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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Pralaya

Dormir y Despertar

Pralaya

Todo lo que es existe para siempre. De acuerdo con la comprensión esotérica, el cosmos es eterno en el sentido de que existe, ya sea potencialmente o en forma manifestada. Las almas son eternas; no mueren; sólo mueren los cuerpos. La existencia pura es eterna, pero la conciencia es periódica. Sólo sale por un tiempo determinado y luego se retira de nuevo a la existencia.

La consciencia en la que entramos en la mañana cuando nos despertamos tiene una duración temporal. En la noche, cuando nos dormimos, vuelve a la existencia. En el sueño, la naturaleza se combina con nosotros y cuando despertamos, la naturaleza se despierta en nosotros de nuevo. Cada noche nos olvidamos de todo sobre la objetividad; no queda nada de lo que sabemos. Pero incluso en el sueño existimos sin saber que somos, y cuando despertamos volvemos a nuestra naturaleza. Despertamos en el estado de conciencia en el que nos dormimos, con todo lo que sabíamos, y continuamos el día.

Nuestro despertar del sueño es un símbolo del comienzo de la creación. En la creación, la conciencia surge y durante el pralaya, la disolución, la naturaleza está conectada con la existencia. Uno no puede decir que la naturaleza está a veces allí y a veces no. Sólo es expresada a veces. Sólo está ocurriendo un cambio de estado.

El espacio ilimitado se entiende como el trasfondo en el que una creación despierta de vez en cuando. Se compara con un óvulo del que ocurre el nacimiento del cosmos. Se dice también que, de vez en cuando, el círculo aparece como un símbolo de toda la creación cuando el espacio está en una fase activa. El punto en el centro del círculo representa el despertar de la conciencia desde el sueño de la subjetividad. También representa el despertar de los individuos, ya sean seres humanos, planetas o soles.

Fases de Disolución

El principio cósmico que permite el nacimiento de la creación y nos despierta del sueño se llama Narayana. El centro Narayana se encuentra en nosotros en el centro superior del corazón. El principio cósmico Narayana contiene todos los detalles de la creación como en una semilla. Su exhalación es la fase de creación; su inhalación es la fase de disolución. Esto es seguido por una pausa, un período de pralaya. Esta pausa es de la misma longitud que la fase de inhalación. Antes de nuestra creación, hubo una pausa y antes de ella hubo una fase de inhalación. Cada fase de manifestación alterna con una fase de disolución y fusión. Hay formas más pequeñas y más grandes de pralayas. Hay un pralaya diario con el sueño y hay también el pralaya individual entre una encarnación y el próximo nacimiento. Lo mismo sucede con la disolución de civilizaciones y razas que se extinguen porque ya no son capaces de continuar. Las almas vuelven en una forma nueva. Lo mismo sucede en escala mayor. A través de pralayas menores, los pralayas sub-raciales están sujetos a procesos de purificación; los pralayas mayores ocurren cuando una nueva raza aparece y una vieja muere.

La Doctrina Secreta dice que, en esta ronda, nuestro globo atravesará siete cambios periódicos completos que tendrán lugar simultáneamente con las razas, y que en esta ronda habrá siete pralayas terrestres. Esto se hace de acuerdo con la ley kármica; se llama el Gran Ajustador. Se eliminan los obstáculos al progreso. Se conservan las semillas progresivas.

Ya han ocurrido cuatro cambios por medio de tales destrucciones. La cara del globo ha cambiado completamente cada vez. Los continentes enteros, excepto los primeros, se hundieron en los mares. Aparecieron países y montañas donde no había nada antes. La supervivencia de las naciones y las razas más aptas se aseguró con ayuda oportuna; fueron traídas conscientemente a un nuevo lugar. Los no aptos fueron barridos de la tierra, pero regresaron en diferentes continentes. Tal ordenación no sucede a menudo; a menudo toma frecuentemente miles de años antes de que la nueva casa esté en orden.

Cuando ocurre un pralaya planetario, los otros planetas no se disuelven al mismo tiempo; tienen su propia vida útil. Cuando nuestro sistema solar se disuelve, se denomina pralaya solar. Y después del pralaya, el sistema retorna y vuelve a aparecer lentamente en el mismo orden en que la creación anterior fue disuelta. A continuación, comienza un descenso de nuevo sobre tres planos al plano físico, a cuarto plano o el globo D, y más tarde se retira de nuevo a los planos más sutiles. Según los cálculos hindúes de las edades del mundo, ese día de Brahma el Creador dura 4,320 millones años y el tiempo de disolución dura lo mismo.

Al comienzo de una nueva creación surge un impulso que también se llama la P alabra de Dios. Está basado en la presión colectiva de los innumerables seres que entraron en el pralaya durante la disolución de la última creación sin haber cumplido su evolución y alcanzado el estado de consciencia pura. Para estos seres insatisfechos, la creación continúa.

Esferas de Expectación

Las almas han esperado mucho tiempo para una nueva oportunidad de continuar su desarrollo. Para volverse activos de nuevo, necesitan una base y un cuerpo adecuados. Es un acto de compasión en el plan divino que las almas sean transferidas de un globo disuelto a través de pralaya a un nuevo globo. Las almas yacen en una actividad inconsciente en un sueño profundo hasta que un nuevo planeta está listo en el plano físico y los cuerpos adecuados sean proporcionados. La señora Blavatsky dice que las almas están en las “esferas de expectación”. Gradualmente, las almas son liberadas de nuevo en la nueva creación con el propósito de continuar y completar sus tareas no logradas.

Encarnamos con un propósito, pero en la creación nos atraen cosas que nos distraen de nuestro propósito. Si no sabemos cómo comportarnos, provocamos consecuencias involuntarias y otros eventos por ignorancia. Hay más fracasos que éxitos, y así la creación continúa para los seres no realizados.

Las historias del arca de Noé y de Vaivasvata Manu en los Puranas hindúes hablan de esto. Tienen varias dimensiones. Una dimensión es que el Manu rige sobre los pitris, los devas lunares, y lleva a las almas de una encarnación a la siguiente. Una segunda dimensión es que Manu transfiere semillas humanas de Atlantis a la raza aria. Una tercera dimensión cósmica se trata de las almas que se transfieren de un globo disuelto a través de pralaya a un nuevo globo. El arca de Noé no es un barco hecho de madera; el barco denota a la luna, el cuarto creciente de la luna, con la que los seres vivientes son llevados a través de pralaya al nuevo globo, la tierra, con la ayuda de los devas lunares.

Sishtas y la Isla Blanca

Según las escrituras orientales, los seres traídos con el arca son los siete videntes. Son las semillas originales que se supone permitan la formación futura de las siete razas. Se les llama “Sishta” en sánscrito; la Doctrina Secreta los llama poéticamente mortales divinos. La palabra sánscrita Sishta literalmente significa: lo que queda. Los Sishtas son seres sublimes que se volvieron divinos durante la última cadena. Continúan sirviendo a los mortales para que también puedan volverse divinos. Originalmente eran mortales también, pero no pertenecen a aquellos seres que no habían completado su desarrollo en la cadena precedente y dormían en actividad inconsciente durante pralaya. Los Sishtas fueron conscientemente a la fase de disolución y también salieron conscientemente de nuevo. Funcionan como principios en la creación que permanecen eternos para que puedan producir las siete razas y transmitir los siete rayos.

En las escrituras hindúes se dice que incluso mientras toda esta tierra se sumerge en el agua, hay un niño nadando en una hoja de jagüey en el agua. Se le llama Syama Bala, el niño azul. Él es la semilla futura de la humanidad para la población de la tierra. La cuna del primer hombre y el hogar del último mortal divino es la “Isla Blanca“. La isla sagrada indestructible se dice que es la tierra alrededor del Polo Norte original y es mencionada en los Puranas como “Meru”. Este lugar está ahora en el Himalaya, y al norte de ésta. Se dice que en los templos de las cuevas alrededor de este lugar existe una gran Logia Blanca que dirige el destino del planeta y de sus seres. Los miembros de esta Logia se llaman habitantes de la Isla Blanca; su lugar principal se cree que está en Shamballa. Ellos permanecen en la primera tierra del planeta.

Además de los tipos de pralayas descritos, hay otro tipo de pralayas; sucede cuando un yogui se percibe a sí mismo en los demás. Se muda a otros para elevarlos. Es una especie de pralaya de luz. El reconocimiento de “otros” se abandona y todo se disuelve en el YO SOY. A través del tacto de conciencia de un Maestro, entramos en el corazón de los demás y comenzamos a vivir en ellos como su inspiración y no como cualquier otra cosa. La Jerarquíaintenta este pralaya de luz; es una consciencia como un río que inunda y barre todo. Esto que se esparce en el plano de la mente no es nada más que volverse uno con el principio omnipresente en otros, la comunidad de almas.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: El Movimiento Teosófico. Notas de seminarios / E. Krishnamacharya: Historia Espiritual de la Humanidad. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)