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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Relaciones Correctas

Relaciones Temporales y Eternas

Relaciones Correctas

Todos hemos descendido de lo Divino y trabajamos en la creación, pero cuando entramos en una relación con la creación, nos olvidamos de que somos Hijos de Dios. Cuando emergemos desde el trasfondo de la existencia como unidades de conciencia y entramos en una relación con el mundo, nos movemos de la unidad a la diversidad, de lo eterno a lo temporal. Consideramos como reales a la objetividad y la diversidad y olvidamos la totalidad original. El Todo es la verdad original, ESO YO SOY. La objetividad es un mundo mágico, ilusorio que la mente cósmica ha creado de los cinco elementos y con la que nos relacionamos con los cinco sentidos.

Desde ESO, el trasfondo de la existencia sucede ESO YO SOY; De ESO también emerge la creación. YO SOY es el alma, una unidad de conciencia palpitante; ésta asume diferentes identidades y roles para relacionarse con el entorno. Todas las relaciones mundanos son reales sólo temporalmente. La única relación que es permanente es la relación que tenemos con el Señor. Nunca podemos estar separados del Señor, porque el Señor Mismo existe como nosotros. Sólo la existencia es real. También las relaciones entre el Maestro y el discípulo o entre un Maestro y otros Maestros son eternas porque conciernen a lo Divino y todos viven en libertad y libre albedrío. Por esta razón no hay apego. El aspecto del apego, viene como segregación en el nivel emocional; en los niveles superiores, esto no existe.

Incluso si todas las otras relaciones son sólo temporales, debemos aceptarlas como reales por el momento. No podemos rechazar una relación sólo porque es temporal. De lo contrario, pensarán que estamos locos. La aceptamos y recordamos que es temporal. De esta manera reconocemos la diferencia entre una verdad temporal y una verdad eterna.

Lo primero en emerger del trasfondo de la existencia se llama “Maya” (ilusión). La ilusión es el velo de la Madre del Mundo. Sin la ilusión, la ignorancia y la oscuridad, no existiría el juego de la creación. No podríamos establecer relaciones con los demás ni con la creación, sino que permaneceríamos en un estado de sueño y no nos desarrollaríamos. Nos desarrollamos construyendo relaciones. Experimentamos, aprendemos, alcanzamos la realización, y finalmente reconocemos la belleza y la gloria de la creación.

Desempeñando Papeles Diferentes

Las relaciones no son más que máscaras, y detrás del velo sólo hay un alma trabajando como muchas. Es importante recordar cada mañana que somos el alma y que trabajamos a través de la personalidad. Debemos permanecer completamente como conciencia localizada para elaborar el juego de la vida. Tiene que ver con el entendimiento, que siempre jugamos roles diferentes cuando entramos en el campo. Todas las relaciones que construimos en la vida son como los roles en una película o un drama.

Las relaciones con los demás y con la creación cambian con el tiempo; son formas de tomar acción. Incluso si sólo nos fijamos en la relación entre dos personas, hay muchos roles: amigo, consejero, madre, ayudante en la necesidad. Los roles no son definiciones fijadas permanentemente y debemos aceptar las situaciones del cambio de roles. Cuando definimos situaciones, tomamos posiciones equivocadas. Las personas tienen placas en sus hogares con sus posiciones como asesores. Pero ellos no son asesores para las personas que no reciben consejos. Una persona que es un maestro no debe creer que es siempre un maestro. Sólo es maestro cuando enseña. Es un marido para su esposa y un padre para sus hijos. Para las personas que no aprenden de él, tampoco es un maestro.

Nuestras relaciones no son parte de nosotros; existen en nuestra mente. Sin embargo, tendemos a apropiarnos cosas y sus relaciones, y luego a aferrarnos a lo que hemos construido: mi propiedad, mi pueblo, mis pensamientos, mi sabiduría. Cuando decimos: “ella es mi esposa”, ¿es ella siempre una esposa para mí o para ella?

Desarrollamos lazos con las cosas temporales y las relaciones temporales, y sufrimos por nuestra noción de poseer. Cuando una relación se rompe, nos desesperamos porque ya no existe. Es importante entender que las cosas ocurren y terminan, pero no es suficiente sólo saber esto, ello debe convertirse en nuestra experiencia constante, de modo que no desesperemos cuando las relaciones mundanas terminan. Cuando alguien muere repentinamente, está bien llorar por un tiempo, pero es bueno entender que la muerte es normal. Ayuda el imaginar cómo sería conocer a la persona de nuevo después de un año. Esa persona ya no nos reconocería porque la relación ya no es real para ella. Incluso su propia esposa o marido no nos reconocería.

En Bhagavatam se dice, dos almas como el hombre y la mujer son como dos trozos de madera que nadan en las aguas de la vida. A través de la corriente del tiempo viajan juntos por cierto tiempo. La corriente de agua junta a las dos piezas de madera y, después de un tiempo, toman diferentes caminos de nuevo. La relación no dura más allá de cierto tiempo. Algunas relaciones pueden durar más, algunas son muy cortas. Hoy nos enamoramos, mañana nos casamos y pasado mañana nos divorciamos otra vez. Sólo las relaciones del alma duran mucho, no las relaciones de la personalidad.

Las Reglas del Juego

Así como cada juego tiene sus propias reglas y reglamentos, el juego de la vida tiene sus propias normas y reglamentos. Si queremos participar en el juego, debemos respetar las leyes de las relaciones correctas. No debemos violarlas y no debemos perjudicar a otros. Es una farsa creer que podemos seguir los caminos espirituales y, al mismo tiempo, engañar o explotar a otros o tener relaciones erróneas con el sexo opuesto. No podemos interpretar las leyes en nuestros propios términos. No son hechas por el hombre, sino leyes de la naturaleza registradas en las Escrituras. Las Escrituras enseñan qué relación debemos tener con los minerales, con las plantas, con los animales, con los seres humanos, con los Devas y con el Universo. ¿Cómo debemos comportarnos? como niños, como jóvenes, como adolescentes, como personas mayores, como mujeres, como hombres? ¿Qué relaciones deberíamos tener con cada uno de los otros? Esto significa: ¿Cómo debo comportarme hacia las mujeres, los hombres, los niños, los jóvenes, los adultos, los jóvenes, los ancianos, las plantas, los animales, la tierra, el agua, etc.? Individualmente, a nivel de grupo y a nivel nacional, debemos seguir las leyes de las relaciones correctas, mostrar respeto por la vida, servir a la vida y ofrecernos por el bien del medio ambiente. Debemos aprender a cultivar la relación correcta. El corazón pide amistad. En comunión hay alegría, felicidad y la belleza de la vida.

No es fácil construir buenas relaciones. Necesitamos maestros para ilustrar las leyes básicas. La vida de cada verdadero maestro es un ejemplo que podemos seguir: ¿cómo se comporta en relación con la familia, con la profesión, con la sociedad y con sus aspiraciones espirituales? No podemos acercarnos a la sabiduría sólo con una orientación mental. Si descuidamos construir relaciones correctas a nuestro alrededor, no avanzaremos mucho. Y si no acatamos las leyes de las relaciones correctas, entramos en conflicto. Entonces podremos intentar muchas cosas, pero nuestra naturaleza no cooperará con nosotros. Tal vez queramos meditar diariamente, pero no podemos. Todo lo que construimos nos unirá: la familia, la riqueza, las propiedades, la sociedad. Cuando estamos en conflicto con otros y los criticamos, el Maestro no puede trabajar con nosotros.

Karma y Amistades

Todas las relaciones al nivel de personalidad sólo existen sobre la base de Karma obligatorio. Los miembros de nuestra familia se reúnen a nuestro alrededor porque tenemos obligaciones con ellos. En todo lo que hacemos por los demás, simplemente les pagamos deudas. Hay diversas clases de obligaciones Kármicas mutuas. Es lo mismo en el trabajo. Vivimos en una sociedad, tenemos que servirle y recibimos compensación financiera por ello. Recibimos relaciones emocionales como retorno de la familia. Lo mismo se aplica a la relación entre hombres y mujeres. Lo que uno hace por el otro no debe ser considerado servicio. Tampoco debemos tratar de atar a otros a través de relaciones para que no puedan moverse libremente. Entonces la otra persona sólo estará tratando de escapar de esa atadura.

Nos reunimos a través de relaciones Kármicas y nos separamos de nuevo. Cuando no hay más Karma, pero permanecemos juntos, eso es amistad. La amistad significa apoyo, cooperación, pero no expectativas. Ser amigos al nivel del alma es diferente de ser amigos en al nivel de la personalidad. El Maestro CVV define la palabra amigo que en Inglés se dice “friend” como „free end” (extremo libre), lo que significa que existe libertad. En la relación profesor-estudiante, un verdadero maestro nunca ata a los estudiantes.

Cuando sentimos amistad o amor incondicional hacia otros, siempre seguimos siendo amistosos y unidos en el amor, no importa lo que los otros hagan. Consecuentemente, nadie está obligado con el otro. Muy pocos permanecen con nosotros después que el Karma obligatorio se ha cumplido. Se les llama “Compañeros de vida”, amigos para la eternidad. Siguen caminando juntos como almas, vida tras vida. Este es un grado muy elevado de relación; no hay expectativas ni obligaciones entre ellos. El Maestro Morya y el Maestro Koot Hoomi han estado juntos por más de 5000 años.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Nutrientes para el Discipulado. Notas de seminarios. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)