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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Shambala y Sanat Kumara

El Camino hacia Shambala

Shambala y Sanat Kumara

Encarnamos con y para un propósito, y cuando nuestro propósito se cumple, o la vida del cuerpo ha terminado, abandonamos el cuerpo. En el momento adecuado, volvemos a asumir un cuerpo para cumplir otro propósito. Por tanto, cada encarnación tiene una meta y un propósito. En la escuela, si no aprendemos bien en una clase y no cumplimos con el objetivo, tenemos que repetir la clase hasta que logremos el objetivo real. ¿Cómo sabemos de todo esto y cómo podemos conocer la meta de nuestra vida?

Hay maestros en el planeta que nos ofrecen orientación. También existe la Jerarquía de Maestros que constantemente imparten a los seres humanos la sabiduría del cosmos y del ser humano. El microcosmos del hombre puede ajustarse al macrocosmos, porque todo lo que existe en el cosmos también está presente en el hombre. Cuando encontramos el centro dentro de nosotros, podemos relacionarnos con el centro correspondiente en el cosmos. De esta manera, la sabiduría antigua nos permite recibir conocimiento y percatarnos del propósito de la vida y vivir con conocimiento y propósito. Estas cosas se abren dentro de nosotros cuando nos relacionamos con los centros correspondientes.

El punto más alto de nuestra conciencia está en la cabeza. Contiene muchos centros de iluminación guiados por el Sahasrara, el loto de mil pétalos. También se le llama el centro que conoce la Voluntad de Dios. El centro donde podemos experimentar el conocimiento en su plenitud es el Ajna, y el centro desde el cual recorremos el camino y nos alineamos con los centros superiores es el Anahata o centro del corazón.

Cada uno de nosotros tiene un centro de cabeza, y también hay un centro de cabeza para la tierra. Este centro de la Voluntad es llamado Shambala por los Maestros. En nosotros, Shambala existe en el Sahasrara. Nuestra meta es Shambala, pero el camino hacia Shambala comienza en nuestro corazón a través del logro de la conciencia del alma. Cuando alcanzamos la conciencia del alma, el enfoque en el centro del corazón nos está conectando con un ashram que pertenece a la Jerarquía en el planeta. El ashram en sí es uno de los ashrams de Shambala. Por tanto, los Maestros de Sabiduría nos enseñan a centrarnos dentro del corazón para que tengamos una escalera para la ascensión. Esta escalera se llama Camino de Yoga, que conduce desde el centro del corazón a través de la garganta hasta el Ajna y el Sahasrara. No podemos simplemente saltar a la cima de la escalera; tenemos que dominar los pasos de ascenso.

Sólo podemos llegar al Sahasrara cuando hemos llegado al centro de Ajna. El camino desde Ajna hasta las energías de Shambala es el paso del YO SOY convirtiéndose en ESO. Al llegar al Sahasrara, ya no tenemos conciencia individual. Ya no nos sentimos individuos, somos ESO SOY en todo momento. ESO es el YO SOY en el reino de la luz en el que está construido el universo. Relacionarse con Sahasrara, con Shambala, solo puede ser hecho por personas que no tienen nada más que hacer en el mundo y que han llevado su plan individual a la realización. Entonces, si queremos llegar a Shambala, el ashram de Sanat Kumara, debemos saber cómo llegar a él en nuestro Sahasrara. Este camino que tenemos que seguir no es un viaje exterior a través de montañas y lugares lejanos. Es un viaje interior.

Shambala y la Jerarquía

Cada ashram interior también existe fuera. Sabemos por los Maestros que Sanat Kumara, el Señor del Mundo, vive en Shambala, un pueblo místico situado en la región del desierto de Gobi. No podemos encontrar este ashram en el plano físico porque existe en el segundo éter del planeta y es visible sólo para aquellos que han alcanzado la visión etérica. 'Segundo éter' significa que es el plano de Mahat Akasha alrededor de esta tierra. Sanat Kumara no puede descender más abajo, pero está aquí para cumplir el Plan. Aquellos que han leído 'Un tratado sobre el fuego cósmico' pueden saber que la Tierra está rodeada por siete planos y sus subplanos. La parte superior de nuestra cabeza corresponde al primer subplano del plano cósmico-físico. El segundo subplano del plano físico es el centro de Ajna, el tercero es el centro de la garganta y el cuarto es el centro del corazón.

Shambala es el centro de la Voluntad Divina en el Planeta; la Jerarquía y sus discípulos son el centro del Amor. Los ashrams en el Himalaya también están en nuestro centro del corazón. El centro etérico de la Jerarquía se encuentra en las cuevas de Kalapa y Sravasti / Shigatze en la región Trans-Himalaya. Este centro está dirigido por el Señor Maitreya, el Maestro del Mundo, quien también es llamado Cristo en Oriente y Occidente. Sanat Kumara desempeña el papel del rey y el Maestro del Mundo desempeña el papel del Maestro. Sanat Kumara y Maitreya están en eterna conexión y alineación entre sí. Comparten un gran vínculo en la elaboración del Plan Divino en este planeta. Maitreya y la Jerarquía trabajan para la realización del propósito de la vida y transmiten a la humanidad las energías que provienen de Shambala.

En relación con Shambala

En Occidente, la información sobre Shambala y Sanat Kumara fue introducida por el Maestro Djwhal Khul a través de los escritos de H.P. Blavatsky y A.A. Bailey. Como resultado, hoy en día muchos son conscientes de Sanat Kumara y la Jerarquía. Los conceptos por sí solos no nos transmiten la belleza de la experiencia, pero la información nos inspira a buscar las realidades sublimes. Podemos relacionarnos con ellos en la meditación dirigiendo nuestra mente a la Jerarquía y a todos los ashrams en el corazón, y a nuestra Shambala en la parte superior de la cabeza o en el centro de Ajna. Podemos tomar vuelos a Shambala con nuestra imaginación y visualizar que estamos entrando en el ashram de Sanat Kumara.

Cuanto más nos relacionamos con Shambala, más nos convertimos en un puesto avanzado de Shambala, y a través de nosotros, la energía puede transmitirse al entorno. Esto es lo que pretenden las enseñanzas de la Jerarquía. Cuando mantenemos la enseñanza dada por los Maestros en nuestra conciencia, somos consciente o inconscientemente transmisores de esta energía. Porque nuestras acciones y nuestras palabras transmitirán estas enseñanzas. Tenemos que convertirnos en intermediarios, canales para la energía de los círculos superiores, ya sea enseñando aquello de lo que nos hemos percatado, o bajando energías de los círculos superiores.

Con el fin de traer más y más la conciencia de Shambala a nuestro ser, podemos comprometernos con las enseñanzas sobre Shambala. También es muy útil mirar a menudo las sublimes pinturas de Nicholas Roerich. Sus colores son muy vivos y pueden darnos un toque de Shambala. Si no tenemos libros, podemos encontrar información en Internet.

Necesitamos visualizar qué es Shambala y qué significa Sanat Kumara. Sobre esta base podemos establecer una relación con los seres sublimes. Cuando ayudamos abundantemente a las personas que nos rodean, a través del dar obtenemos un magnetismo a través del cual nuestro sistema se transforma. Esto nos permite acercarnos a la presencia de seres sublimes; nos levantan. También podemos pedirle a Sanat Kumara sus bendiciones para que un día podamos estar en su presencia.

El Sacrificio de Sanat Kumara

Las Escrituras dicen: “Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza”. Todos somos imágenes de la Persona Cósmica. Sanat Kumara encarna a la Persona Cósmica en el planeta. La Persona Cósmica tiene una existencia cuádruple, representada como cuatro Kumaras o cuatro dimensiones. El propio Sanat Kumara es la dimensión búdica de la Persona Cósmica. Madame Blavatsky afirma que la humanidad en este planeta apareció hace 18 millones de años, transportada desde un planeta anterior que hoy funciona como nuestra luna satélite, y los Puranas también hablan de que el propio Señor del Planeta decidió descender, asumir una forma y vivir en Shambala, hace 18 millones de años.

Sanat Kumara es un Kumara supra-cósmico, una energía que descendió a través de la Jerarquía de Venus y se instaló en Shambala para guiar, enseñar y apoyar a la humanidad, que entonces existía en una etapa nebulosa. Hizo un gran sacrificio para establecerse en el planeta menos evolucionado del sistema solar en el segundo éter de la tierra y guiar a la humanidad.

Junto con él vinieron otros seis Maestros; juntos forman los siete miembros fundadores originales de la Jerarquía. Permanecen en el planeta para ayudar a la Tierra y a la humanidad a elevarse a los centros superiores. La Tierra también cumple su karma ayudando a los seres terrenales que generalmente son ingratos con la Tierra. Esto alivia a la Tierra de su karma.

Todos los Maestros de Sabiduría han asumido la responsabilidad de llevar la energía del planeta y modular la vibración para estar de acuerdo con los reinos superiores y causar una elevación para el planeta.

Cuando cerramos los ojos y nos relacionamos con Shambala en la cabeza, en el Ajna, también debemos visualizar la Joya en el Loto, Mani Padme. Hay una joya en el loto dentro de nosotros y también en el planeta. El mantra OM MANI PADME HUM se refiere a Shambala y a Chintamani. Chintamani es una gema extraterrestre dada a aquéllos que gobiernan la Tierra. Esta “piedra filosofal” autoluminosa está custodiada por el Señor de Shambala y el Maestro del Mundo. Chintamani es traído de Shambala a Sravasti y regresa cada año, según la época. Esto simboliza el flujo de energías desde el Sahasrara hasta el punto más alto de la frente y viceversa, lo que se hace con la ayuda de esta joya.

Una vez al año, la joya es sacada de las cuevas de Shambala para arrojar luz sobre la humanidad. Con esto proporcionan sanación a las heridas dadas a la tierra por la humanidad. Nicholas Roerich tuvo una visión de Chintamani y luego también vio y pintó la joya. Es una gran fortuna poder ver a Chintamani.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Shambala. Notas de diversos seminarios. Dhanishta, Visakhapatnam, India (www.dhanishta.org).