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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Simbolismo 9 – El Mono

La Parte Animal en Nosotros

Simbolismo 9

Una mente inestable se compara con un mono. Al igual que el mono salta entre los árboles, nuestra mente también es normalmente inestable y salta de una cosa a otra. La mente del mono siempre está muy ocupada, pero no hace ningún trabajo completo. Es muy rápida y le resulta difícil relajarse. Al igual que los movimientos del mono, una mente inestable no tiene dirección ni continuidad. Cuando estamos haciendo una cosa, la mente ya está en otra cosa. Algunas personas hablan incesantemente, cambiando de un tema al otro. Ni por un momento la mente nos deja estar donde estamos, sino que nos saca del presente. No estamos ni aquí ni allá. Hoy comemos, hablamos y miramos la televisión, el teléfono celular al mismo tiempo.

El símbolo del mono nos enseña mucho sobre nuestra naturaleza inferior, la parte animal en nosotros, la personalidad. En el animal hemos desarrollado el cuerpo, las emociones y la mente inferior. En las escrituras orientales se describen como un haz de cuerpos. La naturaleza inferior es inestable y cambia continuamente de acuerdo con el tiempo, el lugar y la situación. Sin embargo, es una parte vital de nosotros y se le llama el hermano menor. El hermano mayor es el alma. Cuando la personalidad se desarrolla, los dos hermanos se alían. El hermano mayor puede ayudar al hermano menor. Así, la parte animal se transforma gradualmente y el hombre alcanza una personalidad organizada.

Mientras la personalidad no esté bien organizada, si quisiéramos meditar, es como si estuviéramos tratando de subirnos a un mono. El mono de nuestra mente salta a todas partes, aunque nos pertenece y debería quedarse con nosotros. Regular la mente es un gran proceso de domesticación, que sólo puede ser logrado con mucha paciencia. Los videntes de antaño encontraron una manera de hacer esto: cuando la mente se dirige hacia la respiración, es como si el mono que salta estuviera atado a una máquina; ahora se mueve hacia adentro y nuevamente hacia afuera con la respiración. A través de la observación de la pulsación, la mente vuelve lentamente a su origen; la mente y la respiración se fusionan.

Las oraciones, la adoración y la meditación son medios para conectarnos con la única conciencia. A través de ellos, somos guiados de la conciencia del mono a la conciencia de “YO SOY”, y cuando finalmente vivimos en la conciencia de la única energía, vemos la luz incluso en el mono interior. Para darnos cuenta de ésto, necesitamos práctica y paciencia.

Monos - Símbolos y Similitudes

En Oriente, hay un símil de mono dado para las personas que leen mucho sobre conceptos de sabiduría, pero no practican lo que han leído en su vida diaria. Se los compara con un mono que sostiene un coco en sus manos. El mono sabe que es una fruta, pero no sabe cómo abrirla para comerla. El mono puede comer cualquier otra fruta directamente, pero para con el coco, la piel y las fibras tienen que ser removidas y luego la fruta tiene que romperse para llegar al agua y a la masa. Para una persona que sabe por los libros que hay un alma y que tiene amor, luz y poder, pero que no tiene la experiencia, las puertas a la sabiduría permanecen cerradas. Debemos aplicar las claves de la práctica espiritual a nosotros mismos; de lo contrario, la sabiduría no puede ayudarnos en nuestra vida diaria.

Rara vez nos damos cuenta que cuando nos ocupamos de lo no esencial, el cuerpo del deseo pone una capa gris sobre el cuerpo de luz de nuestra forma etérica, al igual que el polvo se acumula en un panel de vidrio. Es importante que no dejemos entrar indiscriminadamente las cosas a través de los cinco sentidos. Es importante que comamos, bebamos y actuemos correctamente, y que tampoco hagamos cosas sin motivo ni visitemos, hablemos o entremos en chismes con la gente innecesariamente. Como guía, se dio el símbolo profundo de los tres monos. Mientras que los tres monos de hoy en Occidente suelen significar “no querer ver, oír o decir nada” para ignorar las cosas desagradables, en Oriente simbolizan a tres monos sabios: Un mono tiene los ojos cubiertos, mostrando así “No veo aquello sin importancia”. Otro mono se tapa los oídos: “No escucho aquello no esencial”. El tercer mono se cubre la boca: “No hablo ni como innecesariamente”. Estas son instrucciones que deben ser aplicadas por un discípulo según los preceptos del Maestro. De esta manera evitamos que nos entren cosas y enfermedades indeseables.

La conducta correcta también incluye llevar a cabo las tareas que se nos asignan, pero no involucrarnos en los asuntos de los demás. Hay una historia sobre carpinteros que estaban tratando de dividir el tronco de un árbol con una cuña. Mientras tomaban un descanso, un mono vino y sacó la cuña, atrapando su pierna. Cuando los carpinteros más tarde liberaron su pierna de la madera, quedó dañada de por vida.

Mono y Hombre

La ciencia nos dice que el mono es el antepasado del hombre. Pero si comparas el cerebro de un simio y el cerebro de un ser humano muy primitivo, invariablemente descubres que el cerebro del ser humano está mucho más evolucionado que el del simio. Hay una brecha en el medio que no podría explicarse. En la naturaleza, toda evolución es muy gradual, y la brecha entre el cerebro del simio y el del hombre más primitivo no podría ser cubierta por ninguna teoría. Incluso el animal más evolucionado no puede ser comparado con un ser humano.

Existe la evolución del cuerpo; de mineral a vegetal, y de vegetal al animal, pero en el hombre una parte ha descendido de círculos superiores y una parte ha evolucionado desde el reino animal. Es por eso que las Escrituras llaman al hombre un “ser doble”. La parte ascendida se llama “el vehículo que no es diferente del animal”. Lo que descendió es el verdadero hombre descripto en las Escrituras: “Adán tomando los abrigos de piel”. En el hombre lo invisible y lo visible se encuentran, el espíritu y la materia se encuentran. La creación está completa en el hombre.

En otros reinos o en otros planos, la creación no es tan completa como lo es en el hombre. Los Devas, los ángeles, no tienen el plano físico de la existencia; necesitan los vehículos físicos para llevar a cabo el plan divino en la tierra. Los Manasa Devas se unieron a las formaciones materiales y le dieron al hombre la mente en tiempos primitivos. Así, el hombre animal es el vehículo del hombre divino. El punto de encuentro es entrae el plano búdico y el mental. El alma desciende al plano búdico, el cuerpo asciende al plano mental, y la fusión tiene lugar entre estos dos planos de existencia. Éstos son los dos hermanos aliados.

Al principio, cuando los humanos comenzaron a pensar, no sabían cómo pensar. Entonces, había relaciones sexuales con seres vivos que eran hermosos para mirar, pero no tenían mente. Los seres semi-divinos se aprisionaban en cuerpos, lo que no estaba en línea con el plan divino. Así, a través del libre albedrío y de las perversiones de los poderes dados al hombre, todos los simios y antropoides y otras formas extrañas llegaron a existir, apareciendo como tales en el período atlante. Los simios son en realidad sólo seres humanos, y es nuestro karma asegurarnos de que estos seres también evolucionen. Evolucionarían junto con esta humanidad. Los otros animales no tienen la misma oportunidad en esta ronda de evolucionar hacia el plano búdico o el átmico con los seres humanos.

Ser de Luz en Forma de Mono

Para contrarrestar la situación que surgió en ese momento, donde toda la ley fue perturbada, los seres celestiales entraron en nuestro sistema de acuerdo con el plan divino. Los seres elevados descendieron y crearon seres con potenciales poderes divinos. Bajaron, como Rama el Avatar, en parte en forma humana. También eligieron dar lugar a varias formas de monos y seres similares, y descendieron a estas formas. Encontramos tales historias en todas las mitologías. Son percibidas como cuentos de hadas, pero todas son historias que se relacionan con el plano búdico.

En la gran epopeya Ramayana, los monos no son animales. Se les llama Vanaras en las Escrituras, personas especiales. También se les llama Kama Rupas, es decir, seres sobrenaturales de luz que, con la ayuda del yoga, pueden asumir cualquier forma que se necesite en ese momento. Normalmente vivían en forma de mono. El más famoso de ellos es Hanuman. Tiene un cuerpo causal blanco radiante, un cuerpo etérico de color dorado y en el exterior generalmente el cuerpo físico de un mono. En el Ramayana, se informa que cuando conoció al Señor Rama, apareció como un brahmán védico muy puro y radiante. Hanuman no es un dios mono como a menudo se le llama. Eligió la forma de mono para su tarea en ese momento con el fin de cubrirse con esa forma.

Hanuman es una inteligencia cósmica, descrita simbólicamente como el “hijo del dios del aire”. El elemento aire transmite prana, y el prana funciona a través de la pulsación y la respiración. En la historia del Ramayana, Hanuman asegura la liberación de Sita de su encarcelamiento en una isla y le permite volver a unirse a Rama, el Señor. La historia trata sobre Sita, el alma, separada del alma universal, Rama, a través del deseo. Siente la agonía de la separación y busca de nuevo la comunión con lo Divino. Hanuman, el principio del aire en forma de mono puede allanar el camino para la reunión del alma y la personalidad. La respiración consciente es una actividad yóguica con prana por la cual nos liberamos lentamente de la esclavitud de la materia, y la conciencia individual se vuelve a unir a la conciencia universal.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Hanuman; Urano. Notas de diversos seminarios. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)