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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

El Manu

Manus, Manvantaras, Manushyas

Matsya Avatar and Vaivasvata Manu Las escrituras Védicas describen que, de vez en cuando, la creación emerge desde el trasfondo del espacio infinito como una gran exhalación de Brahma, el Creador. El intervalo de creación entre la emergencia y la fusión se le llama un Día de Brahma en los Puranas. Durante este día increíblemente largo hay 14 Manus; se les llama los hijos nacidos de la mente de Brahma. Cada Manu rige durante un período enorme llamado “Manvantara” que cubre la extensión inimaginable de 72 Maha Yugas; y un Maha Yuga tiene diez veces la duración de un Kali Yuga o edad oscura. Todas estas divisiones aguardan su desenvolvimiento como los pliegues tiernos de un capullo. Y cada doblez tierno está lleno de vida, la conciencia y la perfección de un grupo de almas.

No todas las épocas gigantescas de los Manvantaras pertenecen al plano físico de la tierra, sino también a los planos más sutiles de la creación llamados Lokas. Los catorce Manus son considerados una gran unidad, un alma tomando incontables nacimientos e iluminando la era. La humanidad actual es la quinta ola o raza de un ciclo de Manvantaras gobernados por Manu Vaivasvata.

Las catorce fases de la luna entre la luna nueva y luna llena corresponden a los catorce principios de los Manus. La luna nueva representa el momento de la disolución; la luna llena, la luz completa. El brillo de las catorce fases ascendentes y las catorce fases descendentes de la luna se corresponden recíprocamente en orden inverso: la primera fase ascendente de la luna es igual a la décimo cuarta fase descendente; la segunda fase ascendente de la luna es igual a la décimo tercera fase descendente. Vaivasvata Manu es el séptimo Manu en el arco ascendente del incremento de luz – la tierra se mueve de la materia al espíritu.

El Manu es el principio de la mente cósmica en la creación. Trabaja en los planos cósmicos, solares y planetarios y también en el hombre. El prototipo del Manu solar está viviendo en la tierra como una persona y a través de varios nacimientos, recibe el nombre de Vaivasvata Manu. Aún hoy existe en un cuerpo físico conjuntamente con su grupo de compañeros de trabajo. Es responsable de los moldes del cuerpo humano para que las almas puedan encarnar correctamente. En un tiempo vivió en el Sur de la India y dio el contenido de la ley, el “Manu Smriti”. Las enseñanzas del Manu, sin embargo, son diferentes del libro compuesto por eruditos en nombre del Manu, con algunas distorsiones. Sus enseñanzas directas son impartidas por maestros espirituales a discípulos en todas las épocas.

El Manu encarna la conciencia del Manvantara, la mente divina. Nuestra mente es una parte de esta gran mente. En la Gran Invocación decimos, “Desde el punto de luz en la mente de Dios, que afluya Luz a las mentes de los hombres. Que la luz descienda en la tierra”. Este punto de Luz es el Manu. Lo decimos todos los días pero no lo sabemos.

El principio del Manu nos permite pensar; por tanto en Sánscrito también somos llamados Manushyas, descendientes del Manu. La palabra Manu está reflejada en “man” “hombre”, que comprende al macho y la hembra. También es la raíz de la palabra alemana “Mensch”, el ser dotado de mente (mens – la palabra latina para mente). Nuestro ser contiene dos partes: el cuerpo material, al que se refiere la palabra inglesa “humanos”, relacionada con “humus”, que significa barro. En esencia, sin embargo, somos seres pensantes, dotados de Buddhi-Manas; como almas divinas venimos desde arriba y tenemos autoconciencia. La palabra inglesa “mankind” se refiere a esto; en términos espirituales difiere fundamentalmente de “humanidad” y es la expresión más apropiada.

El Tejedor de Luz

En Sánscrito, al Sol se le llama “el tejedor”, “Vivasvata”. Las energías que salen de él fluyen alrededor de nuestro planeta, y su carga produce el campo de la energía de su prana, junto con la rotación de la tierra. El hijo de Vivasvata, el tejedor de la luz, es Vaivasvata. También se le llama la mente del sol, la luz del alma o Buddhi. En nosotros es el plano búdico o la mente superior. Nuestra mente tiene dos caras: la mente inferior está orientada hacia el mundo exterior y la usamos para nuestra vida diaria. La mente superior puede reflejar la luz del alma. A través de la meditación, tratamos de girar la mente hacia el interior, hacia la luz del alma.

La luz del alma de nuestra tierra trabaja como Buddhi a través de la Jerarquía. El alma del planeta está enfocada a través del centro de Shamballa; su mente se expresa a través de la humanidad. Al igual que nuestra mente se manifiesta a través de pensamientos y acciones, el trabajo del Manu crea las formaciones de materia. Como el gran arquitecto, él observa que las formas de los seres sean moldeadas de manera que progresivamente absorban una mayor medida de luz y que los seres se eleven lentamente a reinos superiores. La ley de la evolución humana se llama la Ley del Manu, el da el Dharma a los humanos, cómo deberían vivir según su destino. Si vivimos según esta ley, ganamos equilibrio y conocimiento.

La Ley del Manu

El código dado por Vaivasvata Manu incluye códigos de conductas sociales, éticas y espirituales. Él dio a conocer sacramentos para ayudar a la gente a elevarse desde el nivel animal a una vida yóguica. Dio el matrimonio como el mejor sacramento para los seres humanos: dos compañeros de alma que deben estar juntos y que viajan juntos por encarnaciones. Tal compañía, donde la relación es una comunión de las almas y no orientada hacia los cuerpos, es el propósito más elevado del matrimonio. En esta compañía monógama, los socios aprenden a compartir uno con el otro, a sacrificarse y a vivir en el corazón del otro. Cuando son separados exteriormente, a través de la muerte, permanecen conectados en el corazón, y ni el hombre ni la mujer se casan otra vez.

Manu hizo del acto natural del sexo, un ritual. El disfrute del sexo debe ser experimentado como una adoración, como una unión bajo la guía de los planetas en buenas combinaciones, para dar a los niños posibilidades armoniosas para encarnar. La estructura de la familia enseña a compartir responsabilidades y a respetar los enfoques del otro; da la base para la cordialidad y el desarrollo de la conciencia de grupo.

Esta fue la ley original para vivir juntos; sin embargo, se degeneró. Los falsos valores y la presión de la vida moderna han fatigado a muchos hombres y mujeres y les ha hecho conocer muchas situaciones innecesarias. Los niños también entran en un ambiente sofocante en las escuelas a una edad temprana. Los valores más elevados volverán en el nuevo ciclo de tiempo. En la estructura social de la era de Acuario, el grupo familiar debe ser restructurado conforme al concepto de Manu y los Maestros de Sabiduría; y la educación debe proveerse en casa otra vez, para poder impartir algo valioso a los niños.

Nuevos Modelos para los Cuerpos

Es la responsabilidad del Manu el contribuir al desarrollo de las formas del cuerpo humano para que podamos vivir como almas y cumplir nuestro plan. Si nos identificamos con la personalidad, que es simplemente un instrumento para la expresión del alma, nos olvidamos que somos un alma y que tenemos un cuerpo; nos convertimos en prisioneros de esta identidad equivocada. Un impulso descendió de los planos supra cósmicos a principios del siglo pasado para permitir que los seres humanos entren en la subjetividad con más facilidad. El Maestro CVV recibió, asimiló y transmitió la Energía de Síntesis para acelerar la evolución del planeta.

El Maestro CVV hizo declaraciones increíbles. Dijo que las estructuras de nuestros cuerpos muestran deficiencias y debilidades y que la glándula pituitaria tiene que ser rectificada, porque adolece de muchas limitaciones. Él le había dado instrucciones al Manu para preparar nuevos moldes. Los nuevos modelos del cuerpo podrían permitir a los seres humanos volverse subjetivos y alcanzar el plano búdico. Las personas a su alrededor pensaron que el Maestro se había vuelto loco, pero sus declaraciones se han hecho realidad.

El Manu comenzó preparando nuevos moldes según las sugerencias del Maestro CVV. “Los cuerpos que se construirán de ahora en adelante llevarán una pituitaria nueva”, dijo el Maestro. Como resultado, los humanos nacidos después de la segunda Guerra Mundial tienen mejores cuerpos que aquéllos que nacieron antes. Se hicieron mejoras adicionales en 1962, 1976, 1988 y 2005. Así los niños que tenemos hoy son mucho más eléctricos y receptivos; ellos van bien con la era de Acuario. Sus percepciones son mejores, más profundas y más rápidas que las de las personas mayores; también pueden manejar mucho más rápidamente aparatos electrónicos como las computadoras. Nunca antes los modelos humanos tuvieron cambios tan rápidos. Ahora se espera que cada diez años hagamos el progreso de un siglo.

Fuentes: K.P. Kumar: Maestro C.V.V. - Las Regulaciones de Saturno / Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: El Maestro CVV. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta España.