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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

La Obra de la Vida

El Uno y los Muchos

Play of Life Las enseñanzas de la sabiduría consideran a toda la creación como una obra o representación del ser eterno. La existencia Una desciende en las cualidades de la creación, de modo de representar diversos papeles. El Uno hace que todos los seres sientan que son diferentes a Él, y así la Unicidad aparece como multiplicidad. Sin esta ilusión, no existiría el juego de transformarse y pasar de un estado a otro. Mientras que el Ser eterno se exterioriza como tiempo, fuerza y naturaleza, la conciencia del trasfondo, en tanto que existencia eterna, permanece inconmovible por ello, de igual manera que un observador, observando los pensamientos que salen de él, permanece sin ser afectado por ellos.

En su interacción con la materia, el fuego generado fuera del espíritu interactúa con la materia y entonces este convierte a la materia a estados más densos. Esto se llama el juego entre el Espíritu Padre y la Madre Naturaleza, entre Shiva y Shakti. Shakti es doble; es la materia primordial, así como también, el fuego que anima la materia. En las enseñanzas teosóficas, la materia y el aspecto del fuego son vistos como si estuvieran separados, y la parte del fuego se toma como el Hijo. Este fuego que surge de la fuente al que llamamos “El Dios Innombrable” rige toda la creación, y finalmente regresa nuevamente al Padre. Este proceso también se presenta simbólicamente como una serpiente circular que circunda, al tiempo y al espacio. Cuando la creación entra en la materia, ésta es descrita, como una serpiente que se desenrolla a sí misma. El desenrollarse tiene un comienzo aparente; viene hacia lo material denso, y después asciende nuevamente a lo sutil. El descenso se describe en las escrituras como el “Descenso de la Serpiente del Árbol de la Vida”. No es algo malvado como es mal entendido por el ignorante, sino que es una parte de la obra completa, de igual manera que existe el día y la noche y a cada Luna Llena le sigue una Luna Nueva.

La Naturaleza lo revela todo a través del tiempo, y con el tiempo, lo reabsorbe todo nuevamente. Nos guste o no, cuando salimos, estamos ya en el área de juego y tenemos que pasar a través de todo y desempeñar nuestro papel en el conjunto. Cada uno de los billones de billones de seres se comporta de una manera única, diferente a todos los otros. Es como en una gran película. Si todos los actores se comportaran de igual manera y dijeran lo mismo, la película no tendría sentido. A causa de los diversos puntos de vista, hay visiones diferentes y patrones infinitos de comportamiento. No existe tal cosa como la oposición en la creación; solo es un opuesto aparente, de modo que la obra pueda continuar. Cuando en un juego dos personas juegan frente a frente, no significa que son enemigos, y también el héroe y el malvado en el cine sólo pelean en la película, no en la vida.

Actuación

Todo el asunto, es una actuación, en la que aprendemos a jugar hábilmente y con alegría, pero no somos el papel que desempeñamos en la obra. Con frecuencia olvidamos que sólo representamos un papel y entonces nos convertimos en el papel que asumimos. Entonces la obra, se convierte en una realidad para nosotros y somos engañados por la Gran Obra. Esta ilusión es la causa de todos los problemas y crisis, por las diversas visiones y opiniones que tenemos sobre otros y a causa de las cuales sufrimos. Debemos permanecer en la conciencia del alma y darnos cuenta que: somos unidades de conciencia que desempeñan siempre diversos papeles. En algunas vidas, el alma desempeña un papel femenino y en otras un papel masculino. Algunas veces desempeña el papel de un hombre de negocios, en otros momentos, el papel de un policía. Pero el alma no es la mujer ni el hombre, ni un hombre de negocios, ni un policía. Existen actores que han participado en más de 100 películas, y saben que no son los caracteres asumidos en la película. Nosotros también hemos participado en muchas películas, a través de muchas encarnaciones. Pero nos identificamos con los papeles asumidos por la personalidad y nos convertimos en aquello con lo que nos identificamos. Nos definimos como hombre o mujer, como europeo, como asiático, etc. Fijamos nuestras definiciones, perdemos nuestra identidad original y asumimos una identidad incorrecta. El propósito del yoga es recuperar la identidad original por medio del conocimiento de sí mismo y la auto-realización.

Desempeñamos tantos papeles: en relación con la pareja somos esposo o esposa, para nuestros niños padre o madre. Los papeles vienen y se van. Antes del matrimonio, el hombre no es un esposo y la mujer no es una esposa. Después de la boda tienen la sensación de que son esposo y esposa. Ser esposo o esposa es solamente una relación, un papel que desempeñamos con respecto a otra persona. Somos maestros sólo para aquéllos que se dejan enseñar, somos consultores sólo para aquéllos a los que consultamos. Muchos colocan placas en sus casas y se auto-denominan consultores. No obstante, no son consultores para quienes no quieren ser consultados. Cuando viajamos somos viajeros. Si luego perdemos un avión y tenemos que esperar como muchos otros, la espera es peor cuando nos consideramos como consultores importantes.

Para nosotros mismos, no somos ningunos de estos papeles; no somos padre o madre, ni siquiera hombre o mujer, sino conciencia localizada, “Yo soy”. “Yo soy” es permanente y tampoco conoce género. “Soy esto o aquello” es solamente verdad en relación con algo o con otra persona. Hay un refrán oculto: “Vivan en buenas relaciones, pero no desarrollen las relaciones. Sean amistosos, pero no desarrollen la amistad.”

Reglas del Juego

Un buen artista desempeña el papel en la obra, de tal manera que los espectadores la aceptan como si fuera verdad. Él actúa como si estuviera llorando, pero no llora realmente. Si llorara realmente, continuaría estando triste después de que la obra hubiera terminado. La obra produce alegría cuando recordamos que es una representación y no tenemos la sensación de que es en serio. Si jugamos para ganar, el juego ya no es divertido. Surgen la tensión y el miedo de perder. Podríamos incluso intentar manipular para obtener un resultado, especialmente cuando se refiere a dinero. Cuando hacemos dinero jugando sucio a otros individuos o a la sociedad, esto conduce al descontento y a estados de ánimo desdichados. La pureza de nuestros ingresos, decide la pureza de nuestras vidas, lo que significa que es mejor mantenernos alejados de juegos sucios.

De igual manera que cada juego tiene sus propias reglas, sucede lo mismo, con la obra de la Naturaleza. No podemos decir que es sólo un juego y considerar las reglas como si no tuvieran sentido o romperlas. En el juego, las reglas son válidas. Con el fútbol la regla es: “no tire la bola en su propia meta.” Los jugadores aceptan las reglas voluntariamente y comienzan el juego sin quejarse por ellas. Él que se queja, no ha entendido el juego. El juego llega a ser embarazoso para nosotros cuando no sabemos jugar y no seguimos las reglas. Entonces deseamos que el juego termine rápidamente. Cuando, sin embargo, jugamos hábilmente, el juego genera alegría y no tenemos prisa por dejar el campo de juego. De igual manera, no podemos retirarnos del juego de la creación. El secreto de la actitud correcta es: “no fui yo quien ha comenzado todo el juego, por tanto no me preocupo, pero represento mi papel en el todo.”

Jugando con Maestría

Actuar de forma juguetona no significa actuar irresponsablemente. Un maestro ve el juego de la dualidad y representa su papel en él, sin ser afectado por el juego. Él hace las cosas de forma juguetona de una manera tan perfecta que no podrían ser hechas de mejor manera. Estamos sólo a punto de aprender este juego y aún tenemos muchos problemas con él. No obstante, si el maestro nos dijera: “es sólo un juego”, reaccionaríamos airadamente. Es normal que experimentemos fracasos muchas veces, y no debemos sentirnos desalentados. Poco a poco aprendemos a sonreír ante cada fracaso y lo intentamos nuevamente.

Krishna permanecía juguetón en todos los actos que sucedieron a través de él y alrededor de él en la vida. Él era original y mostraba un interés profundo por cada individuo al que se encontraba. Cada maestro vive fuera de la fuente de la existencia y es así, que es totalmente diferente del modo y de la experiencia de otro maestro. No tiene ningún punto de vista fijo y ninguna estructura definida. No podemos esperar que conduzca las cosas conforme a cierto patrón. Está más allá de todos los patrones y puede adaptarse a cada estructura. Su comportamiento es original, nuevo, y por tanto encantador y vivaz, una hermosa representación del ser. Todo el juego de nuestra vida consiste en ganar perfección y maestría en la obra y darnos cuenta, que quien está trabajando de manera juguetona con todo, sólo es el UNO.

Fuentes: K.P. Hércules / notas de seminarios. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta España.