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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Adoración

Manteniendo la Conexión

Adoración

La conciencia universal lo permea todo y fluye a través de todo y también está dentro de nosotros. Esta conciencia es el trasfondo de todas nuestras actividades, no importa lo que hagamos. Es como una pantalla en la que se proyecta todo tipo de películas. Por la mañana, cuando despertamos, nos proyectamos en la vida exterior, con la conciencia Una como la base. En la vida cotidiana, sin embargo, olvidamos rápidamente que salimos del trasfondo y caemos en un estado de no ser conscientes o de ignorancia. La meditación, la oración, el ritual y la adoración se dieron como un medio para evitar esto. Nos ayudan a sostener conscientemente el hilo de la conciencia y nos recuerdan el origen.

Los ejercicios son necesarios hasta que la conexión se ha convertido en un hábito fuerte. Los iniciados continúan con sus ejercicios incluso cuando ya no los necesitan porque son un ejemplo que otros deben seguir. Si permanecemos constantemente conectados con la conciencia de fondo, experimentamos alegría y conexión. Una invocación dada por el Maestro EK dice: “Que podamos vivir en la conciencia del trasfondo; que realicemos transacciones de luz por medio de la alegría”.

La oración nos conecta con la conciencia una; a través de la adoración nos sumergimos en ella y a través de la meditación vivimos como parte de ella. Podemos pedir algo a Dios porque Él es el dador. Muchos piden cosas a lo Divino, comenzando por el pan de cada día, pero esta petición nunca termina. Es mejor ofrecernos a través de la adoración a lo Divino, por amor y devoción, sin ninguna expectativa. Lo Divino sabe lo que es mejor para nosotros. Pero también podemos pedir recibir la fuerza y el poder necesarios para el crecimiento de la conciencia. Es muy eficaz cuando nos ofrecemos a un Maestro o a una deidad antes de ir a dormir; entonces inconscientemente vivimos en su presencia y lentamente nos volvemos más iluminados. También podemos imaginar un tono dorado o un azul relajante que nos rodea mientras dormimos. Así ocurren muchos ajustes en el plano emocional y en el mental.

Tan pronto como despertemos, deberíamos reconectarnos inmediatamente. A través de la meditación, la adoración y la oración fortalecemos y renovamos este esfuerzo. De esta manera construimos un puente entre los planos inconscientes y conscientes. Las enseñanzas de la sabiduría recomiendan comenzar el día adorando lo Divino para alinear nuestra mente correctamente y recibir siempre los pensamientos correctos. Es importante limpiar el cuerpo primero. El agua no sólo limpia físicamente, sino que también nos da frescura y vida. Cuando el cuerpo, la mente y los sentidos son purificados, estamos listos para alinearnos con lo Divino. Si no nos hemos purificado física, emocional y mentalmente e invocamos la Luz, la invocación no nos ayuda.

Una adoración esporádica o un ritual emocional tampoco nos ayudan. Debe ocurrir de forma rítmica y regular; todo el universo está construido sobre el ritmo. Cuando cantamos OM regularmente, u otro mantra, con reverencia, nos protege, nos dirige de la manera correcta e ilumina nuestra mente. A través de la adoración regular seguimos conectados con lo Divino, incluso cuando pasemos por problemas y tiempos de crisis. Todas las oraciones y meditaciones terminan en adoración. Con esta adoración, la energía desciende cada vez más en nuestra forma, entra en todas las glándulas para que puedan funcionar bien, y recibimos la voluntad, el conocimiento y la capacidad de actuar.

La Persona Cósmica

Durante miles de años la Persona Cósmica ha sido adorada junto con la Madre Cósmica para la limpieza interior y la alineación y con este propósito se utiliza el mantra SRI RAM en particular. El sonido “R” es el sonido semilla del fuego cósmico y RAM es el nombre del Dios Sol. Sri es el nombre de la Madre en todos sus aspectos; significa poder, sabiduría y conocimiento. La cualidad esencial de la Persona Cósmica es la ubicuidad y la perfusión como conciencia.

Este principio de perfusión es QUE YO SOY. También se llama Virat Purusha, Vishnu, Cosmic Christ, Adam Kadmon, etc. Desde los tiempos más antiguos, la Persona Cósmica ha sido adorada a través del sol. Él permea a través del sol triple como el cuarto. El sol era considerado como una imagen de Dios, no como Dios mismo, sino como una representación de la verdad. La gente adoraba al Sol para recuperar la inteligencia y el brillo perdidos de la conciencia. Tanto como el alma individual se refuerce del alma universal a través del sol, de igual forma el alma individual cumple su plan en la tierra a través de la personalidad. Más tarde se perdió la comprensión y la adoración del sol espiritual. Ahora están siendo reintroducidos a través de las enseñanzas de la Jerarquía para toda la humanidad. Con toda adoración debemos recordar que sólo adoramos a la Persona Cósmica.

Aceptando una Instancia Superior

El Señor o el Maestro no se complacen cuando simplemente lo adoramos y no hacemos nada por nuestros semejantes. Ellos son complacidos, cuando trabajamos por las criaturas de la Creación, porque la Creación es su hija, y en la medida en que trabajamos por sus hijos, Él es feliz. Si hacemos un buen trabajo con nuestras capacidades, pero sin adorar lo Divino, podríamos caer en orgullo. Adorar significa que aceptamos una instancia que está por encima de todo y nos da todo y le mostramos gratitud. Así, nos volvemos modestos y humildes y luego somos saciados por la obra.

Cuando honramos a un mediador de lo Divino, nos hace bien, pero es peligroso para el mediador si no está en la luz. A través de una forma adoramos a Aquél que está detrás de la forma. Un verdadero canal del Señor no se apropia de la alabanza para sí mismo, pero tampoco se siente avergonzado cuando alguien lo adora porque sabe a quién la gente realmente adora. Un verdadero Maestro da en silencio toda la adoración y el respeto que se le muestran a Aquél para quien están destinados. Sigue siendo siempre un canal sencillo para que el Señor actúe en la objetividad y para las personas, una oportunidad de entrar en comunión con el Señor.

La Divinidad o los Devas no necesitan nada de nosotros, ni oro ni objetos de valor, pero se complacen cuando los adoramos. El uso de flores durante la adoración atrae a los devas y se activan en el ambiente donde adoramos. Pueden ayudar en nuestra adoración. Si tenemos en nuestra casa un lugar especial para la adoración y la devoción y constantemente oramos orar allí, el Maestro nos dará su presencia allí. Por tanto, es bueno tener un altar / o santuario donde pongamos luz y fragancias y, si es posible, una imagen del Maestro.

La oración y la adoración no deben ser emocionales por naturaleza, pero la mayoría de la gente es muy emocional hasta ahora. Usualmente, nuestros pensamientos son también bastante turbulentos. Esto afecta nuestras acciones y puede llevar a problemas e incluso a enfermedades. A través de la devoción y la adoración, nuestros sentidos están hechos para converger y nuestra mente se recoge. Los sentidos alineados y una mente recogida son como un carro con cinco caballos corriendo en la misma dirección. El plan de trabajo está contenido en una mente recogida. El sexto rayo da veneración al servicio. La devoción y la adoración permiten que una obra se realice de manera consistente y con profundo interés.

La devoción no debe confundirse con la emoción. Cuando el Maestro Djwhal Khul dijo: “El sexto rayo está desapareciendo”, no se refería al sexto rayo en su conjunto, sino a su parte emocional. En una persona que realiza el servicio con veneración, también hay un ritmo de trabajo constante. En consecuencia, la adoración conduce al séptimo rayo.

Una Fuerza Constructiva

A algunas personas les gusta el silencio y la tranquilidad, pero gustan de la adoración y la devoción. Muchas personas creen que los han superado. También hay mucha rebelión contra los rituales ya que su significado a menudo permanece oculto y, como resultado, parecen muertos e inútiles. Pero cuando nos damos cuenta de que la adoración y los rituales son una fuerza constructiva, la cooperación se hace posible. Al Maestro no le gusta que no nos gusten ciertas cosas. El verá que nos guste orar, cantar y adorar y que aprendamos a hacerlo. No se nos obligará, pero las correcciones se harán desde dentro. La falta de inclinación es una debilidad y una limitación. El Maestro se asegura de que no tengamos tales aversiones. Las oraciones y las meditaciones se complementan, se apoyan y se promueven entre sí. Una mezcla bien compuesta de oración, adoración y contemplación nos hace más completos.

El Maestro EK trajo de vuelta la adoración de las deidades junto con el Yoga del Maestro CVV. Eso hace maravillas y puede hacer esplendorosas nuestras vidas. Nuestra vida puede ser muy espiritual, pero no esplendorosa. El esplendor proviene de las inteligencias de los Devas. En el momento en que reconocemos las inteligencias superiores a través de la adoración y nos conectamos con ellas, comienzan a trabajar a través de nosotros. Nos apoyan sin querer nada de nosotros. Sin embargo, si adoramos sin saber lo que estamos haciendo, no se establece esta conexión.

Una verdadera adoración interior es seguida por el silencio. Estamos entonces tan profundamente comprometidos dentro por tanto tiempo que nuestros sentidos y nuestra atención quedan reindidas en nosotros. Cuando inmediatamente comenzamos a hablar de nuevo después de un largo ritual o adoración, significa que no estábamos dentro. Esto significa que no había meditación sobre la luz interior. Cuando la adoración progresa, el silencio y la tranquilidad se manifiestan.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: De la pluma del Maestro. Notas de seminarios. / E. Krishnamacharya: Mandra. Una Versión Acuariana del Bhagavad Gita. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com//