Presentación del Libro

Gestión de un Hospital de la Nueva Era

por el Dr. K. Parvathi Kumar Vista Previa de los Libros - Curación

Gestión de un Hospital de la Nueva Era

Descripción breve:

La necesidad de un toque de curación es eminente hoy en todos los centros de atención médica, incluyendo los hospitales donde hay un ambiente de práctica de la medicina de alta tecnología. Este libro se publica especialmente para los doctores de hoy, profesionales de la salud y hospitales. El texto ha sido sintetizado de una charla dada por el Dr. K. Parvathi Kumar en un hospital indio de la Nueva Era, que fue muy bien recibida tanto por los médicos,como por los directores médicos y por los profesionales de la salud. El autor piensa que los hospitales tienen que convertirse en templos de curación, las industrias en templos de trabajo y las instituciones educativas en templos de estudio.


Dhanishta, Visakhapatnam, India / Suiza 2010
(edición en Inglés, Alemán, Español, Francés)
ISBN 978-3-9523338-4-6

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Muestra

El Toque de Curación en el Hospital

Hoy es evidente la necesidad de un cambio en la sanidad, en todos los centros asistenciales incluyendo los hospitales en donde hay un ambiente de alta tecnología médica. Como la asistencia se hace cada vez más técnica y mecánica, el aspecto humano gradualmente desaparece. Después de todo, no se puede pasar por alto en toda curación, la relación médico-paciente, ya que es sagrada. Las largas listas de espera en los hospitales debidas al incremento de pacientes, causan que se realice un trabajo mecánico, con un tiempo limitado, por parte de los doctores y del personal sanitario. El toque humano es relegado a una posición secundaria cuando tendría que permanecer en todo momento en una posición preferencial. Este no puede ser considerado insignificante y sin importancia. Cada vez más, el poder se acumula alrededor de los directivos y especialistas que están sumamente ocupados con sus largas listas de espera y por consiguiente esta misma presión es direccionada de los directores de la sanidad a sus trabajadores.

El poder no puede ser la base de la práctica sanitaria. El amor es la base de la salud y de toda actividad curadora. El amor genera la curación. “Donde hay amor, hay curación”, es una afirmación antigua. El ambiente hospitalario tiene que ser tranquilo y amistoso. Un acercamiento más humano es una necesidad en este momento. El paciente que visita un hospital hoy, generalmente esta bajo presión e inhibido. Debido a la enfermedad, el paciente esta inhibido. En los muchos casos, planea sobre él, el miedo y los inhibe todavía más. La sospecha y la duda, siguen al miedo, además los pacientes están sometidos a pensamientos negativos y depresivos. Cuando se esta expuesto a un ambiente de alta-tecnología, esto añade cierta negatividad a su problema. Es demasiado esperar que los pacientes sean bien informados de su enfermedad. Generalmente tienen poca información que desaparece por completo cuando tienen miedo. Los pacientes se inhiben y los médicos están muy ocupados. Los acompañantes de los pacientes están desorientados, sobre todo en las intervenciones quirúrgicas. Debería ser tenido en cuenta que el paciente medio de hoy esta lleno de miedos y tiene poca información.

Es obvio que cuando un médico toma la tensión arterial a un paciente, esta es ligeramente más alta de lo normal. Cuando hay que comprobar la glucemia un día, el paciente se estresa ya el día anterior, produce tanto azúcar que muestra unos niveles más altos de lo normal. Deben de ser consolados, arropados con humor para crear una atmósfera amistosa. Las mediciones de glucemia y de tensión arterial, en una atmósfera amistosa son mucho más exactas que en una atmósfera tensa. Muchas veces el paciente nos dice, que en casa, el azúcar, no lo tiene tan alto ni tampoco la tensión, esto no puede obviarse. Una atmósfera acogedora es una necesidad actual.

La orientación positiva de los pacientes hacia el médico es muy importante y puede ser hecha desde un acercamiento amistoso del médico hacia los pacientes. Los doctores tienen que ganarse su amistad para poder dejar que fluya su energía sanadora. Desde el momento que los médicos trabajan sin cesar para mejorar la salud de sus pacientes, llevan consigo muchas energías de curación de las que puede que los mismos médicos ni sean conscientes. Los gestos amistosos de los doctores permiten la transmisión de estas energías, son más bien un aspecto sutil en la curación. Esta energías son mejor transmitidas a través de la risa y por las miradas de amistad y de compasión. Las palabras tranquilizadoras también ayudan. El humor apropiado en cada momento es ideal. Se dice que un médico sin humor no es un buen médico. El humor y la sonrisa son sólo una parte de la salud y de la actividad curativa; si uno tiene la intención de ser un doctor ó un sanador debe cultivar tales cualidades. Todo lo que se ha dicho para los doctores es también aplicable para el equipo que le apoyan, como las enfermeras y el personal de limpieza. Tienen que llevar la sonrisa en los labios, palabras de compasión y trasmitir al paciente, que él ó ella son lo más importante en ese momento. Estos son unos pocos fundamentos para transformar un hospital moderno en un templo de curación. Pero se pueden decir muchas más cosas al respecto.