Cuerpos de Luz

Enseñanzas de Sabiduría
Existencia Etérica
|El Cuerpo Etérico

Muchas personas creen que somos el cuerpo físico y que morimos con este cuerpo. Pero es ignorancia identificarse con el cuerpo. Es como una casa en la que vivimos. Somos los habitantes de la forma; hemos entrado en ella para experimentar el esplendor de la creación y encontrar la realización. Siempre volvemos a una forma porque aún no hemos experimentado el potencial total hasta la realización.

La mayoría de las personas no sabe que el cuerpo de carne y hueso tiene el potencial para desarrollar dos cuerpos más. Con la ayuda de nuestro cuerpo podemos formar un cuerpo de luz dorada y un cuerpo de luz de diamante. Con el cuerpo físico podemos experimentar el universo visible y con los otros dos cuerpos sutiles podemos experimentar el universo sutil y el causal.

Cuando llegamos en el cuerpo físico como almas, llegamos desde un plano más allá del plano causal; el alma llegó a través del causal y del plano sutil y entró luego en el plano físico. Nuestra formación dentro de la forma humana ha pasado por todas estas etapas.

Las escrituras Védicas dicen que el cuerpo humano es una rara oportunidad dada al alma. Es el medio para el cumplimiento y la realización de cada logro mundano y super mundano. En ningún otro cuerpo es posible alcanzar el conocimiento de alcanzar la verdad y, a través de un uso adecuado de la forma, de crear los cuerpos, dorado y el de diamante - al menos uno de ellos. Con el cuerpo dorado, es más fácil formar el cuerpo de diamante. Pero sin el cuerpo de carne y hueso, no podemos construir los otros cuerpos.

El cuerpo físico es la materia prima, así como la leche es la base de la mantequilla y del “ghee”. Cuando se recoge la mantequilla de la leche y se forma una bola, la bola flota en la leche; no se mezcla con ella otra vez. De la misma manera, cuando nuestro cuerpo se somete a transformación a través de un proceso específico de yoga. éste desarrolla desde dentro el cuerpo de luz dorada. El alma entonces flota con el cuerpo de oro dentro del cuerpo de carne y sangre.

El proceso yóguico que produce el cuerpo dorado se realiza llevando a cabo la unión de la célula de fuego con el fuego de prana. La preparación de este cuerpo es un paso importante en el camino del yoga; requiere una vida de servicio y una orientación hacia la vida circundante, junto con la contemplación y la meditación.

Este cuerpo dorado de luz ha recibido varios nombres: cuerpo sutil, cuerpo etéreo (del cuarto éter), Antahkarana Sarira o también Sukshma Sarira. Los planos físico-denso, emocional y mental son también de éter, pero son etapas más burdas del éter. La luz dorada del cuerpo etérico se relaciona con el estado Búddhico del éter. Emerge del loto del corazón y los aspirantes finalmente ganarían el toque del amor puro. No debemos confundir el cuerpo etérico con el cuerpo del alma. El cuerpo causal es el vehículo del alma. El alma misma es el vehículo del espíritu. El cuerpo etérico es de luz dorada; el cuerpo causal es de luz de diamante.

El cuerpo de tonalidad dorada es como una forma miniatura del cuerpo de carne y sangre; tiene los mismos contornos y características. La forma miniatura es flexible en su naturaleza. Puede crecer grande o pequeña y puede incluso volar. Con este cuerpo de oro, podemos salir conscientemente del cuerpo físico, movernos alrededor y volver a él. El aspecto más importante de este cuerpo es que sobrevive al cuerpo de carne y sangre. Vive mucho más tiempo y el cuerpo de luz de diamante tiene un ciclo de vida todavía más largo, pero también tiene un final.

La ciencia del yoga fue recibida por los antiguos videntes para trascender la muerte y lograr la inmortalidad para que podamos disfrutar de la continuidad de la conciencia. Cuando hemos construido el cuerpo de luz de oro, el cuerpo de carne y sangre puede desprenderse a su muerte; lo dejamos entonces en conciencia total y permanecemos en el cuerpo de luz dorada. Esto se llama nirvana. Así, podemos volver a nacer conscientemente y resumir el yoga a una edad muy temprana y seguir nuestra meta en el cuerpo de oro.

La meditación durante la luna llena nos ayuda a construir el cuerpo etérico de luz dorada; si nos alineamos con las energías de la luna nueva, se realizan ajustes en nuestro cuerpo de deseo. Así, la alineación a los ciclos de luna nueva y luna llena nos ayuda en nuestro camino.

En un estado más avanzado, construimos el cuerpo de luz de diamante y nos liberamos del cuerpo de luz dorada. Entonces estamos en un estado de conciencia llamado Paranirvana. Para que el cuerpo causal nazca en nosotros, tiene que abrirse el centro Ajna. Por tanto, en Ajna contemplamos la luz de diamante.

Más adelante podemos incluso liberarnos del cuerpo de luz de diamante porque sigue siendo una limitación. Esto se llama Mahaparanirvana o la destrucción del templo de Salomón. Luego, somos sólo el alma que es el vehículo del espíritu. Entonces la experiencia del alma es solo QUE YO SOY y experimentamos la eternidad.

Todos los grandes iniciados permanecen con Brahman cuando su tarea es lograda. Según la voluntad de lo divino, pueden tomar los cuerpos nuevamente para trabajar por el bienestar de la humanidad en este planeta. El Maestro CVV dijo: “Mi trabajo es asegurar que realicen a Brahman. Para hacer esto, permitiré una formación más rápida de los cuerpos de luz y así podrán darse cuenta de que la muerte no existe.”

El Maestro CVV acelera el proceso por el cual se construye el cuerpo sutil a partir de la materia del plano Búddhico, el cuarto éter. Él asegura que la forma etérica se condense para que toda la memoria se mantenga en él y que tengamos el libre albedrío de encarnar o no a encarnar de nuevo. Él dijo: “A quien me invoca, le doy mi presencia y reparo todos los defectos en su cuerpo, transmuto sus células y le doy un cuerpo dorado para que pueda salir conscientemente del cuerpo y no experimente la muerte.” Anunció con gran convicción que cualquiera que siga este camino del yoga no muere, sino que trasciende la muerte.

El cuerpo causal de luz de diamante es el cuerpo de la memoria. También se llama Vajra Sarira, Karana Sarira o Linga Sarira. Nos hace sentir «YO SOY». Si nosotros, como 'YO SOY' nos mantenemos independientes de los demás, lo experimentamos como 'Yo y el otro', 'Yo y tú'.

Este 'YO SOY' recoge ideas y experiencias, así como karma de encarnación a encarnación. Karma, en sánscrito, significa acción. Mientras nuestras acciones sean hechas con un motivo personal y en aras de un resultado, estamos en el mundo causal donde la causa y el efecto continúan atándonos. Esto es lo que llamamos acciones con consecuencias. Si creamos consecuencias, también debemos reaccionar nuevamente a las consecuencias. En las escrituras hay una declaración: “Sea secuencial pero no consecuencial. No cree consecuencias para sí mismo”.

La vida de los iniciados nos da un ejemplo correcto de acción sin causa. En su hacer cosas, sólo hay hacer, porque algo debe hacerse, y esto se hace en armonía con la naturaleza. No hay ningún motivo personal, ni deseo ni no deseo. La experiencia pura no es causal, no hay 'por qué' o 'porque'. Si le preguntamos a un niño por qué come miel, el niño sonríe porque no ha desarrollado todavía la psiquis causal. Podría decir, 'Porque me gusta'. Es todo. Como adultos, tenemos muchas razones para todo; significa que no estamos todavía listos para solo experimentar. La experiencia pura no tiene razones.

En primer lugar, tenemos que asegurarnos de que el motivo de nuestra acción es el bienestar de todos. Más tarde, a medida que avancemos en la meditación, abandonaremos también los motivos. Cuando un servicio viene del alma, nos trae alegría y no hay reclamos ni afirmaciones. Trabajamos cada vez más impersonalmente y no tenemos más razones personales para trabajar. Esto debilita poco a poco al cuerpo causal que se disuelve después de un tiempo razonable.

El cuerpo causal es una envoltura del alma; propaga mucha luz, pero luego nos damos cuenta de que no es lo que somos en esencia. Somos el origen del templo y el templo es sólo un medio por el cual trabajamos.

Por tanto, se dice que, tan pronto como se realiza el trabajo, el templo es destruido otra vez. Jesús Cristo dijo: “Puedo destruir el templo y reconstruirlo en tres días”. No se refería al templo de piedra, sino al cuerpo causal, el templo de Salomón, y sabe que él puede reconstruirlo, si es necesario, a su voluntad.

Después de haber disuelto el cuerpo de oro y diamante, nosotros dejamos también la identidad separadora. Estamos en un estado en el que experimentamos la luz a todo nuestro alrededor. Se trata de una luz tan radiante que no es ninguna luz en lo absoluto - no podemos definirla con ningún color. No hay ningún individuo en este plano, y todo lo que queda es una unidad de un laboratorio multidimensional, que persigue sus propios objetivos a través de nosotros. El Señor mismo se asienta en nosotros, con nosotros como Su cuerpo. Como una unidad de conciencia, estamos llenos de alegría por esto.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Los Misterios de Sagitario.. Notas de seminarios. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)