Devoción

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El concepto de devoción es más incomprendido que entendido; la comprensión actual está distorsionada. Típicamente, la devoción es equiparada con la emoción, con sentimientos de fervor religioso. El Maestro KPK incluso dice que existe magia negra ocurriendo en el concepto de la devoción, y cuando intentamos juzgar cosas, rechazamos la devoción por ignorancia.

Muchas personas creen también que la devoción ya no es necesaria porque el Maestro Djwhal Khul ha escrito en sus libros que el sexto rayo de devoción está disminuyendo. Cuando el maestro dijo, “el sexto rayo se desvanece” no quiso decir que el sexto rayo como un todo, sino su aspecto emocional. La devoción es diferente de la emoción. Las emociones perturban la estabilidad de la mente; no son convenientes para las percepciones sutiles.

La devoción de la que estamos hablando aquí no es un sentimiento como normalmente creemos. La devoción es un esfuerzo constante para orientar la personalidad al alma; y esto significa que la personalidad se entrega al alma. Esto también se conoce como el vínculo con el alma, o la entrega al Uno que existe en todo. Hoy usamos también el término: discipulado. Discipulado no significa más que esforzarse en cada momento de la vida cotidiana para conectar con el alma. El capítulo 12 del Bhagavad Gita explica que una persona consagrada no ve en las muchas diferentes manifestaciones más que a ESO – A ESO como los humanos, a ESO como los animales, a ESO como las plantas, a ESO como las montañas.

La devoción es la aspiración a convertirse en uno con ESO. El Maestro EK solía decir: “La devoción significa absorberse en el Señor y experimentarLo.” Sin embargo, cuando lloramos por lo Divino llenos de sentimiento, las emociones bloquean la experiencia de lo Divino. Emoción no es la orientación hacia el alma o lo Divino, pero debemos mostrar devoción no sólo a lo Divino sino a cada acción en la vida. La dedicación tiene que ver con el alineamiento concentrado. La concentración mental no es posible sin devoción. De hecho, la devoción es energía mental pura, sin ninguna coloración por las emociones. La emoción se compara con el agua sucia y la devoción con el agua destilada.

La devoción actúa como compasión y amor, como la capacidad de sentir otras personas y lo que necesitan. Cuando las personas emotivas se vuelven devotas, hacen mucho más trabajo que las personas orientadas mentalmente porque están inspiradas por un impulso. Por tanto, es fácil para estas personas trascender el plano mental también. Sólo en el plano búdico, experimentamos la Luz. Si queremos llegar a dimensiones más sutiles de la mente y alcanzar el plano búdico, necesitamos devoción.

El maestro del primer rayo, Morya, hoy trabaja con el sexto rayo de devoción porque descubrió que una persona que está llena de devoción toma los pasos antes y más rápidamente que alguien que lucha con su propia mente todo el tiempo. No podemos decir que el Maestro Morya no funciona con el sexto rayo y que éste es el rayo del Maestro Jesús. Cada Maestro tiene todas las cualidades de cada rayo; ellos trabajan de acuerdo al Plan y no conforme a lo que pensamos.

La psique occidental está orientada predominantemente, hacia la mente, mientras que en oriente predomina la devoción emocional. Pero eso no significa que en el occidente no existan esos tipos, y también en el Este hay personas fuertemente orientadas mentalmente. En general, no obstante, el quinto rayo de pensamiento científico está más pronunciado en el Oeste y el sexto rayo de devoción en el Este. Esta es una distinción general de la que no puede derivarse ninguna regla. Si usted estimula mentalmente aún más a una persona ya mentalmente orientada, su cabeza se vuelve tan dura como el concreto. Si una persona ya es emocional, no debemos conducirlo aún más hacia las emociones. Si alguien reacciona demasiado con el corazón, tienes que llevarlo a la cabeza. Además, cabe señalar que una persona está sujeta a ciclos en los que es más emocional o mentalmente orientado. En la espiritualidad se dice que la cabeza y el corazón deben estar en armonía.

Una persona con devoción está llena de atención a todas las cosas en la vida. En todo lo que hacemos, debemos estar totalmente interesados, sea lavar platos, comer, ir de compras, o rezar. Si estamos emocionalmente apegados a algo y lo recordamos siempre, entonces esto no es devoción. Cuando compramos zapatos nuevos, pensamos en ellos antes que nada y somos especialmente cuidadosos con ellos después de la compra; pero después de un tiempo el interés disminuye y descuidaremos los zapatos. La devoción significa tener la misma actitud atenta incluso después de dos años. Nuestra dedicación muestra cómo nos ocupamos por las cosas. La devoción es un acto de amor que nos da la presencia y la alegría del aquí y el ahora. La devoción tiene la calidad de la penetración. Cuando trabajamos con dedicación, se propaga a nuestra rutina diaria; así, disfrutamos la vida mejor.

Muchos estudiantes de la sabiduría oculta hacen muchas cosas pero no se dedican a ninguna tarea con total devoción; van aquí y allá, recogen libros de todas partes y gastan mucha energía en ello, pero no tienen ninguna dedicación en el sentido de que no se comprometen a un camino especial de la vida. En un camino elegido de la vida, también se puede hacer otras cosas; lo importante es que regularmente se avance en el camino para que realmente se camine la senda.

Para la meditación se necesita particularmente un sentido de devoción y el deseo de recibir. La meditación no debe ser una actividad rutinaria. Nuestra mente se acostumbra a todo muy fácilmente y lo hace mecánicamente. Si seguimos las reglas automáticamente y perdemos de vista lo Divino, no ocurre ninguna transformación. Por tanto, la aspiración y la devoción son muy importantes para progresar en la meditación. Sólo cuando nos orientamos atentamente al Maestro podemos recibir las impresiones que el Maestro transmite.

Una mente concentrada es como un carro con cinco caballos todos moviéndose en la misma dirección. Sin embargo, si los cinco caballos tiran en cinco diferentes direcciones, el carro se rompe en cinco pedazos. El propósito del sexto rayo es lograr que los sentidos converjan. Cuando los sentidos convergen, la mente también se concentra y podemos involucrarnos mejor en la meditación. Las varitas de incienso, las velas y las flores, así como la entonación del OM u otros mantras nos pueden ayudar también a recoger los sentidos y la mente y orientarlos hacia el interior con devoción. El rosado y el gris-plata ayudan a neutralizar las emociones y a transformarlas en devoción. El rosado calma y la plata limpia.

Si nos dedicamos totalmente a una causa, sea noble o no, nuestra mente se vuelve muy estable. Un atacante suicida, por ejemplo, está tan dedicado a su causa que se mantiene estable y realmente enciende la bomba. Aunque la causa a la que se ha consagrado pueda no ser tan noble, ha alcanzado una mente estable a través de su dedicación total. Quien pasa a través de la quinta iniciación experimenta también una fuerte consagración y una dedicación total. Cristo se ofreció a sí mismo por una causa muy noble. De igual forma, hay historias de personas a las que no les ha importando ofrecer todo lo que poseían por una causa noble, no sólo sus posesiones, sino también sus vidas enteras. Madame Blavatsky se ofreció con total dedicación a la labor del Maestro; no le importaba el resto. Su cuerpo estaba tan enfermo que el Maestro le dijo, “es suficiente, no tienes que terminar la Doctrina Secreta,” pero ella decidió terminar la obra. Estaba segura de que no debería morir antes de terminar este valioso trabajo.

El camino de la devoción, llamado Bhakti en el Este, no es diferente al camino del Yoga. El Yoga recomienda entregarse al Maestro Uno en todo. Bhakti habla de lo mismo. Es el esfuerzo para permanecer en constante relación con lo Divino. El camino del Bhakti es encantador ya que el estudiante está en todo momento en un diálogo con el Maestro o con lo Divino. Cuando alguien le habla, él también habla con el Maestro en el otro. Poco a poco reemplaza a la Divinidad en sí mismo y siente, “yo no estoy ahí, sino tú, lo Divino está ahí”. Por esta razón en los rituales hindúes siempre dicen Namaha - no yo, sino Tú. Es una especie de actitud de oración cuando decimos, nada pido. Ofrezco mi adoración, mi amor y mi devoción a ti.

Hoy frecuentemente se llama devoción cuando alguien venera la personalidad de otro, pero esto no es devoción. Sin embargo, cuando vemos lo Divino en otra persona y lo recibimos con amistad y amor, la devoción nos eleva a la conciencia del alma. También podemos sentir la presencia de un iniciado cuando leemos sus enseñanzas con atención profunda. Las presencia del Maestro está oculta en sus enseñanzas. Durante las congregaciones, cuando la sabiduría se habla y se escucha con gran dedicación, vienen grandes seres en cuerpos invisibles de luz y dan su presencia. Cada uno de estos grandes seres lleva su propia fragancia. Por esto podemos ver que han visitado el lugar y han esparcido bendiciones para nosotros.

Fuentes: K. Parvathi Kumar: Nutrientes para el Discipulado / Notas de seminarios. Dr. E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)