Iniciación 1

Enseñanzas de Sabiduría
Realidades Internas

La palabra iniciación ha tenido diferentes significados. Para muchos significa una ceremonia realizada para un propósito especial. En épocas anteriores, por ejemplo, un estudiante se acercó al maestro con algunas frutas y flores y pretendió iniciarse después de haber hecho un montón de servicio. Cuando el Maestro estuvo contento con el estudiante, le dio una palabra Santa, que le susurró suavemente al oído. El estudiante tenía que mantenerla en gran secreto y repetirla internamente.

La iniciación, tuvo lugar sobre una base individual. Con el advenimiento de la era de Acuario, la Jerarquía observó que este proceso era demasiado lento y lo sustituyó con iniciaciones de grupo que están más enfocadas en lo esencial; se omiten formalidades. En lugar de la anterior relación estrecha entre profesor y alumno, el profesor hoy da el conocimiento a los grupos, y así todos pueden recibir sus propias instrucciones a través de un contacto grupal. No es un evento misterioso sino una expansión de la conciencia, es decir, una estimulación de la conciencia para acelerar el desarrollo.

Esta aceleración se hace posible por la energía de Acuario que entra por medio de Urano. Ésta eleva a la humanidad de lo mundano a los planos súper-mundanos de conciencia para que se borre la ilusión de la muerte. El Maestro CVV dijo: “Yo enviaré a la humanidad en grupos a la tercera iniciación. Me ocuparé de que las iniciaciones ocurran más rápido”.

Iniciación significa expansión de la conciencia a través de un proceso de profunda zambullida interior. La palabra iniciación significa entrar en. Es una entrada en la conciencia original desde donde comenzamos. En sánscrito, esto se llama Upadesha. Cada iniciación es un desarrollo dentro de la luz que somos en nuestra esencia. Es un proceso de hacer que el alma dentro irradie más.

Para ello tenemos que entrar en nosotros mismos y comenzar el viaje interior. Sin embargo, no podemos entrar en el mundo subjetivo con la mente objetiva. La mente subjetiva nace en la primera iniciación. La primera iniciación es el toque de la divinidad, el nacimiento de la conciencia en el hombre. Esto nos gira un poco hacia lo divino. El primer contacto ocurre sin nuestro conocimiento. La segunda iniciación marca la aspiración constante, el fuego de la intención. Aquí vivimos en la objetividad, pero poco a poco desarrollamos dentro un segundo canal de conciencia, por el que la mente subjetiva se convierte en activa con la sabiduría refiriéndose a la experiencia, Buddhi. En esta etapa, a menudo volvemos a casa, en nuestro interior y allí llevamos a cabo nuestros ejercicios.

La iniciación no es más que un entrar secuencial en cámaras internas, una tras otra, dándonos cuenta de tal modo del estado original del ser. La cámara mundana es el plexo solar; la siguiente cámara interior es el corazón. Tenemos que entrar en esta cámara del corazón, la cámara secreta, conocida sólo por nosotros y donde se escucha el sonido que resuena en el centro del corazón. Si no tenemos tiempo para esto, no podemos ponernos contacto con la fuente de nuestro ser. Los ejercicios externos y las oraciones no ayudan.

Para entrar, cerramos los ojos y observamos la actividad interna. Entonces percibimos la respiración y la pulsación. El foco está más en la pulsación que es la base para la respiración. Esta pulsación nos lleva a la pulsación sutil; Esto se llama entrar en nuestro ser. Cuando somos capaces de entrar en la pulsación sutil, ya no estamos asociados con la objetividad. Estamos entonces en la cámara de nuestro corazón, que es una cueva de oro, es decir, nos encontramos con un campo de luz dorada. En la medida en que vamos más y más profundamente en nuestro ser, nos encontramos con una columna radiante, Sushumna. Allí, reconocemos que cada uno en su esencia es un Pilar de conciencia que se ha proyectado hacia el exterior como una chispa de conciencia a través de la apertura del centro del corazón. La mayoría de los aspirantes sólo sabe que son una pequeña parte de una chispa de luz; no saben que son una columna. Esta columna también se llama el bastón de iniciación . Hay un movimiento hacia arriba dentro hasta la cabeza. Por naturaleza tenemos nuestra residencia en la cámara superior de nuestro ser, que es Ajna. Cuando meditamos con toda atención en el corazón exterior, el corazón interior y Ajna, la fuerza de la vida se mueve también lentamente en esa dirección. Ésta es la entrada a la tercera iniciación. Lo que llamamos la tercera iniciación es, conforme a la comprensión del Oriente, la primera iniciación en el reino de la luz. No es más que entrar al plano búdico, la experiencia de la inmortalidad. Entonces comienza el trabajo adicional.

La iniciación no es más que sucesivas entradas en las cámaras interiores, una tras otra, para realizar el estado original del ser. Cuando estamos informados de esto, nos gustaría colocarnos en la cámara más eficaz desde la que podamos gobernar nuestras vidas y ayudar a otros a llegar a ese nivel.

Si alineamos nuestro ser con El Ser, el trabajo del Ser sucede a través de nuestro ser. Este es el estado de un iniciado. Su cualidad es ser pero no hacer. Se permite ser un canal para que el Plan divino se manifieste. La voluntad individual se sintoniza con la Voluntad Divina y, en consecuencia, la Voluntad Divina funciona a través de la voluntad individual: “Padre, tu voluntad se hará.” Deberíamos pegarnos a ESO incluso mientras estamos en la actividad.

Esta es una práctica que no requiere acrobacias intelectuales. Tampoco tenemos que estar muy preparados ni tener un montón de conocimiento ni erudición literaria. Muchos iniciados no han pasado a través de escuelas o universidades. La sabiduría es sencilla y tradicional; no requiere facultades mundanas sino sólo una mente atenta, y eso lo da Dios si nosotros no lo destruimos.

Muchos, sin embargo, están más inclinados a estudiar libros o a escuchar a la sabiduría y están menos inclinados para la práctica del desprendimiento de lo material. El que ha leído muchos libros de Blavatsky y Bailey y puede citar de ellos con fluidez podría vivir en la fantasía de ser un gran iniciado. Pero esos estudiantes tan leídos presentan mayores dificultades para el Maestro porque, en primer lugar, hay que eliminar mucho, antes de que el discípulo comience a vivir los pasos prácticos de sabiduría. Es más fácil con un estudiante virgen.

Nadie puede convertirse en un iniciado leyendo libros. De esta forma no cambiamos. El conocimiento viene desde adentro. El alma está llena de sabiduría; ésta es su naturaleza. La luz del alma no es más que la sabiduría del alma. La clave de esto es el servicio a la vida circundante. Las iniciaciones no ocurren mientras estemos centrados en nosotros mismos o pensemos mucho acerca del discipulado y las iniciaciones sino al involucrarnos intensamente en ayudar a los demás. Las iniciaciones ocurrirán sin ningún esfuerzo especial, cuando nos olvidemos de nosotros mismos mientras servimos. Nos transformamos a nosotros mismos haciendo actos de buena voluntad en gran medida. Cuando el bienestar de otros está antes de nuestras propias proyecciones y sus conflictos resultantes, hemos tomado la primera iniciación. Hay quienes, incluso después de la tercera iniciación, permanecen atados a su propia salvación a causa de su enfoque egocéntrico - siempre queriendo ascender más alto, para ser mayores ellos mismos. Esto no es posible en la era de Acuario. Incluso quien ha alcanzado la cuarta iniciación volverá a servir a la gente y a mostrarles el camino.

Actualmente, las iniciaciones de grupo se planean en círculos superiores, como se ha mencionado antes. Esto ha ocurrido a veces en el pasado con grandes iniciados; ahora, en la era de Acuario, sucede mucho más a menudo. En sintonía con este plan, las personas se reúnen en grupos y trabajan juntos en el camino. Todos los estudiantes, más o menos, se unen al maestro al mismo tiempo. Luego también hacen un esfuerzo más o menos colectivo. Los individuos están haciendo progresos más rápidos debido a su esfuerzo colectivo para cumplir los requisitos para la iniciación. Cuando un grupo se prepara para un examen, es el individuo el que pasa el examen. Así, las iniciaciones son generalmente individuales. Si seis o siete personas pasan juntos un examen, se declaran como que han pasado al mismo tiempo. Así que los aspirantes pueden tomar la iniciación colectivamente.

Por tanto, dice la Jerarquía, “Trata de vivir en un grupo y ve cómo encajas en él.” Las sombras ocultas saldrán. Los problemas que vemos en otros son nuestros propios problemas, no los de ellos. La primera iniciación es que cada uno inicia conflictos en otros. Si existen dos opiniones en un grupo y se encuentra una dimensión más elevada a través de la cooperación, esto es una “iniciación de grupo”. Así, los Maestros dicen: “!Hermanos, cooperen!”

La iniciación de grupo aún no existe para la humanidad como un todo, porque está aún en el jardín infantil. La iniciación es sólo para personas que han cumplido con sus experiencias en el planeta. Las personas que no han estado expuestas a los deberes de la vida cotidiana todavía deben someterse a las experiencias del plano físico antes de que puedan tomar el siguiente paso. No podemos jugar en un equipo de fútbol nacional hasta que hayamos aprendido en un equipo local o regional. Sin embargo, hay personas en todo el mundo que están listos para iniciaciones de grupo. Juntos forman un equipo.

Fuentes utilizadas: K. P. Kumar: Hércules. Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: Mensajes Ultramar 1. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)