Matrimonio y Vida en Familia

Enseñanzas de Sabiduría
Elementos Básicos de la Vida Espiritual
El Matrimonio - Un Sacramento
Libro: Matrimonio - El Sublime Sacramento

Aquéllos que quieren entrar en el reino de la luz no pueden eludir sus deberes y obligaciones en el mundo objetivo. El Yoga de Síntesis dice: “Crezcan bien en todos los aspectos de la vida. Si algo se te niega, es diferente, pero si niegas algo, volverá”. Podemos estar en cada dimensión objetivas y seguir siendo un yogui. La práctica yóguica es un ejercicio subjetivo para llegar a la Luz, de modo que con la ayuda de esta Luz hagamos el trabajo en la Tierra de una manera armoniosa.

Muchas personas piensan que sólo practican yoga y meditación cuando dejan a su familia y abandonan su trabajo. Es un entendimiento incorrecto que uno no debe casarse cuando está en el camino del yoga, o que uno no debe tener hijos, o que uno debe dejar la familia. Aquéllos que ignoran las obligaciones profesionales, familiares, sociales y físicas no se comportan correctamente. En su lugar, debemos aprender a cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades. Cuando lo hacemos, permanecemos libres. De lo contrario, creamos karma.

Hay muchos santos o maestros en forma de sanyasis que no se casan, no tienen trabajo y no tienen su propia casa. Pueden enseñar y sanar, pero sólo se realizan parcialmente y no son yoguis perfectos. Esto no significa que no tengan conocimiento, pero no son modelos a seguir para la sociedad. Los videntes dicen: “Engañados son aquéllos que van al bosque en busca de Dios sin experimentar la vida. El que se retira al bosque o se retira de la vida activa en el mundo está en un estado de autoengaño. Uno no gana la experiencia relacionada y, por tanto, no tiene los conocimientos necesarios.” Uno no conoce los problemas de hacer dinero y vida social; o conoce los problemas de la vida doméstica y la vida conyugal.

Los grandes iniciados son andróginos en su naturaleza, es decir, el macho y la hembra en ellos están muy bien equilibrados. Su naturaleza es perfecta; dependiendo del propósito de su encarnación, llevan una vida familiar o permanecen solteros. La mayoría de ellos vive en familia para darnos el ejemplo de que es nuestra responsabilidad tener hijos y perseguir la continuidad de la vida. Los Siete Videntes - las encarnaciones de los siete rayos - todos viven en familias. Tienen esposas e hijos; tienen su vocación e interactúan con la sociedad. Disfrutan en todos los aspectos de la vida - espiritual y mundana. Por tanto, se destacan como buenos ejemplos para todos. El Maestro Djwhal Khul dice: “Mis discípulos están en medio de la actividad mundana. No tienen miedo de estar en la actividad mundana, pero recuerdan que no son del mundo, que están en el mundo”.

El Maestro CVV dice que su yoga debe ser practicado mientras se vive una vida normal: “Mi energía funciona total y completamente cuando las personas viven en familias. Tanto el hombre como la mujer recibirán Mi energía en la medida en que vivan una vida regulada”. “Él incluso se casó dos veces. Cree en el sistema matrimonial. Afirma que el hogar es la columna vertebral de toda sociedad y no permite que sus seguidores permanezcan solteros.

Hay muchas personas hoy que no creen en el matrimonio. No se sienten obligados a actuar de acuerdo con los patrones religiosos y las viejas costumbres. Esto corresponde a la Era Acuariana. Las parejas viven juntas durante años antes de casarse, si es que alguna vez se casan. Muchos también se separan de nuevo después de unos años de matrimonio. Cuando los padres se separan, los niños experimentan mucho conflicto y ven las acciones de los padres como irresponsables. No importa cuánto compartan los padres la responsabilidad, para los niños una situación separada no es lo mismo que un estado de paternidad armoniosa.

Hay varios tipos de relaciones sexuales, por ejemplo, los matrimonios homosexuales. En nombre de la libertad, las personas pasan por experimentos de prueba y error que se pueden rastrear al karma individual pasado. De alguna manera, las acciones son guiadas por sus almas, que son libres, pero con la experimentación sexual, las personas pierden su integridad y la comprensión de las obligaciones y la responsabilidad. La responsabilidad permite el cumplimiento de las obligaciones, del karma. Los conflictos derivados de la falta de comprensión del sacramento del matrimonio son antiguos. Si entendemos el matrimonio sólo como permiso para las relaciones sexuales, no somos mejores que un animal. Los animales, e incluso los insectos copulan, pero la copulación es diferente del matrimonio. El matrimonio es un sacramento especial para el ser humano. Sólo el hombre tiene la posibilidad de casarse.

Muchos piensan que el matrimonio es una institución social, pero debemos reconocer que detrás de lo social, está lo espiritual. Cada boda llama a energías de sistemas superiores; las inteligencias sutiles siempre son felices cuando se celebra una boda. Es un acto de buena voluntad y sucede para beneficio de todo el mundo y de todos los seres vivos. Vaivasvata Manu, el fundador de nuestra humanidad, pone especial énfasis en el hecho de que el matrimonio es un sacramento. Se considera el más sagrado de todos los sacramentos y proviene del principio del yoga, o del principio de unión. El matrimonio es un símbolo de la unión del espíritu y la materia, de la personalidad y el alma, del alma y la súper alma.

Dios es hombre-mujer, y el matrimonio tiene como objetivo la reunión y la realización de las energías masculinas y femeninas. Hombre-mujer es la belleza de la creación. No hay dominio del macho sobre la hembra o de la hembra sobre el macho. Su belleza, poder y potencial son iguales. Son iguales y son amigos. La energía masculina contribuye tanto a la creación como la energía femenina. Ningún hombre es completamente masculino y ninguna hembra es completamente femenina. En ambos existen las energías hombre-mujer, pero no existen en su equilibrio óptimo. Las fortalezas de un compañero llenan las deficiencias del otro, y viceversa.

El matrimonio como sacramento tiene como objetivo equilibrar las energías del hombre y de la mujer de tal manera que su vida exprese amor en todas sus dimensiones. En su dimensión superior, el amor se transforma en amistad: vivo y te dejo vivir; te permito que te relaciones conmigo y me relaciono contigo. El propósito más elevado del matrimonio es el compañerismo. Es la comunión de las almas, pero no la comunión de los cuerpos. Permanecen juntos para relacionarse con el alma universal. Por tanto, los cónyuges hacen un compromiso de por vida el uno con el otro y prometen apoyar al otro hasta que la vida termine. Por tanto, de acuerdo con la ley original, ni el hombre ni la mujer se vuelven a casar, incluso cuando hay una ida por medio de la muerte. Hoy, como muchas otras cosas, la institución del matrimonio se ha degenerado. Sus valores más elevados volverán en el futuro.

La idea del matrimonio es que dos almas-compañeras viajen juntos por la vida. En tal comunidad, uno aprende a compartir con el otro, a sacrificarse por el otro, y así, comienza a vivir en el corazón del otro. Incluso si el hombre viaja largas distancias, la mujer se queda en su corazón. De igual forma, el hombre se queda en el corazón de la mujer. Una vez que están unidos con el fuego como testimonio a través del sacramento del matrimonio, no se sienten separados.

Según las enseñanzas de la sabiduría, el matrimonio es un ritual, un acto sagrado de ofrecer cuerpos a los seres. Ése era el propósito original del instinto sexual. El deseo sexual no debe ser suprimido sino ser satisfecho a través del matrimonio. En la juventud, entre los 7 y los 21 años, uno debe aprender a regular el deseo. Una buena educación y una base económica sólida son los requisitos previos para entrar en una relación marital. Hoy, el orden de prioridades se pierde a menudo. Los jóvenes piensan en el sexo a una edad temprana, envuelve a los niños y no saben cómo criar niños o construir sus vidas. No tienen la educación necesaria para servir a la sociedad a través de una profesión. Primero se debe completar su educación y debe obtenerse una base económica sólida. Esto es visto como la forma apropiada de construir una vida juntos.

El instinto sexual se dio para que la gente pudiera usar el fuego en ellos para dar a otras personas la gran la oportunidad de poder vivir y evolucionar en un cuerpo humano. Esto es un acto de sacrificio, un acto de buena voluntad. Sólo más tarde, se convirtió en la experiencia de la sexualidad por el bien de la sexualidad. La sexualidad sólo estaba destinada a la procreación, a ofrecer cuerpos para las almas. Si negamos esto, estamos negando una gran oportunidad a las almas que esperan, y a nosotros también se nos negaría esta posibilidad en el futuro. Ésa es la ley. Se dice en las Escrituras: “No es tan fácil obtener una forma humana. Vino a nosotros por nuestros padres, y debemos estar agradecidos a ellos dando oportunidades similares a otros seres. De lo contrario, nuestra deuda con los padres y la sociedad permanece. Esto será un obstáculo para nuestra espiritualidad.

También tenemos el deber de pagar nuestra deuda con la sociedad. En los Vedas, hay un dicho: “No desconecte el linaje.” Por tanto, debemos tener hijos y así continuar el río de la vida.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar. Matrimonio – El Sacramento Sublime. Diversas notas de seminarios/ E. Krishnamacharya: Libro de Rituales. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)