Polo Norte, Polo Sur, Ecuador

Enseñanzas de Sabiduría
Los Centros del Sistema Solar

La Biblia nos dice que la serpiente bajo arrastrándose por el árbol de la vida. La vida desciende desde arriba; la serpiente representa simbólicamente el movimiento descendente de la involución. Toda la actividad de la creación es una progresión descendente del espíritu hacia la materialización. Incluso hoy en día, el desarrollo del embrión en el útero de la mujer imita todas estas etapas de desarrollo.

Entramos en el cuerpo como un punto de luz. Un grupo de inteligencias Deva trabaja el desarrollo del embrión a través de la fertilización del óvulo femenino con el esperma masculino. El polo superior se forma primero, a partir del cual el centro de la cabeza, el centro de Ajna y el centro de la garganta se desarrollan sutilmente. A nivel físico, se desarrolla una burbuja en la materia, a partir de la cual se forma la cabeza con el sistema cerebral en el feto. Cerca del centro de la garganta, el sistema cerebroespinal comienza a desarrollarse hasta el polo inferior en la base de la columna vertebral. Alrededor de este eje, las partes externas del cuerpo se forman gradualmente. Entramos y preparamos el cuerpo, y a través de nuestra presencia el cuerpo se mueve. Existimos como el pilar de la conciencia en el globo de nuestro cuerpo. Este globo del cuerpo funciona solo con la ayuda de nuestra presencia en el pilar. Si no estamos en el cuerpo, el cuerpo no puede moverse.

Lo que es cierto para el cuerpo se puede aplicar de la misma manera a nuestra tierra. Así como el punto de conciencia que entra en el cuerpo se convierte en una columna, y esta columna forma una forma alrededor de sí misma, así también el eje del planeta se formó alrededor de un punto de conciencia; y el globo terráqueo se formó entonces alrededor del eje. La conciencia de la Tierra es el medio por el cual el globo se mueve. La forma tiene su movimiento de acuerdo con la presencia de la conciencia interior. Nuestra columna vertebral corresponde al eje giratorio de la Tierra. El YO SOY interior es el centro de rotación de nuestra vida. Mientras más contemplamos y aplicamos estas correspondencias, más descubrimos que somos un micro-globo, un globo terráqueo en preparación. Cuando contemplamos profundamente en el principio de correspondencias y equiparamos el eje del planeta con el pilar de conciencia interior llamado “Kundalini”, podemos sentir nuestra unidad con el planeta.

En nuestro cuerpo, el Sahasrara o centro de la cabeza corresponde al Polo Norte, mientras que el Muladhara o centro base es el Polo Sur. El diafragma, entre el plexo solar y el centro del corazón, es el ecuador, que corresponde al ecuador del planeta. La parte inferior de nuestro cuerpo se considera mundana, la parte superior divina. Hay movimientos ascendentes en nosotros cuando meditamos, servimos, y estudiamos las enseñanzas de la sabiduría. Los movimientos descendientes se establecen tan pronto como nos involucramos en la actividad mundana.

Dado que la mayoría de nosotros vive en el plexo solar, tendemos a ser mundanos. Si nos quedamos en cualquier centro más alto que el diafragma, nos sentimos atraídos por el lado súper mundano. Podemos elegir seguir el camino del Yoga o discipulado y así movernos hacia arriba hacia el Polo Norte desde el ecuador, o podemos recorrer el camino de la mundanidad y entrar más abajo que el plexo solar. Debajo de la parte inferior Muladhara, los seres subhumanos existen hasta la materia bruta.

La creación consiste en corrientes ascendentes y descendentes. Las energías corren desde el Polo Norte hasta el Polo Sur y luego nuevamente en una dirección ascendente. Hay un vórtice sobre el Polo Norte y también sobre el Sahasrara que trae energías de los alrededores. Hay un vórtice debajo del Polo Sur y también debajo del Muladhara que recoge energías. El Polo Norte trae energías de círculos superiores, con el hombre y con el planeta, y las distribuye al sistema. Entre los polos, está la existencia aparente.

Hay dos videntes relacionados con los polos. Marichi está relacionado con la energía del Polo Norte. Su cualidad es la luz radiante, la iluminación más alta posible. Él representa la luz original en nuestro sistema. Adhvaryu es el Rishi relacionado con el Polo Sur; él es el fundamento y contiene todas las energías.

El Polo Norte es el centro de distribución. Representa el principio masculino en la creación; su energía es positiva/radiante. El Polo Sur es el centro de reunión y preservación; su energía es negativa/receptiva. Representa lo femenino en la creación. La femineidad significa negatividad en el sentido de receptividad. El Polo Norte da y distribuye; el Polo Sur está recoge y recibe. La recepción y la recolección ocurren para que el planeta permanezca intacto.

En tanto la receptividad prevalezca, la vida tiende hacia el Polo Sur. Nos gusta ver lo que podemos recibir. Muchas personas piensan que es correcto recibir gratis de otros, pero nada es gratis. En las tiendas dicen, compra uno, toma uno gratis. No es cierto. Mientras más recibamos (regalos, ayuda, etc.), nos volvemos negativos y tendemos a movernos hacia abajo con nuestra conciencia. Cuando nos esforzamos por dar y distribuir, nos movemos hacia arriba y nos orientamos hacia el Polo Norte.

Debemos salir del hábito de tomar. Dar más que tomar es una cualidad fundamental del discipulado. Para llevar nuestra conciencia a estados superiores, debemos pensar en compartir más en cualquier nivel: físico, emocional, mental, intelectual. De esta manera revertimos el movimiento descendiente; nos movemos hacia arriba y ganamos una mayor conciencia. Si acumulamos muchas cosas materiales en la vida, podemos estar seguros de que tenderemos energéticamente hacia una conciencia más baja para la próxima vida. Si los aspirantes aspiran a convertirse en discípulos y los discípulos aspiran a convertirse en Maestros, necesitan convertirse en mejores y mejores dadores. La dicha radica en dar y no en recibir. Cuando se le preguntó: “¿Qué es el yoga?” El Maestro E.K. dijo: “El yoga no es más que ser útil a los demás”.

Hay sabiduría en liberarnos de la materia a través del dar, de la donación. Pero si recibimos sabiduría y no la aplicamos y la transmitimos, se convierte en una acumulación. Transmitir la sabiduría es también liberarnos del plano búdico, el plano de la sabiduría. Para elevarnos y seguir creciendo, no necesitamos mucha instrucción en las enseñanzas de la sabiduría; alcanza con ofrecernos a la vida circundante y ofrecernos a nosotros mismos como sacrificio. Siempre recibimos tantas cosas de la naturaleza, de nuestro entorno y de otros seres; deberíamos estar agradecidos por ello.

El ecuador es equidistante del Polo Norte y del Polo Sur. En el ecuador, las energías de los dos polos se encuentran y concuerdan. A través de la meditación y la práctica espiritual elaboramos un nuevo equilibrio. Cuando vivimos en el corazón, equilibramos las fuerzas superiores e inferiores. El centro del corazón Anahata se convierte así en el ecuador superior. Desde este punto en el centro podemos movernos con facilidad en los reinos sutiles y densos de la vida. Y en el corazón, podemos experimentar la dicha de la existencia. Otro nombre para la dicha es amor. El amor puro surge de la unión de energías positivas y negativas.

Lo que hoy conocemos como el Polo Norte es sólo el Polo Norte para el Polo Sur. El Polo Norte y el Polo Sur no son polos en sí mismos. El centro que recibe es el Polo Sur y el centro que transmite es el Polo Norte. Antes de la solidificación de nuestro globo, no había Polo Sur. Cuando la Tierra estaba en su estado infantil, era un medio globo etérico. Tenía su polo superior en nuestro Sol y el polo inferior en la región del Polo Norte existente entonces. Era una estructura en forma de cúpula como un paraguas o una naranja medio cortada. El polo estaba orientado al Sol y el medio globo giraba alrededor del Sol. El aspirante a Polo Norte era el único polo y no había polaridad. Este polo posterior es el átomo espiritual permanente del planeta, y fue llamado Madre Meru (Meru Devi).

Los seres en el planeta tampoco habían tomado forma física y sólo se formaron hasta el diafragma. Lentamente, una parte del medio globo hueco se condensó. Hubo una perturbación en el movimiento, y como resultado de esta perturbación, el eje se inclinó gradualmente 90 grados. La Tierra ahora giraba de manera periódica. Se hizo redonda; se formó el medio globo inferior y el medio globo del polo inferior. Esto provocó la manifestación completa de la Tierra en el plano astral y en el etérico, y más tarde en el plano físico. El Polo Norte ya no estaba orientado a nuestro Sol, sino a la Estrella Polar. A partir de ese momento, la Tierra comenzó a girar con su ecuador mirando hacia el Sol.

El movimiento continuo del eje hace que la Tierra se convierta en una bobina de inducción. De esta manera, el ecuador se carga así a ambos lados por las energías radiantes provenientes del Sol, de modo que el campo electromagnético se desarrolla alrededor de la Tierra. Estos fenómenos electromagnéticos forman el plano vital alrededor de nuestra Tierra, al que los Maestros llaman “Abundancia de Prana” (“Plenty of Prana”). El plano vital trabaja la vida del planeta. Los seres vivos nacidos en el planeta llevan esta vida como el campo electromagnético individual.

La Tierra se había inclinado unos 90 grados y este cambio ocurrió también en cada átomo del globo. Cada átomo recibió dos polos. Desde entonces, cada planta, animal y hombre posee el polo superior e inferior. El punto original del Polo Norte, desde el cual se cosificó el planeta, es el lugar donde vive el Señor del planeta. Eso es lo que llamamos “Shambala”. Shamballa también está en la parte superior de nuestra cabeza.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Meditaciones Ocultas; notas de diversos seminarios / E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)