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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

El Aspirante

La Única Prioridad

El Aspirante

La jerarquía espiritual requiere de personas que estén capacitados para cooperar. Ningún gran programa de estudio es necesario para esto. Lo primero es girar hacia dentro. No tenemos que hacer muchas cosas fuera ni estudiar un montón de conceptos de sabiduría sino que debemos desarrollar la necesidad de buscar el alma. Los conceptos de sabiduría se refieren a la objetividad. La información sobre los centros interiores y el cuerpo sutil no trae realización. Sólo la práctica de volverse regularmente hacia el interior conduce a la transformación.

Esta aspiración no puede ser casual. Debemos desarrollar un gusto por ello. Con el paso del tiempo, se presenta un interés profundo en la vida interior y un deseo intenso por el Espíritu. El profundo interés en la vida interior se llama aspiración. Se convierte en la única prioridad; todos los demás aspectos de la vida se mantienen más bien moderados. Así, se desarrolla el fuego que nos transforma. Los Maestros dicen, la aspiración ardiente no es un pasatiempo sino una profesión.

Sólo cuando todas las demás actividades de la vida se subordinan a esta necesidad, nos convertimos en un aspirante espiritual. En otras palabras, lo doméstico, lo económico y las actividades sociales se subordinan a esta aspiración. Sin embargo, no se recomienda evitar el mundo. No debemos evitar casarnos, crear una familia o ejercer una profesión, porque son medios para estar en la sociedad y podemos prestar servicios. Debemos atender todas estas demandas de una manera moderada; entonces también encontraremos tiempo para el trabajo interno.

La aspiración ardiente constante también es llamada la segunda iniciación. La primera iniciación es sólo el toque de lo divino, es decir, estamos más orientados a lo Divino. Con la aspiración ardiente, la vida pasa a través de dos canales: mientras trabajamos en el mundo externo, siempre tenemos la intención interna de alinearnos con la luz y desarrollar la conciencia interior. Este fuego no es entusiasmo sino una voluntad de alinear la vida con el alma y el alma con la súper alma. Esta alineación trae las divinas cualidades de Voluntad, Amor y Luz a nuestras vidas, y de esta manera podemos expresarlos en la vida diaria.

Muchas personas se describen como aspirantes espirituales; sin embargo, tienen sólo un enfoque tibio hacia el sendero. De forma muy casual se ocupan principalmente con trivialidades. Son como los visitantes curiosos pero no participantes reales. Realmente no se involucran en el proceso de transformación. La aspiración ardiente es una fuerza auto-generada a caminar por el sendero de la Luz - el sendero del espíritu, a la verdad - con valor y determinación.

Si decidimos buscar la verdad, se abre la ruta relacionada con el acceso. Podemos encontrar libros relacionados con nuestro camino y recibir instrucciones sobre cómo debemos avanzar. Los libros de ocultismo son también cosas vivas; nos pueden llevar como un profesor nos puede llevar; los libros también nos pueden llevar al maestro. Cuando hemos puesto los pies en el camino, nuestros ojos y oídos se vuelven atentos. La vigilancia y la paciencia son dos cosas importantes para los aspirantes en el sendero.

Puente al Alma

Los aspirantes son los que construyen el puente entre la personalidad y el alma. La personalidad es el vehículo que utilizamos por un tiempo. En cada vida tenemos una personalidad diferente; a veces es masculina y a veces femenina. Encarnamos en diferentes países; tenemos diversas ocupaciones. Cada vez hay un papel diferente; su objetivo es ganar experiencia y experimentar placer. En las diversas personalidades, el alma permanece igual, de igual manera que no cambiamos cuando cambiamos nuestra ropa. El alma necesita la personalidad para actuar en la tierra. Sin embargo, puede retirarse a su casa y recordar que no es la personalidad.

Como almas somos seres pulsantes de luz y tenemos un campo de luz donde nos alojamos cuando mantenemos una pequeña parte de nuestra conciencia enfocada hacia la luz. La luz pulsante es el YO SOY. Esta parte nos magnetiza lentamente para que estemos en relación con él, incluso cuando nos movemos en el mundo.

El enfoque positivo de un aspirante es ser receptivo al alma todo el tiempo - no a los asuntos de la personalidad, las perspectivas y las opiniones de otras personas o a las emociones rápidamente cambiantes. Si estamos abiertos al alma e invocamos fuertemente su presencia a través de la meditación intensa, entonces sucede.

Liquidar el Karma

Si comenzamos a emprender el sendero, gran cantidad de karma regresa a nosotros. La injusticia aparente que nos llega, no es más que el ajuste de viejas cuentas. Muchas obligaciones innecesarias nos mantienen también atrapados en la objetividad y nos impiden nuestros ejercicios espirituales. Debemos simplificar nuestras vidas objetivas trabajando en acabar con las obligaciones con el mundo. El proceso de liquidar el karma personal continúa hasta la cuarta iniciación. Tenemos que enfrentar los retos sin crear nuevas consecuencias. Los aspirantes pasan por muchas crisis personales antes de estar listos para ser discípulos. De igual manera, los discípulos pasan por crisis profundas antes de que se conviertan en maestros. Sin esfuerzo intenso no ocurren grandes cosas en la vida.

Detrás de cada crisis aparente se esconde lo divino. Si enfrentamos la crisis y permanecemos en la conciencia de lo divino, la crisis se disolverá y aparecerá el regalo de Dios para seguir avanzando. Cuando pensamos principalmente en nuestros problemas, rompemos la conexión. En una crisis, la conexión necesita ser aún más fuerte para que se pueda suministrar la fuerza necesaria. Mientras más confiemos y respetemos el pensamiento de la Jerarquía, más fácilmente podremos superar los problemas. No obstante, no podemos creer a un aspirante que diga tener la conexión con la Jerarquía o con un Maestro de la Sabiduría. Aquéllos que tienen la conexión, son silenciosos en ello. Sólo los aspirantes emocionales presumen de ello.

En el sendero no hay ningún trabajo misionero de conversión; esto es un acto violento de gran ignorancia. Los verdaderos maestros no están ansiosos de difundir la palabra. Cada uno tiene que encontrar el camino por sí mismo; somos atraídos por el impulso interno. Si lo anhelamos fervientemente, la naturaleza se asegura de que nos encontremos con alguien que está por delante en el camino. El grado de nuestra sinceridad decide si encontramos un verdadero maestro o un maestro falso. Incluso si estamos con un maestro falso pero tenemos aspiración genuina, poco a poco nos llevará lejos del maestro falso al maestro correcto. El secreto es la sinceridad interior. La búsqueda sincera de una manera en la que podamos ayudar a otros nos apoya para progresar nosotros mismos. La cooperación, el compartir y el servir a todo son los pensamientos semilla para el desarrollo vertical.

Una medida fundamental de nuestra aspiración es cómo usamos el habla. Mientras mintamos, incluso en situaciones aparentemente insignificantes, construimos un muro entre nosotros y nuestra alma. Incluso la mentira inconsciente es un hábito peligroso que destruye nuestra aspiración.

Peregrinajes

Podemos reforzar el poder de nuestra aspiración al permanecer solos en la naturaleza de vez en cuando. La cercanía a la naturaleza normaliza nuestras energías. También se recomienda a los aspirantes el hacer una peregrinación de vez en cuando. La diferencia con otro viaje radica en la orientación. Cuando viajamos con un anhelo por lo divino, es una peregrinación; no es sólo un viaje orientado al entretenimiento, a la comodidad y a la comida. Los días deben ser organizados de forma que no perdamos las oraciones regulares y otros ejercicios espirituales. Bañarse en los ríos y en las cascadas sagradas también fortalece la voluntad de conectar con lo divino. Son especialmente favorables para estos viajes los períodos templados de primavera y otoño, en los que no tenemos que protegernos de los extremos de la naturaleza como la lluvia, la nieve o el calor.

El Ascenso

Una vez que decidimos seguir el sendero, estamos vinculados a una cadena eterna de conocedores. Los seres realizados funcionan conscientemente, los realizados a medias, colaboran inconscientemente pero no se salen de la ruta. A veces podemos ir por el camino equivocado temporalmente, pero luego podemos encontrar rápidamente el camino de regreso.

El amor y la compasión hicieron que los Maestros de la Sabiduría permanecieran en la órbita de la tierra. Ellos nos apoyan y nos ayudan de manera que también podemos ascender como ellos lo hicieron. Por tanto, son nuestros modelos. Su sacrificio es la inspiración básica a la que nos aferramos. Ellos ofrecieron su trabajo a la comunidad, y en esta ofrenda trascendieron de la existencia mundana a la supra-mundana. Todos queremos entrar en el plano supra mundano de la existencia. Acariciamos la idea, aspiramos, soñamos con ello, y tenemos muchas imaginaciones sobre ello. Pero tenemos que tener lo fundamental para construir un puente a lo supra mundano y caminar sobre este puente. Podemos experimentar el ascenso al ofrecernos a la labor que los Grandes han concebido para el planeta. Trabajando en el espíritu de ofrenda para el medio ambiente es la cualidad fundamental que nos permite alcanzar el estado de un aspirante.

K. Parvathi Kumar: Las Enseñanzas de Sanat Kumara / Notas de seminarios. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)