El Quinto Rayo

Enseñanzas de Sabiduría
Los Siete Rayos
Libro: Los Siete Rayos (en)

La materia y el espíritu se complementan entre sí; uno no es más elevado que el otro. Son como cónyuges, y a través de su unión, se manifiesta la trinidad del espíritu, la fuerza y la materia. La conciencia del alma es el centro entre el espíritu y la materia; es aquí donde la materia y el espíritu están equilibrados. El alma, también llamada el yo superior, está hecha de luz, por su propia naturaleza. Somos un ser compuesto. Dentro de nosotros está el yo inferior, la personalidad, y somos el yo superior, el alma. El yo inferior refleja el alma a través de la mente en la materia. La mente es el principio reflectante; existe tanto en la creación como en nosotros. Dependiendo de nuestra orientación, aparece como la mente inferior o la mente superior. La mente concreta puede organizarse, la mente superior puede aprehender las cosas intuitivamente.

Este pensamiento del alma también se llama Buddhi, el plano de la sabiduría; la mente inferior o concreta se llama Manas. En realidad, Manas es un principio neutral. Cuando lo dirigimos hacia asuntos mundanos, se cristaliza en relación con asuntos mundanos. La sabiduría ayuda a suavizar la conciencia concreta y a hacerla receptiva a las impresiones sutiles. Si estamos más orientados hacia los mundos sutiles, estamos más en el reino del alma. Si estamos más inclinados hacia el mundo material, vivimos en la personalidad y la mente concreta en formas y estructuras fijas. El pensamiento de la personalidad está muy por debajo del pensamiento del alma.

El Quinto Rayo es la energía de la mente y la ciencia concretas. Se llama 'Sannaddha' en sánscrito, que significa conocimiento concreto. El Quinto Rayo está relacionado con la actividad de nuestra mente y la Luna. Nuestra Luna visible en el firmamento es sólo un cuerpo que contiene el principio lunar para esta Tierra, porque refleja los rayos del Sol sobre la Tierra. Tanto en el individuo como en lo cósmico, la Luna es el símbolo de la mente. Las antiguas enseñanzas de la sabiduría consideraban a la Luna como la mente de la Tierra. Su rayo forma visible y sutilmente el cuerpo mental de la Tierra. “La Luna nace de (Su) mente”, dice el Purusha Sukta.

El Quinto Rayo de la mente concreta se utiliza en el proceso de creación para desarrollar el pensamiento organizado. Hubo un tiempo en la evolución en el que las almas no podían expresarse a través del cuerpo. Tenían que ser sacados para poder desarrollar una mente concreta. Las almas tenían que aprender a usar la mente, los sentidos y el cuerpo. Necesitaban la mente concreta para poder expresarse y tener experiencias en el mundo. Lo mismo pasa con los niños hoy. Especialmente entre las edades de uno y cinco, necesitan aprender a usar sus sentidos y a relacionarse bien con la objetividad. Por el contrario, también debemos enseñar a los niños a girar hacia lo interno.

Con la mente concreta hoy, estamos orientados principalmente hacia afuera. Mientras que la mente concreta es muy útil para el éxito externo, una inclinación excesiva hacia el lado material de las cosas crea obstáculos. El Quinto Rayo solidifica el pensamiento y por tanto crea fuertes puntos de vista, fijación y duda sobre los mundos sutiles. Nuestro pensamiento se llena de materia mundana y, por tanto, ya no nos permite volvernos hacia adentro. El acceso a la conciencia subjetiva está cerrado. El cerebro se vuelve insensible y ya no puede recibir ninguna iluminación. La mente superior quiere ofrecernos una solución, pero sólo puede ser recibida por un cerebro que sea lo suficientemente sutil. Para abrir la puerta de nuevo, podemos pedir, “Maestro, por favor transforma mi mente.” Cuando la mente se transforma, podemos ver la luz del alma y el resplandor sutil de la creación. El alma se muestra a través del corazón abierto.

Cuando el alma se refleja en el mundo de la forma, surgen distorsiones. Las cualidades divinas del alma -voluntad, amor, sabiduría y actividad inteligente- son distorsionadas por la personalidad. La voluntad se convierte en deseo, el amor divino y el conocimiento se convierten en emoción y comprensión emocional, y la actividad inteligente se convierte en el intelecto concreto y la mente. Sólo cuando podamos distinguir entre el yo inferior o ilusorio y el yo superior o verdadero, seremos capaces de conocernos a nosotros mismos. La meditación ayuda a construir el puente entre la mente superior y la inferior.

El Quinto Rayo puede aportar claridad y ayudarnos a mantener la cabeza clara incluso en situaciones confusas. Este rayo está asociado con el naranja, el color del pensamiento claro. Si contemplamos en el color naranja brillante durante mucho tiempo, ello purifica nuestros pensamientos y nos da una mente clara. Con una mente clara, también podemos visualizar los colores más fácilmente. Al visualizar, es aconsejable comenzar con naranja y luego pasar a amarillo dorado. Si cerramos los ojos y pensamos en estos colores, deberíamos ser capaces de visualizarlos bien con el tiempo. Lo mejor es hacer esto durante el amanecer o el atardecer porque la energía del sol nos ayuda a visualizar mejor. También podemos usar el símbolo de la estrella de cinco puntas en naranja para despejar nuestro plano mental. No obstante, si comenzamos hoy, no debemos esperar un resultado mañana.

El Quinto Rayo quiere saber y profundizar. Ayuda a aplicar intensamente nuestra mente a un problema con el fin de encontrar soluciones a problemas aparentemente insuperables. Es un proceso de aplicación continua e intensiva de nuestra mente concreta. Los científicos nacen a través de la influencia de este rayo. Las invenciones y los descubrimientos son el resultado de la aplicación intensiva del Quinto Rayo. Esta calidad de rayos lleva al hombre a la perfección y lo impulsa a utilizar todo el conocimiento en el servicio amoroso en beneficio de la humanidad y para mejorar la situación de los reinos animal, vegetal y mineral.

En Occidente, el Quinto Rayo es generalmente más pronunciado que en el Oriente. La psique occidental es predominantemente mental y orientada hacia el mundo material. En el Oriente, el Sexto Rayo es más pronunciado y particularmente eficaz; la gente es más subjetiva y devocional. Sin embargo, también hay personas fuertemente mentales en el Oriente, y hay personas en Occidente que tienen mucha devoción emocional. No se puede deducir ninguna regla de estas declaraciones generales sobre la orientación predominante.

Sin embargo, en países como la India, podemos ver claramente lo poco organizado que está lo exterior. Esto surge de la falta de mentes concretas organizadas. En Occidente, hay una organización excesiva. La psique occidental quiere saber las cosas de antemano para poder organizarse. Esto conduce a una falta de paciencia cuando las cosas no salen según lo planeado. La psique oriental no quiere comprometerse con el futuro. Está dispuesta a aceptar un evento como y cuando sucede. Hay un desequilibrio igual en ambos. Muchas cosas en la vida no se nos han anunciado previamente. De igual manera, hay algunas cosas que deben planificarse con antelación. El Oriente es estimulado por la fuerte vibración mental de los occidentales y el Occidente aprende mucho tratando de entender el pensamiento de Oriente. Hoy en Occidente hay mucha búsqueda de lo que se esconde detrás de lo visible, y en el Oriente, hay muchos esfuerzos para mejorar el lado material de la vida. La relación entre Oriente y Occidente provoca una transmisión de energía del uno al otro. En espiritualidad se dice que la cabeza y el corazón deben estar en armonía.

El pensamiento científico, que se asocia con el Quinto Rayo, también es muy característico de la energía de Urano. Los hallazgos de la ciencia llevan a los investigadores a los límites de la luz y la sabiduría. Muchos conceptos antiguos son desmitificados y llevados a dimensiones científicas. Ya los antiguos se habían dado cuenta de muchas cosas a través de experimentos científicos y habían emitido verdades confiables con respecto al universo. Sin embargo, a medida que las personas degeneraban a través de la pasión y la codicia, la sabiduría se perdía cada vez más. Hoy, la ciencia está de acuerdo con muchos de los llamados conceptos místicos y se está llevando a cabo un proceso de desmitificación. Los buscadores de la verdad se acercan a ella de una manera científica y no a través de prácticas místicas. El enfoque científico de la verdad se llama ahora ocultismo. El camino de yoga de Patanjali es puramente científico. No necesitamos ninguna fe para ello. Quien quiera seguir la disciplina del yoga encontrará la misma verdad, dentro y fuera. El Maestro CVV dijo de su camino: “Este es un camino de conocimiento directo. No permito la fe ciega”.

La sabiduría de Dios, la Teosofía [Theo (Dios), Sofía (Sabiduría)] se enseña hoy como ciencia. Es una cuestión de entender e investigar cosas sutiles para el estudiante. Promueve la investigación del hombre dentro de sí mismo. Al descubrir cada vez más sobre nosotros mismos, nos damos cuenta del cosmos y de Dios porque somos un micro cosmos y lo que percibimos como creación es el macro cosmos. Todo puede ser experimentado, asumido como experiencia y luego reconocido como verdad. Por tanto, la ciencia de Dios es más para un pueblo pensante.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Urano. Diversas notas de seminarios / E. Krishnamacharya: Los Siete Rayos. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)