La Joya en el Loto

Enseñanzas de Sabiduría
Los Centros

Toda la creación sucede en concordancia con el plan del tiempo. En concordancia con el tiempo, una nueva creación llega a la existencia, y de la misma manera, de acuerdo con el tiempo, la creación existente se disuelve nuevamente. En la creación, el tiempo es Dios. Más allá de la creación, sólo queda el tiempo. En la disolución, también, sólo queda el tiempo. Las Escrituras orientales describen que el Señor descansa sobre una gran serpiente, la eternidad del tiempo. La serpiente está enroscada en espirales eternas, y la serpiente y el Señor flotan en el océano de la existencia. Esto describe la existencia pre-cósmica antes del nacimiento del huevo de una creación.

Las almas no son creadas, existen eternamente, aunque no haya creación. Durante un pralaya, el período de disolución, todos los seres permanecen en el centro del corazón del Uno como en un capullo. Este centro es descrito en la literatura védica como la joya del corazón 'Kaustubha'. Después de un período apropiado de descanso, las almas exigen ser enviadas nuevamente a una creación para continuar su evolución y desarrollarse plenamente. Simbólicamente, los seres son liberados de la joya del corazón hacia la creación.

El Uno ahora se forma a sí mismo en una Persona Cósmica y permite que el Creador emerja de ella. En la representación simbólica, un loto, el loto del tiempo, emerge del ombligo de la Persona Cósmica. El Creador de cuatro cabezas emerge del loto, y a través del Creador, la Persona Cósmica libera a todos los seres. Donde quiera que los seres estuvieran antes del pralaya, regresan allí y continúan su evolución.

Toda creación comienza con OM. La sabiduría védica visualiza el desarrollo de los ciclos de tiempo de la creación como hojas de loto. La sabiduría budista lo describe como el loto de la piedra más preciosa: mani - piedra preciosa, padma - loto. La primera palabra de la expresión, OM, emerge como Mani Padma y luego termina en la forma de HUM. Esto significa que el aliento creativo termina: OM MANI PADME HUM. Esta fórmula contiene el hecho de que toda la creación comienza con OM, se expande en la forma de la joya y el loto y termina con el poder sonoro de HUM.

OM MANI PADME HUM fue la iluminación de Buda, y es un gran mantra budista que contiene todas las claves del tiempo. El tiempo se mueve cíclicamente y en forma de rueda. Kala Chakra es la rueda del tiempo en sus movimientos circulares. Kala Chakra Tantra es el proceso de superar los ciclos agotadores del tiempo y convertir la vida en un ritual a través del trabajo rítmico. Por tanto, los iniciados elevados meditan en OM MANI PADME HUM como la rueda mágica del tiempo y trabajan rítmicamente con la tecla del tiempo para transformarse y experimentar la verdad.

Son muchas las personas que meditan en este mantra sin saber cómo usarlo. Al meditar en el mantra, las energías internas se estimulan fuertemente y los vehículos de nuestro cuerpo pueden verse comprometidos. Es por eso que los profesores dan consejos sobre su uso. A partir de cierto punto de desarrollo, se recomienda meditar en este mantra. No se compone de palabras casi sin sentido: “Oh la joya del loto”, sino que indica la unión indisoluble entre el hombre y el universo, entre la vida microcósmica y la macrocósmica. El objetivo es experimentar la energía más elevada dentro de nosotros y alcanzar el estado de conciencia en la parte más alta del Sahasrara, el loto de mil pétalos en la coronilla de nuestra cabeza. La joya del loto también se llama el estado de Brahman. ESO SOY YO es la joya del loto que brilla en la parte más alta del Sahasrara.

El loto con la joya se llama la casa de Mani Padma o el centro de Chintamani. Esta joya escondida de Chintamani existe en cada ser humano, pero normalmente se encuentra en un estado de sueño. No necesitamos buscar este centro de Dios; lo encontramos dirigiendo toda nuestra energía hacia lo más alto y liberando la luz de la joya auto-radiante en la parte superior de la cabeza para el beneficio del todo. La conciencia y la luz irradian desde el Sahasrara. Al contemplar esto diariamente, permanecemos en un estado de receptividad. Todos los días llenamos nuestro sistema con las energías del alma y difundimos la luz en nuestro entorno. Es una actividad de luz y vida.

Los Maestros de Sabiduría dicen: “Invoca la luz y sirve”. Invocar la luz corresponde a nuestra inspiración, servir corresponde a exhalar. Recibimos del Altísimo y servimos a nuestro entorno con este poder. No debemos pensar precipitadamente en servir a la humanidad si no tenemos la luz adecuada. Esta es la razón por la que incluso los pequeños proyectos de buena voluntad sufren en su realización, porque no hay suficiente conexión con la luz. Incluso sin ser iluminados, estamos ansiosos por salir y servir. Se necesita una meditación intensa sobre la luz en la cabeza para iluminar grandes áreas. No basta con que hagamos nuestra meditación de forma casual y durante 15 minutos; esto no da suficiente luz. Cuando un ayuntamiento quiere seguridad en determinados lugares céntricos, se coloca un faro potente en un poste alto para que se ilumine grandes superficies. El poste es nuestra columna vertebral, el faro es nuestra cabeza. Hasta que la cabeza esté iluminada, debemos continuar practicando con la luz.

El loto de mil pétalos contiene mil rayos de luz deslumbrantes. Podemos contemplar cómo la Luz, el Amor y la Voluntad se derraman desde el centro de la corona. Estas son las cualidades del alma. Cuando estas cualidades se superponen a las cualidades del cuerpo y a la tenue luz de la lógica de nuestra mente, entonces el propósito se ha cumplido. También podemos contemplar el alma con el Gayatri o con la versión simple 'SO HAM', 'THAT I AM', o trabajar con la respiración y la pulsación. El objetivo es experimentar la energía más elevada dentro de nosotros, la joya de la coronilla, Chintamani. 'Chintamani' significa el propósito, la bienaventuranza de la existencia, la realización de la meta de la vida que da equilibrio y compasión y revela todas las ramas de la sabiduría.

En el planeta, el centro de Chintamani se encuentra en Shambala, el ashram del Señor del Mundo. Él es el Único Iniciador que es llamado “El Anciano de los Días” en la Biblia y Sanat Kumara en las escrituras hindúes. Este ashram está escondido en el desierto de Gobi y no se puede ver con ojos físicos, sino que sólo se puede experimentar en el segundo éter. Desde allí, Sanat Kumara vigila la evolución de los humanos y de los devas en esta tierra, y dirige el gobierno interno del planeta. Sanat Kumara es una energía súper-cósmica que descendió hace eones y se instaló en Shambala para guiar, enseñar y apoyar a la humanidad. Es el patrón de Chintamani, la piedra de origen extraterrestre; El Señor Maitreya y Gautama, el Buda, son los guardianes de esta gema. La joya de Chintamani también se llama la 'Piedra Filosofal', la piedra más sagrada del planeta.

En general, Chintamani se encuentra en Shambala. De vez en cuando y de acuerdo a la necesidad, la preciosa joya de Shambala es llevada a Sravasti y entregada a la Jerarquía. Sravasti es la cueva donde reside el Señor Maitreya. Se encuentra más allá del monte Kailash y el lago Manasarovar. Shambala se encuentra muy al norte de Sravasti.

Hay piedras preciosas en lugares sagrados que difunden su luz a todo el barrio. Estas piedras tienen un efecto global. La mejor joya está en Shambala. La siguiente mejor está en Sravasti bajo el cuidado del Señor Maitreya. Nicholas Roerich tuvo la suerte de ver la joya ubicada en la cueva de Maitreya. En los días de festival, Maitreya sostiene la joya en sus dos manos frente a su pecho con gran veneración durante el ritual.

Cuando pensamos en Shambala y Sanat Kumara, también debemos pensar en Chintamani. Podemos visualizar a Chintamani en nuestro propio ser, con Shambala en el centro Ajna en la frente, la Jerarquía en el corazón y la Madre del Mundo en el Sahasrara. Estas visualizaciones se llaman Nyasa Vidya, la ciencia de las correspondencias entre el microcosmos y el macrocosmos. Si recordamos regularmente a Sanat Kumara y Chintamani, nos conectamos con ellos; de lo contrario, permanecemos en nuestra propia imaginación. Alinearnos con las energías correspondientes acelera nuestra transformación. Cuando una pieza de hierro se alinea regularmente con un imán, se convierte gradualmente en uno.

La luz de la joya desciende desde el Sahasrara a través del centro Ajna y forma el puente entre Ajna y la glándula pituitaria, que el Maestro CVV llama “el puente superior”. Los rayos de luz se condensan y forman el puente sobre el abismo a través del cual podemos llegar al tercer ojo.

Los pétalos del Sahasrara apuntan hacia abajo en casi todos los humanos. Pero cuando subimos, el loto Sahasrara asume su posición correcta y apunta hacia arriba. Entonces nos sentamos en él y somos como una joya en el loto. A esto se le llama 'Mani padme hum'. Todos aquéllos que alcanzan este estado han alcanzado el equilibrio en todos los niveles. Cuando el equilibrio se convierte en la naturaleza de uno, a esa persona se le llama Yogui. No importa dónde estén esas personas, siempre están en la cima, en el Sahasrara. No tienen ningún otro pico por encima de ellos.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Shasta, Shambala y Sanat Kumara; notas de diversos seminarios. Publicaciones Dhanishta / E. Krishnamacharya: Libro de Rituales. Kulapathi Book Trust, Visakhapatnam, India.. (www.aquariusbookhouse.com)