El Segundo Rayo

Enseñanzas de Sabiduría
Los Siete Rayos
Libro: Los Siete Rayos (en)

Los antiguos sabios percibían el Sol como un imán que irradia magnetismo y, por tanto, une todo el sistema solar a sí mismo. El gran iniciado Paracelso vio en todas partes de la naturaleza la fuerza magnética invisible cuya constante afluencia mantiene a todos los reinos en armonía: “El magnetismo del amor puro es el origen de cada cosa creada”. El Sol, la Luna, los planetas y las estrellas son magnéticos en el grado más elevado, explica Paracelso, y han llegado a serlo a través de la luz espiritual llamada Dios o la Persona Cósmica. Todo lo que el universo invisible produce como fuerza magnética tiene su origen en este imán que crea la magnetización de todo lo que existe. Cuando estamos en equilibrio, extraemos la fuerza magnética de la naturaleza circundante y, en consecuencia, nos volvemos saludables.

Para Paracelso, el amor divino más elevado y natural se basa en la simpatía perfecta. La simpatía es sagrada y natural. Cuando sentimos simpatía hacia los seres vivos, el amor fluye. El amor divino es impersonal, como corrientes magnéticas que fluyen a través del imán. El imán no puede elegir decir, “Voy a fluir aquí, pero no allí.” El amor no conoce preferencias; es inclusivo y no exclusivo. Cuando vivimos en amor, el amor fluye a través de nosotros y magnetiza a la gente. Vivir en amor es diferente de amar. Amar es un acto personal; vivir en amor es un flujo que permite que el amor funcione a través de nosotros. Nos redirige lejos de nuestro propio punto de vista y nos lleva a la visión a través de la cual el punto de vista del otro se vuelve aceptable para nosotros.

El amor entre dos sexos es lo que Paracelso llama la fiebre de la especie. Es magnetismo animal. El amor puro e impersonal no es magnetismo animal sino que proviene de la sabiduría. El amor y la sabiduría son expresiones de la actividad del Segundo Rayo. Esta energía surge como la corriente de conciencia espiritual del fondo conocido por los Vedas como Parabrahman, el Dios absoluto. Es en este trasfondo donde se lleva a cabo la actividad triangular que llamamos el Primer, el Segundo y el Tercer Logos o el Primero, el Segundo y el Tercer Rayo cósmico. El Maestro Djwhal Khul compara el Primer Rayo cósmico con Shiva, el Segundo Rayo cósmico con Vishnu, y el Tercer Rayo cósmico con Brahma. En el lenguaje comúnmente entendido hoy, se dice “Voluntad” en lugar de Shiva, “Amor” en lugar de Vishnu, y “Luz” en lugar de Brahma. Es importante entender el concepto, no los nombres.

Vishnu es el Segundo Rayo o Logos del Amor-Sabiduría. Su nombre significa “el que impregna”. El color de Vishnu es azul. Su mantra es OM VISHNAVE NAMAH (Me inclino ante el Señor de Impregnación). Tiene cinco letras en Sánscrito y se medita como una estrella de cinco puntas. En la creación, el Segundo Rayo actúa como el principio cohesivo que une los sistemas solares, los seres y los planetas. También se llama Conciencia de Cristo o Conciencia de Krishna, el Alma Universal o la Super Alma, el poder de la interpenetración y la realización. En Sánscrito, el Segundo Rayo también se llama Harikesa, la luz preservativa.

Cada vez que hay una perturbación importante del equilibrio creativo en la Tierra, el Segundo Rayo cósmico se manifiesta como un Avatar. Así, de vez en cuando, el Señor desciende para establecer un equilibrio entre las fuerzas positivas y negativas y neutralizar el mal excesivo: “Cuando el Dharma, la Ley, es perturbado considerablemente y el mundo y su existencia están amenazados, entonces yo desciendo para restablecer la Ley”. De acuerdo con el tiempo y el lugar, me manifiesto para equilibrar las fuerzas. Por eso vengo una y otra vez“, dice el Señor Krishna.

Al comienzo de Kali Yuga, Krishna nombró a Lord Maitreya como el Maestro del Mundo. Maitreya es el Cristo y personifica en nuestro planeta la energía del Segundo Rayo del Amor y la Sabiduría. El Señor de Síntesis es invocado constantemente en todos los ashrams secretos de todas las principales cordilleras de todo el mundo. El pasaje de las Escrituras llamado Bhagavata, que se remonta a más de cinco mil años, contiene detalles de la biografía de Maitreya. También están contenidos en el libro 'Sacrificio del Hombre' del maestro EK. Debe ser estudiado una y otra vez para que sepamos lo que realmente es el Amor. Las personas de Amor y Sabiduría que trabajan a través de este Segundo Rayo ven la singularidad de todo. Incluyen pero no excluyen. Toleran, perdonan, se abstienen, y son magnéticos. Son amables con toda la vida. La actitud del amor es también una muy buena protección contra todas las cosas negativas.

El nombre Maitreya proviene de la palabra sánscrita mitra, que significa “amigo”. Maitreya es amigable con todos los seres, independientemente de su comportamiento. Sus enseñanzas irradian a través de la Jerarquía Espiritual y sus discípulos, para inspirar a las personas que buscan la verdad sinceramente. No son los sentimentalistas crédulos, sino los buscadores de la verdad que están dispuestos a trabajar intensamente sobre sí mismos con los instrumentos de las enseñanzas de sabiduría. Cada vez que una persona se transforma en Maestro a través del camino de la búsqueda de la verdad, se libera una energía tremenda a través de él para elevar la vida circundante. Esta energía parece emanar del centro del corazón del Maestro. Sin embargo, su centro cardíaco individual es sólo un puesto avanzado para la energía del centro planetario del corazón, que se relaciona con el Maestro del Mundo o el Cristo.

La sabiduría y el amor que llevamos dentro de nosotros es la función del principio de Júpiter que trabaja a través del Segundo Rayo. La palabra sánscrita para Júpiter y para el maestro es la misma, 'Guru'. El significado de Guru no es maestro, sino “el grande”. Júpiter se llama Guru porque es el planeta más grande del sistema solar. Él ordena, produce síntesis y mantiene todas las energías en equilibrio en lo que respecta a este sistema solar. Un símbolo profundo para Júpiter y para el Segundo Rayo es el elefante. En la India, la deidad con cabeza de elefante, Ganesha, es adorada como el principio cósmico de Júpiter y el símbolo de sabiduría. El elefante representa seres de luz y a los Maestros de sabiduría, porque alrededor de los seres de luz no puede haber ignorancia.

El elefante también representa sonido, cuyo efecto es gobernado por Júpiter. El sonido de los sonidos es la Palabra Santa; se pronuncia en dos sílabas como OM y en tres sílabas como AUM. A representa la energía del Primer Rayo, U representa la energía nutritiva del Segundo Rayo. Si queremos enfatizar el Segundo Rayo, se pronuncia AU - la U se enfatiza más tiempo y la M del Tercer Rayo es casi inaudible. El sonido del principio de Júpiter es GAM o KAM. YAM es el sonido de Saturno. Júpiter causa expansión, mientras que Saturno causa consolidación y contracción. Saturno restringe y condensa la conciencia. Tal como Saturno rige el Muladhara (centro base), Júpiter rige el Sahasrara (centro de la cabeza). El camino desde el estado limitado hasta el estado expandido e ilimitado va de Saturno a Júpiter. En este proceso, Saturno en el centro base es reemplazado por Júpiter. Cuando se invoca a Júpiter en el centro base con el sonido GAM, es como si un elefante confinado en una pequeña cabaña rompiera todos los límites a su alrededor y encontrara liberación. Ganesha es adorada en el Muladhara para que pueda comenzar la liberación de la mente.

Si alguien es un obstáculo en nuestro camino, el método del Segundo Rayo no es luchar, porque la lucha crea conflictos y discordia. En su lugar, debemos dirigirnos a su corazón con una petición sincera de que él pueda despejar el camino para nosotros. La cordialidad mantiene las puertas abiertas y extiende el amor que hay dentro de nosotros. Del Maestro Kuthumi, el gran Maestro del Segundo Rayo, está la declaración: “Todo ser humano tiene un corazón. Recuérdeselo a través de tus constantes actos de buena voluntad.” Si otra persona está sufriendo de odio, celos y crítica, no necesitamos absorber estas cosas, reaccionar a ellas y sufrir también por ellas. En su lugar, debemos enviar un rayo de amor al otro a través de una sonrisa cariñosa y amable. De esta manera podemos apaciguar a aquéllos que viven en el odio y ayudar a aquéllos que sufren por su propio orgullo y autocompasión.

Dentro de la octava superior de amor del Segundo Rayo hay libre albedrío y los Maestros de Sabiduría respetan la libre voluntad de la humanidad. Permiten tanta libertad como cada alma quiere. Están dispuestos a ayudar, pero sólo cuando se pide ayuda. No imponen su ayuda. La ayuda no solicitada es agresión. A menudo dicen: “No podemos ayudarte aunque queramos ayudar porque no has pedido nuestra ayuda en el momento adecuado”. Cuando hay una crisis o una calamidad, podemos ahogarnos en nuestra crisis y si no pedimos ayuda, no se hace ninguna conexión y la Jerarquía no puede llegar a nosotros. El Maestro está obligado por la ley del amor; este amor respeta el libre albedrío. Podemos pensar: '¿Qué están haciendo los Maestros de todos modos?' Tienen que sonreír y esperar a que les pregunten. Así que esperan y nos desean lo mejor. Eso es algo sobre lo que debemos reflexionar profundamente. Podemos orar desde el corazón, con el corazón.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Júpiter. El Sendero de la Expansión. Diversas notas de seminarios / E. Krishnamacharya: Los Siete Rayos. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)