Período de Transición

Enseñanzas de Sabiduría
El Flujo de la Vida

Estamos en una época de crisis, cambio y transición. Los libros del Maestro Djwhal Khul y otros escritos de las enseñanzas de sabiduría hablan de esta transición, y está sucediendo ahora. Estamos viendo nuevos patrones emergiendo lentamente, aunque parece que los viejos patrones continúan prevaleciendo. Hoy estamos en un punto en el que los puntos de vista personales, los puntos de vista de grupales, naciones e incluso grupos individuales de personas deben subordinarse al bien global. Somos afortunados de poder ser parte de esta transición en la que las cosas se están equilibrando.

De acuerdo con la ley, o dharma, todas las naciones están siendo equilibradas conforme a sus valores. Son los valores los que finalmente prevalecerán. Las naciones sobrevivirán sobre la base de sus valores y su destino está ahora en juego. Ciertas naciones que son consideradas líderes ya no pueden ser líderes, y otras naciones que son internamente fuertes debido a sus cualidades humanas pueden surgir.

Los límites y las limitaciones están empezando a disolverse en favor de un todo mayor, y somos parte de este todo. Hemos desarrollado ideas y conceptos en muchas áreas de la vida a las que nos aferramos. Pero nuestras ideas también pueden ser nuestras limitaciones. Cuando tenemos que dejar de lado nuestras ideas y opiniones de cómo deberían ser las cosas, puede ser inquietante y causarnos ansiedad. Pero el cambio también puede ayudarnos a despertar y a abrir los ojos. Es bueno darse cuenta de vez en cuando de que estamos en un momento de cambio y esta comprensión nos ayuda a adaptarnos a la transición.

Ciertas puertas se han cerrado, pero se abrirán nuevas dimensiones de tiempo. No debemos permanecer en viejos ritmos y pretender que esta transición no existe y continuar haciendo todo como siempre lo hemos hecho. La transición trae nuevos ritmos y debemos reconocerlos y conectarnos con ellos. Tenemos la capacidad de hacer frente a los cambios mucho más fácilmente que antes. No debemos tener miedo y retirarnos del mundo. Ayuda a nuestra energía y salud mental si nos involucramos con el mundo exterior sólo tanto como sea necesario y especialmente si estamos comprometidos con actos de buena voluntad. Si estamos temporalmente restringidos en nuestra libertad de movimiento, podemos usar este tiempo para volvernos más hacia adentro, para estudiar libros o para ayudar a otros en lugar de consumir los medios pasivamente.

Este es un momento de transición para toda la humanidad y necesitamos ser participantes activos. Debemos ser tanto la transición como el cambio. No necesitamos hablar de ello a menos que se desarrolle una discusión y se nos pida que lo hagamos. No tenemos que sermonear a nadie a menos que sea necesario hacerlo. Basta con que seamos conscientes de esta transición. Podemos regocijarnos de que se esté produciendo un período de grandes cambios y nosotros, la humanidad actual, podamos hacer nuestra parte.

La diferencia entre los humanos de hace 50 años y los humanos de hoy es asombrosa. El cociente intelectual está aumentando y los jóvenes maduran mentalmente mucho antes. Los padres y abuelos a menudo no están a la altura de la tarea. Tienen poco que ofrecer a sus hijos y nietos que podrían darles una orientación correcta en la vida. El progreso de la ciencia, la tecnología y los medios de comunicación ha aumentado enormemente. Al mismo tiempo, se está volviendo dolorosamente claro que ya no hay una generación mayor que pueda sugerir a los más jóvenes lo que está bien y lo que está mal y, por lo tanto, guiarlos. Guiar significa hacer que uno tome conciencia de las funciones de la Naturaleza y de las responsabilidades y deberes de la humanidad hacia la Naturaleza. También existe la necesidad de enseñar a los jóvenes sobre el tratamiento de la sexualidad y la profunda importancia de preservar la pureza del nacimiento y el cuerpo físico. En el mundo de hoy apenas tenemos familias que funcionen, en las que los niños puedan aprender a vivir unos para otros y compartir sus dificultades, comodidades y sentimientos. Los adultos jóvenes tienen que aprender rápidamente por sí mismos cómo ser buenos padres y mejores compañeros para sus hijos y nietos. Para poder guiar y acompañar a la próxima generación hacia el futuro se requiere más que inteligencia y sentido común; se requiere gran conocimiento, curiosidad, compasión, simpatía, amor y una rápida expansión hacia una nueva dimensión espiritual. Se necesita más orientación y dirección.

Afortunadamente, tenemos las enseñanzas de los Maestros de Sabiduría, y de sus enseñanzas necesitamos aprender a guiarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos. Debemos tratar de entender y poner en práctica los escritos de los Maestros para que formemos una generación que pueda guiar a la próxima generación. Tenemos que presentarnos y entender las verdades de la Naturaleza antes de que podamos guiar a nuestra próxima generación.

Cada crisis contiene y tiene sus propios dones. El regalo para nosotros es la capacidad de unir el alma y la personalidad. Entonces podemos trabajar al unísono con un Maestro y la Jerarquía. Esto es lo que pretenden los Maestros de Sabiduría y lo que todos debemos lograr. Este tiempo de transición es una gran iniciación para la humanidad. El mito de la existencia material se está desvaneciendo lentamente y cada vez más personas se están dando cuenta de la realidad de la existencia etérica. En la nueva palabra acuariana emergente, las cosas tienden a ser más etéricas que físicas. Lo que pensamos como materia sólida se forma a partir del espacio. Incluso nuestro cuerpo físico está formado por el efecto magnético de las líneas de fuerza etérica. A medida que cultivamos pensamientos más y más sutiles, nuestro cerebro se vuelve más brillante, más ligero, y más inteligente y receptivo.

Para acelerar este refinamiento, debemos relacionarnos con un sonido, un color, un símbolo y también con un Maestro. Sobre todo, la práctica del ritmo y los ejercicios con la respiración pueden hacer que el cerebro sea más receptivo a los impulsos sutiles. Entonces, podremos conectarnos más con el lado etérico de nuestro cerebro y nuestras células cerebrales construirán un tejido más refinado y mejor. Si nos sometemos a uno de los grandes Maestros, nuestro cerebro será reelaborado aún más rápidamente.

Es importante poner en práctica en nuestra vida diaria la sabiduría que se nos enseña. Si damos estos pasos, la gran transición se convierte en una alegría y un placer y somos capaces de progresar rápidamente. Si no damos estos pasos y continuamos ocupados principalmente con cosas mundanas, como comida, ropa, ganar dinero y entretenimiento (más allá de las necesidades), nuestras células cerebrales se vuelven más densas y menos receptivas. Incluso si no nos adaptamos a las nuevas energías, la transición seguirá ocurriendo, y la experimentaremos como muy disruptiva y dolorosa.

En la época pasada se ocultaban muchos conceptos sublimes. La energía de la nueva era que entra a través de Urano lo impregna todo; expone la superficialidad de las falsas enseñanzas y saca a la luz verdades enterradas durante mucho tiempo. El énfasis está cambiando de la religión al verdadero conocimiento y a la ciencia verdadera. Cada vez más personas en todo el mundo están abrazando la doctrina de la reencarnación, de la muerte y el renacimiento. Hace 100 años, esto era impensable en muchas partes del mundo (civilizado). Como resultado del trabajo de las energías de Urano, hay una experiencia de continuidad de conciencia, y el mito de la muerte se está desvaneciendo. La identidad terrenal de la personalidad es mortal, mientras que la identidad sobrenatural o la identidad del Alma como alma es inmortal.

Con la facultad supramundana del pensamiento, también llamada pensamiento búdico (sabiduría), experimentamos la continuidad de la conciencia y nos damos cuenta de que no hay muerte del alma. Continuaremos cambiando nuestras conchas mundanas, pero nuestra identidad como alma continuará. Esta es la gran transición para superar la ilusión de la muerte y experimentar la inmortalidad. Si practicamos regularmente salir conscientemente del cuerpo en las horas de sueño y tenemos experiencias fuera del cuerpo, ya no temeremos a la muerte.

Urano está trabajando continuamente en la transición de la Era de Piscis a la Era de Acuario. En la Era de Acuario, siempre sucede lo inesperado, por lo que también debemos estar preparados para las sorpresas: “Esperar lo inesperado”. La transición global ocurre a través de métodos y situaciones que no pueden ser imaginados o planificados. Sólo cuando algo sucede podemos reconocerlo y trabajar con él. Podemos aprender de los errores, dificultades, ilusiones, golpes del destino y también de la muerte. Podemos aprender que todo es divino. No es nuestra voluntad la que es decisiva, no importa cuán grandes pensemos que somos, sino la voluntad divina. Incluso si a veces caemos en la ilusión, no importa. Krishna dice: Todo llega para pasar. Disfrutemos de la transición y dejemos que suceda. Entonces podemos darnos cuenta de cómo de las transformaciones globales surge otra dimensión mayor que es armoniosa y completa.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Urano – El Alquimista de la Era; notas de diversos seminarios / E. Krishnamacharya: Los Maestros de la Sabiduría. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)