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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Equilibrio y Mas Alla de El

Las Tres Gunas

Balance En la Naturaleza, hay tres potencialidades trabajando que se manifiestan siempre. Una es la energía que mantiene las cosas ocurriendo y se llama Rajas en la sabiduría del Oriente. La segunda es el poder de cristalizar energía; es inercia o Tamas y hace que las cosas mantengan sus características propias. Cuando el dinamismo y la inercia se neutralizan mutuamente, llega a predominar el tercer estado, Sattva, que es equilibrio o pureza. Cuando se rompe el equilibrio, las otras dos aparecen alternando como pares de opuestos y causan unilateralidad, tensiones y enfermedades.

Estas tres cualidades se llaman las tres Gunas. Son responsables de toda la creación, sin ellas no hay existencia física o mental. De Tamas nace la materia; de Rajas la mente y las funciones sensoriales y de Sattva la inteligencia y la comprensión. Nuestro cuerpo y nuestra fuerza de vida funcionan conforme a sus combinaciones. Condicionan nuestra mente y nuestro comportamiento hacia el alimento, la bebida, el trabajo, el descanso y el sexo. No obstante, según nuestra esencia interna estamos más allá de las tres cualidades.

Las cualidades interactúan entre sí, crean la variedad que envuelve la existencia como un atavío. La Naturaleza se compara con un sastre maestro quien con los hilos de las tres cualidades, confecciona trajes para las criaturas, que de otra manera, estarían desnudas. Los hilos tienen tres colores diferentes: uno es azul, otro rojo y el tercero es verde o también amarillo-oro. Dependiendo de cuánto de cada color se utilice para el tejido, así predominará en la tela. Usamos colores diferentes según el tiempo y el lugar. Los colores de las cualidades cambian como las ropas que usamos, pero no nosotros mismos. En todo momento y lugar el hombre interno es el mismo.

Hiperactividad e Hipoactividad

Toda la humanidad vibra hoy con hiperactividad e intranquilidad, especialmente las ciudades grandes. Todo se hace en exceso y la gente está orgullosa de sobrepasar las normas. En la vida profesional o en el tiempo libre existe tal hiperactividad. La avaricia, el deseo y la codicia desarrollan un impulso excesivo para la acción, en cuya raíz existen motivos egoístas. La hiperactividad conduce a la agresión, a la inseguridad, al miedo, a la pérdida y a la ansiedad. Los Grandes nos recuerdan con frecuencia “You are human beings, but not human doings” (“Ustedes son seres humanos, no ‘hacedores’ humanos”). El hombre ha perdido el sentido de ser, la vida tiende más a la grandeza que a la bondad. La grandeza impulsa hacia la actividad ilimitada, mientras que la bondad tiene la cualidad de la simplicidad y está cerca de la verdad.

De la hiperactividad o Rajas nace la confusión, de la inactividad o Tamas nace el malentendido, la ignorancia y la pérdida de la conciencia. La inercia tiene una lógica peculiar, que enreda las cosas y desarrolla sus propias teorías como enseñanzas nuevas. No vemos lo que está, sino lo que pensamos que está allí. Si somos hiperactivos, leemos rápidamente una página, pero no retenemos nada de lo que hemos leído. Si sufrimos de inercia, decimos: “Oh, lo leeré mañana.” Entonces nos olvidamos de ello. También nos olvidamos inmediatamente de los buenos pensamientos y no los ponemos en práctica. No aprovechamos la oportunidad y perdemos situaciones. Si llegamos demasiado temprano, somos hiperactivos, si llegamos demasiado tarde, somos inertes. Si perseguimos las cosas y las buscamos, perdemos frecuentemente la cosa misma. Si nos dedicamos siempre al deber inmediato, las cosas y las personas adecuadas vienen a nosotros a su debido tiempo.

La pereza es indiferente a los lugares impuros, al alimento o a los pensamientos impuros. Hoy el sexo y las drogas tienen una gran influencia, porque partes de la sociedad viven en inercia. La gente que consume drogas experimenta un desvanecimiento de la comprensión, de la luz y de la energía de vida. Esto abre las puertas a reinos sub-humanos. Cuando la inercia domina, el individuo es atraído por almas difuntas y por las energías que trabajan con estas. Cuando prevalece la hiperactividad, los individuos son atraídos por seres astrales y elementales y son atrapados por proyecciones emergentes de sus propias imaginaciones salvajes. Piensan que están conectados con los Maestros y hablan de cosas grandes, pero sus propias vidas no están en orden.

Equilibrio en la Acción

El descanso y la actividad son necesarios para la vida, sin embargo la hiperactividad y la inercia son distorsiones y desequilibrio. Otra palabra para este equilibrio es Yoga. “Yoga es estar en equilibrio”, así lo define Krishna el Señor, es nuestra habilidad en la acción. En esto no hay tensión, sino una facilidad natural en todo.

El equilibrio es el portal a la luz, él es la única manera a través de la cual podemos lograr el estado más allá de las tres cualidades. Cuando en equilibrio trascendemos la actividad mental, podemos examinar todo el conjunto de pensamientos. Como observadores, estamos parados fuera del triángulo de las Gunas y observamos cómo trabajamos en la objetividad.

Todas las prácticas espirituales sirven para ganar estabilidad en equilibrio. El mejor momento para esto son las horas del alba, particularmente las 2 horas de silencio antes del amanecer. Debemos utilizarlas para la meditación y el estudio de las escrituras para crecer en conciencia. A través del equilibrio, se manifiesta la luz interna, ésta irradia hacia el hombre externo y esparce la vibración magnética de ser. Esto tiene un efecto calmante en las personas y les ayuda a ganar su equilibrio. En el equilibrio se nos revela el conocimiento interno; éste no puede venir a nosotros cuando estamos excitados o embotados. No se puede dar un consejo a una persona furiosa o irritada.

También elegimos nuestro alimento conforme a nuestro ser. Los alimentos jugosos, frescos y una cantidad apropiada de aceites y de proteínas promueven el equilibrio. Se debe preparar el alimento de una manera sabrosa y comerlo en calma.

El Espíritu de Dar

El espíritu de dar es una gran cualidad del equilibrio. Dar con devoción sólo por dar, concede gran alegría. El donante da sin expectativas y se olvida de haber dado después de haberlo hecho. Sin embargo, si se da para obtener fama y gloria, esto se hace a partir de la hiperactividad y sólo produce una satisfacción corta. El orgullo y la arrogancia lastiman al que recibe y este dolor regresa al donante como un boomerang. El que da por inercia, da de una manera indiferente y no se preocupa por los demás. Cuando se da en equilibrio, se ve al Hombre Cósmico en la persona que recibe. Dando nos acercamos más al centro interno, mientras que el recibir nos conduce más a la objetividad. Él que sólo recibe sin dar crea obstrucción. En consecuencia, debemos utilizar sabiamente los medios que vienen a nosotros para nosotros mismos y para otros. Un buen medio para crear equilibrio y para crecer hacia el centro es el dar dinero de manera inteligente.

“Sólo el trabajo para el bien del mundo producirá el equilibrio apropiado.” (Supermundane – Supramundano - cap. I, 102) los Grandes trabajan conjuntamente con aquéllos que han estabilizado su vibración en equilibrio. Tales personas son elegibles para una cooperación, porque son perseverantes y confiables. Si alguien pierde el balance a menudo y se envuelve en conflictos, es difícil trabajar con él, incluso para propósitos mundanos. El objetivo es trabajar en equilibrio, para el bienestar de otros, sin proponer nada para uno mismo, sino siguiendo un propósito ya existente, porque viene de la fuente primaria. Mientras actuamos de esta forma, no tenemos la ilusión de que nosotros estamos haciendo nada, sino que sucede a través de nosotros o a través de otros. Así el Plan se nos revela por sí mismo y cooperamos con él.

Fuentes utilizadas: K. P. Kumar: La Cruz de Acuario / Mithila / notas de seminarios. The World Teacher Trust - Dhanishta, Barcelona, España. Supermundano I. Sociedad Agni-Yoga, New York, (www.agniyoga.org).