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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Gratitud

Ayudantes Visibles e Invisibles

Gratitud

Un principio básico de la naturaleza es proteger y salvar a los que son justos y viven por la Ley. La Jerarquía Espiritual está detrás de nuestros esfuerzos si tenemos la intención de volvernos hacia la Luz e integrarnos a lo Divino. La mera intención ya nos da la fuerza. Al principio, probablemente no seremos capaces de reconocer la ayuda que recibimos de los Hermanos Mayores de la humanidad. Sólo en fases avanzadas podemos mirar hacia atrás como si estuviéramos en una luz fuerte y ver en qué situaciones nos ayudó la Jerarquía. Se dice que toma doce vidas para ser capaz de reconocer plenamente su ayuda. Podemos aceptar su ayuda con gratitud y siempre realinearnos con lo Divino.

Podemos abrirnos para esto y sentir cómo lo Divino lo impregna todo. Esta apertura es como la apertura de una flor de loto en horas de la mañana. Podemos sugerir esto mentalmente y preparar nuestra mente con una actitud de recibir. En esta práctica, giramos hacia el interior todos los días por la mañana y por la noche, miramos al Maestro y decimos “Maestro Namaskaram”. “Namaskaram” es una expresión de agradecimiento por la visita de la energía del Maestro en nosotros. Entonces él nos guía desde adentro. Esto sucede a aquéllos que lo han experimentado en sí mismos. Como un acto de gratitud, invocamos también a los Maestros que son responsables de las energías que nos llegan. Así, nos conectamos con la Jerarquía de los Maestros.

Gratitud hacia todos los que nos guían de forma visible e invisible es muy importante y fortalece el vínculo con ellos. A través de nuestra conexión, se desarrollan dentro de nosotros la aspiración y la voluntad de transformarse. La energía psíquica del Maestro es inagotable; puede levantar nuestro espíritu cansado. El Maestro o el Divino inspira nuestra voluntad; pero depende de nosotros el aplicar la inspiración que se vierte dentro. Si dependemos demasiado de los Grandes y esperamos a que hagan cosas por nosotros, estamos sujetos al engaño. Krishna no luchó por Arjuna; Arjuna tuvo que hacerlo él mismo. Krishna instruyó cuando se le pidió ayuda. Lo Divino nos guía sólo cuando lo pedimos. Nos corresponde trabajar con la guía y hacer nuestras tareas. La gratitud y el sentimiento de conexión no crean ninguna dependencia. Según progresamos por el camino, la dependencia del Maestro regresa como gratitud por el aumento de sus bendiciones.

Si sentimos que somos guiados, no deberíamos permitir que aparezca duda alguna en nuestros pensamientos. Deberíamos estar agradecidos y no hablar una palabra sobre ello. En la medida en que crecen nuestras capacidades, la actitud debe ser verlo no como nuestro mérito, sino como gracia que fluye a través de nosotros. Normalmente, cuando tenemos éxito nos sentimos bien. Pero de vez en cuando, debemos recordar que nos fue dado por lo Divino. Generalmente olvidamos esto y nos quejamos de lo que nos falta. Nuestras quejas, sin embargo, impiden que lo Divino nos ayude. El Maestro Morya dijo: “Se agradecido por lo que se te ha dado”. Lo que se nos ha dado lo damos por sentado y buscamos lo que no nos fue dado. Por esto, el maestro dijo, “No tienen nada de qué quejarse en la vida. Son los hijos más mimados de Dios. Todo les fue dado. Ustedes son los únicos que se quejan”.

Regalos Divinos

Siempre debemos estar agradecidos a quien permanece como existencia en el fondo y hace todo por nosotros. De Él, tenemos nuestro cuerpo con las muchas inteligencias, para que podamos ver, hablar y comer. Tenemos el sistema digestivo, la circulación de la sangre y los órganos de los sentidos con sus cinco sentidos. ¿Prestamos atención a la respiración que trabaja incesantemente en nosotros y sin la que no podríamos existir? Hay tantas inteligencias en nosotros y a nuestro alrededor que hacen nuestra vida posible; debemos estar agradecidos a ellas. Los elementos de tierra, agua, fuego, aire, éter, y la fuerza vital nos ayudan regularmente. Utilizamos minerales, plantas, animales y seres humanos así como las inteligencias planetarias y cósmicas. Muchos Devas que trabajan en la creación y en cada uno de nosotros son traídos a una síntesis por el Principio Uno. Sentimos que existimos, pensamos y actuamos, pero en realidad no lo hacemos, sino Él que está presente en cada uno de nosotros y nos da vida. Por ello debemos recordar que todo es la obra del Señor y ver la gran actividad en creación como su gloria. Cuando pensamos con gratitud por lo Divino y nos mantenemos en contacto con Él, todos los Devas están contentos con nosotros.

Mientras vivimos en la sensación de “mío”, estamos en la ilusión. Creemos que esto es mi cuerpo, mi casa, mi posesión; ésta es mi esposa, mis hijos, mi pueblo, mi país. Si nos olvidamos de quién nos dio todo esto, desarrollamos orgullo. El estar agradecidos por lo que nos fue dado nos hace humildes, y esta gratitud también debe expresarse.

Muchas cosas nos suceden en la vida, incluso si no queremos. Del mismo modo, ciertas cosas que queremos no vienen a nosotros. Ésta es la dura realidad. También ocurren crisis y catástrofes en el planeta. No debemos considerarlas como aspectos negativos sino estar agradecidos a ellas, porque les atendemos como humanidad. Cuando no surgen, no puede ocurrir ninguna curación.

Oración y gratitud

Nosotros debemos dejar a la naturaleza que nos de lo que intenta darnos y agradecerle por ello, pero también corresponde a la Ley que recibimos ayuda cuando oramos. Cada petición trae una respuesta; ninguna oración queda sin respuesta. Tal vez la oración no será respondida cómo y cuando lo deseamos. Lo que sentimos o pensamos no es siempre lo que necesitamos. En la oración, debemos pedir a Dios que haga lo que sea mejor para nosotros. Entonces lo que viene es, en definitiva, para nuestro bien. Si las oraciones son contestadas, debemos estar agradecidos.

Podemos ser ayudados especialmente en el sueño. Por esta razón, se recomienda orar fervientemente inmediatamente antes de dormir. La mayoría de nosotros sabemos de esta recomendación pero rara vez la aplicamos. Dormirnos con una plegaria nos ayuda a obtener ayuda. Las oraciones y las meditaciones durante el día no son tan efectivas puesto que estamos mentalmente activos. La mente puede ser un obstáculo si no es neutral, sino voluble. Es importante ser consciente de la PRESENCIA y estar agradecidos por cualquier pequeña ayuda que proviene de los alrededores. La ayuda proviene de fuentes que no podemos imaginar. Si rechazamos una ayuda sincera, perdemos un regalo de tiempo. Los aspirantes generalmente no oran por ellos mismos sino que contemplan en sus corazones para ser capaces de actuar mejor exteriormente.

Recibir y Dar

Es una ley espiritual: como recibimos, también debemos dar. Si no estamos agradecidos por lo que nos es dado, corremos el riesgo de ser ingratos. No debemos retener nuestra apreciación por todo lo que nos fue dado. Reconocemos la importancia de los padres, los socios, los niños, los trabajos o la salud sólo cuando ya no están.

Dando somos liberados; al recibir estamos obligados. Podemos recibir, siempre que demos. Hemos recibido cuerpos de nuestros padres; así, también tenemos que dar un cuerpo a un alma. De igual manera, debemos estar allí para los padres cuando nos necesitan. Debemos dar las gracias a todos los grandes pensadores del pasado. Hemos recibido conocimiento y sabiduría; ahora tenemos la responsabilidad de vivirla y transmitirla a aquéllos que la buscan. Así se cumple el deber hacia los profesores. Recibimos mucho del reino vegetal y debemos retribuir algo a él que sirva a las plantas. Tenemos también el deber de dar algo a los animales y cuidar de ellos. Esto significa que muchas almas incorpóreas y seres etéreos se reúnen alrededor de la casa en el momento de la alimentación. Entran en el cuerpo de animales y aves, y regresan con bendiciones y favores invisibles si son alimentados.

Recibimos alimentos, por tanto, es necesario que también demos alimentos a otros sin esperar nada. Antes de comer, podemos dedicar la comida con una orientación mental y ofrecerla al cuerpo que nos sirve adecuadamente: “Estoy agradecido al Señor por los alimentos disponibles. Ofrezco esta comida al Señor del Fuego, para su distribución a los Devas dentro del cuerpo. Que el Señor esté complacido. Que los Devas estén complacidos con este acto mío.”

Recibimos mucho del Reino Dévico. Los Devas no necesitan nada de nosotros pero al menos debemos recordarlos y agradecerles. A través de nuestra adoración les devolvemos algo. Debemos también mantener libre de impurezas el aire, el agua, el espacio, etc. que nos rodea, y si es posible, debemos decorarlos con objetos puros. El uso del incienso en un rito que santifica toda la atmósfera e incluso los vecinos pueden beneficiarse con ello. Al reconocer los seres que trabajan en nosotros y para nosotros y establecer una relación correcta con ellos, podemos liberarnos del karma que nos ata. Si reaccionamos negativamente, el karma se mantiene.

Cuando se nos descuida o somos pasados por alto, nos sentimos ofendidos. Es el orgullo de nuestro ego. Cierta vez, Buda fue gravemente ofendido. Le agradeció al hombre que lo había lastimado. Esto sorprendió a la persona pero Buda dijo: “Te he agradecido porque te he estado esperando durante mucho tiempo porque en vidas anteriores te ofendí gravemente. Ahora las cuentas se saldaron. Ahora soy libre.”

Fuentes: K. Parvathi Kumar: Nutrientes para el Discipulado / Curación Espiritual / Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: Libro de Rituales. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.worldteachertrust.org / www.edicionesdhanishtha.com)