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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

El Señor Vishnu

El Principio Omnipresente

Vishnu Las personas llaman al eterno Uno con diferentes nombres. A falta de términos, el Absoluto se lo llama “el Dios más allá de la creación”, que funciona como Dios en la creación. En la mitología India, al Dios que permea toda la creación se lo llama Vishnu. En Occidente es llamado el Cristo Cósmico o Adam Kadmon, Amadeus o también el Segundo Logos, el Uno que impregna y llena los siete planos. Cualquiera que sea el término, se refiere al mismo, aunque los seguidores de diferentes credos piensen que son diferentes y que su propio concepto de Dios es el correcto. No importa qué nombres y formas de adoración se utilicen, no deberíamos tener objeciones. Es importante entender la idea básica en lugar de confundirnos con los nombres.

Los profetas Védicos adoraban todas las formas, colores, etc. como una manifestación del Señor Uno. Para ellos Vishnu es la luz de la conciencia que cumple con todos. Esto es como la corriente eléctrica; nosotros no podemos verla, pero cuando operamos el interruptor de la luz, está inmediatamente en la lámpara. Nos percatamos de su presencia a través de la lámpara iluminada; la luz es su manifestación. Así antiguamente se ha adorado la presencia del Señor como la Luz más allá del Sol, como el principio omnipresente.

Los sabios visualizan la creación brotando de lo más sutil a lo más denso en capas. Dividían la existencia triple en materia, fuerza y conciencia y simbólicamente llamaban “Vishnu”, “Vasudeva” y “Narayana” a los planos. Este Vishnu es todo lo que aparece en la forma, el color, el número etc. Todo lo que existe como el centro o como el morador de una unidad de la conciencia desde el átomo hasta el hombre es Vasudeva, y la conciencia universal, que es el trasfondo de las unidades de conciencia es Narayana.

Con esta división, Vishnu es el Señor que impregna el nombre, la forma y los demás objetos de los sentidos y la mente con su presencia.

Vasudeva es el Señor que vive en todos y que preside sobre el comportamiento de todo el mundo. Él ayuda con la liberación de las emociones más bajas del plano astral que siempre son estimuladas mientras experimentamos el comportamiento de los demás y sentimos lujuria e ira.

En Narayana el devoto encuentra la liberación definitiva de su conciencia individual. Este tercer paso coloca a la conciencia purificada del alma en su morada adecuada, la supra-alma, que es el Espíritu en todos. Los Yoguis se fusionan en ello y no notan otra cosa que ello. Permanecen en esta conciencia penetrante que de nuevo se llama Vishnu. Por ello los hindúes dicen, “Todo es Vishnu” y el Bhagavatam dice que debemos visualizarlo y adorarlo en todo. Después de haber encontrado al Cristo Cósmico en sí mismo y haberlo experimentado como trabajando a través de él, Jesús dijo: “Vivimos, nos movemos y tenemos nuestra conciencia dentro de Él”.

La Persona Cósmica dentro de nosotros

Todo el proceso de manifestación es un gran ritual en el que participamos y que también podemos comprender en nosotros. La contemplación sobre la Persona Cósmica omnipresente conduce a la realización de que cada uno de nosotros es una forma en miniatura de Él; Él se nos revela tanto como crezcamos en conciencia. Los Maestros quieren que cada uno de nosotros se eleve para experimentar la presencia de la Persona Cósmica dentro de nosotros como nuestro estado original de existencia. Él ha venido como nosotros. “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza“, dice la Biblia. Él es el original, nosotros somos un duplicado. Sin embargo, el duplicado se comporta como si fuese el original. Creemos que Dios es como nosotros. Pero la verdad es que nosotros somos como Dios. Él existió primero.

Desde los tiempos más antiguos existe una meditación sobre la Persona Cósmica en el hombre. Para esto podemos meditar en la luz azul eléctrica, porque azul es el color del segundo rayo, el color de Vishnu. Sus encarnaciones como Rama y Krishna son también meditadas en color azul. Los profetas Védicos describen el azul como el rayo del espacio que lo penetra todo y del que emergen los siete rayos. Para el ojo humano los siete rayos existen en la luz blanca, pero a la vista espiritual emergen del azul de Akasha. Por ello es una declaración figurativa de gran importancia que los Avatares de Vishnu sean de color azul. En la curación, el azul también puede utilizarse para todos los efectos.

Otra meditación es visualizar a la Persona Cósmica como una figura de cuatro brazos fijada en el cosmos y en nosotros en una cruz de cuatro brazos. Su existencia en nuestro ser se llama la crucifixión de la Persona Cósmica en carne y hueso. A través de este sacrificio, la forma y el Dios sin nombre se ha concretado en nosotros. La representación simbólica de la Persona Cósmica en la Cruz de cuatro brazos se refiere a la naturaleza cuádruple de la sabiduría universal.

También podemos ver la Cruz de cuatro brazos en la vida cotidiana como el amanecer, mediodía, atardecer y medianoche; en el ciclo lunar como Luna Nueva y la Luna Llena, así como las dos octavas fases Lunares; en el año solar como los solsticios y los equinoccios. En los grandes ciclos de tiempo son los cuatro Yugas o edades. La estructura cuádruple de existencia es adorada en el Purusha Sukta de los Vedas. Era el más querido de la suktas del Maestro EK y es cantado regularmente por los estudiantes en los ashramas de los Maestros para establecer a la Persona Cósmica en ellos mismos.

El Lenguaje de Símbolos de los Puranas

Cuando intentamos leer directamente las Escrituras del Oriente, es imposible para nosotros reconocer los símbolos contenidos en ellos. El Vishnu Purana, por ejemplo, explica el concepto del segundo rayo de Amor-Sabiduría, pero parece estar lleno de historias y cuentos de hadas. Cuanto más estudiamos los símbolos que están dispersas en los libros de Bailey y Blavatsky y aprendemos a aplicarlos, más capaces seremos de entender las Escrituras.

Así los Puranas describen que existe una gran serpiente enroscada en la superficie del Océano Lácteo y que el Señor Vishnu en color azul está descansando sobre ella. En su corazón está Lakshmi, la Madre divina, sentada sobre un gran loto. En la punta de su dedo lleva una rueda giratoria. Desde el ombligo del Señor de cuatro brazos nace el creador de cuatro caras. Este es uno de los símbolos más antiguos que el hombre recibido y es utilizado para transmitir la sabiduría espiritual.

En el trasfondo del gran Océano de la Eternidad, eternamente existe la aparición de las ondas de la creación. La serpiente enroscada Ananta (infinidad) flota en él y desenrolla sus vueltas como la acción de la cadena continua de cambio o de transformación. La serpiente puede considerarse también como el poder de Kundalini.

Vishnu está siempre conectado con Sri o Lakshmi, la Madre de la creación, como la palabra con su significado, como el creador y su creación. Son la eterna novia y novio de la creación, nunca están separados uno del otro. Cuando Vishnu desciende al plano humano como un Avatar, ella asume una forma humana, como Sita con Rama o Rukmini con Krishna.

La rueda giratoria de Luz en la punta del dedo índice de Vishnu simboliza la Ley que se manifiesta en la creación. También se llama Sudarshana, la buena visión, ya que el círculo es la figura de perfección entre todos los patrones geométricos. El círculo tiene su principio y final no en sí mismo sino en el centro. Siempre que exista la aparición del centro en forma de la conciencia “Yo soy”, se forma automáticamente la circunferencia como el horizonte alrededor del centro. Astrológicamente el círculo con el punto es el símbolo del sol; él es el Señor de la individualidad y el espíritu en los tres niveles del despertar de la conciencia. El despertar humano representa el punto más elevado de iluminación de la deidad interna y por tanto está representado por la posición del sol al mediodía que es llamada la décima casa por los astrólogos. Los cuatro puntos de la cruz, el Ascendente (AC) y Descendente (DC), Medio Cielo (MC) e Imum Cielo (IC) pueden considerarse como los cuatro brazos de Vishnu. El centro del círculo de donde surgen los cuatro puntos se llama el ombligo del Señor. Desde el ombligo del Señor de cuatro brazos nace el creador de cuatro caras. El Creador está representado por el cuadrado dentro del círculo formado por la unión de los cuatro puntos de la cruz. Los cuatro arcos iguales del círculo se llaman los cuatro pétalos principales del loto que constantemente se expande del cual emerge el creador con sus cuatro caras.

Esta imagen constituye la base para el simbolismo de los Puranas.

Se dice que Vishnu, el que conserva la creación, toma la forma de diversos Avatares o linajes en el mundo para restablecer el equilibrio en la creación, cuando es amenazada por fuerzas demoníacas. “Siempre que la Ley es perturbada significativamente y la existencia del mundo está amenazada, Yo desciendo para restablecer la ley”, dice el Señor Krishna.

Se trata de una expresión de Amor hacia la creación; el Amor es la fuerza unificadora, y este Amor mantiene unida la creación. Cuando Narada, el vidente divino, una vez fue a Vishnu, éste le dijo: “No vengas cada vez a mí para darme placer. Estoy más en los corazones de la gente sencilla. Sírveles; cuida de lo que necesiten, elévalos. Este es el acto de Amor por el que me encuentras, y esto en el corazón de cada ser.”

Fuentes: K.P. Kumar: Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: Los Puranas y su Contribución. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta España.