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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

Saraswathi

La Palabra Divina

Saraswathi

Desde un punto de vista espiritual, cada principio en la creación es considerado como una inteligencia y entendido también como una deidad. Los antiguos sabios védicos se percataron de que hay un flujo constante de energía que surge de la existencia pura, el trasfondo de todas las cosas creadas, al que describieron como la Palabra Divina. También lo llamaron Saraswathi, la Diosa de la Palabra. Saraswathi significa literalmente el flujo. Cuando el origen de la Palabra es entendido como Dios, lo que sale hacia afuera es una expresión de Dios y por tanto incesantemente con Dios. La Biblia también dice: “En el principio era la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.”

Cuando hablamos, hacemos el papel del Creador. Las ideas continúan llegando desde nuestra subjetividad y como palabras salen en varias direcciones. Así, lo mismo ocurre tanto en el microcosmos como en el macro-cosmos.

En el simbolismo Védico se dice que Saraswathi emergió de Brahma, el Creador e inmediatamente voló hacia la inmensidad. Cuando Brahma vio su belleza, estaba tan enamorado de ella que corrió tras ella y la embarazó. Unidos como marido y mujer, trajeron la creación a la objetividad. El misterio de la creación se explica de manera similar en el Antiguo Testamento: Eva fue sacada del pecho de Adán (traducido erróneamente como una costilla) y entonces la humanidad salió de Adán y Eva.

Éste dice que Saraswathi emerge a través de las cuatro caras de Brahma. Esta es una explicación ilustrada de las cuatro dimensiones de la Palabra. Los tres estados de su emanación están ocultos en la subjetividad; el cuarto estado aparece como objetividad. Sólo una cuarta parte de la creación es visible, tres cuartas partes están en el reino invisible.

El universo manifiesto corresponde a la expresión vocal de una oración y se denomina Vaikhari en sánscrito.

Antes de que digamos la oración, ya está formada en la mente. Se llama Madhyama y corresponde a la forma mental del universo en la mente del Creador.

Pero incluso antes de que la oración sea concebida en la mente, toda la idea existe más allá del habla, en nuestra mente subconsciente y semiconsciente. Esto se denomina Pasyanthi, el estado de la palabra que está con Dios. Ya no está inactiva o estática sino que ha surgido y es dinámica. Ésta también puede ser comparada con la aparición de la Luz a partir de la oscuridad.

El estado anterior a Pasyanthi es Para, “más allá'. Para es el estado de la Existencia pura sin un observador que no puede ser descrita; es la eternidad de la cual la palabra emerge como conciencia.

El flujo de la Palabra viene del estado latente al estado potencial. De ahí pasa al nivel de agruparse y luego a la locución. El segundo estado también se compara con la concepción y el tercero con el crecimiento del embarazo, hasta que finalmente, con el nacimiento, el cuerpo entra en el mundo objetivo. Si entendemos el flujo de las cuatro etapas de la Palabra y meditamos en él, podemos entender un poco de Saraswathi.

El Flujo Sagrado

Saraswathi está conectada con la conciencia oceánica que existe en nuestro centro de la cabeza. En el planeta, este punto más elevado corresponde al lago Manasarovar cerca del Monte Kailash. En la antigüedad, existía el río Saraswathi que fluía de este lago. A lo largo de las orillas de este río sagrado, que desapareció, y que fue considerado puramente mitológico por mucho tiempo, se desarrollaron grandes civilizaciones. Se dice aún hoy sigue fluyendo subterráneamente a través de partes del Valle de Cachemira, Punjab, Rajastán y Gujarat y que volverá a surgir de nuevo en el futuro. Investigaciones recientes e imágenes de satélite sugieren la existencia de este río que se secó.

También hay un lugar en la confluencia de los ríos Ganges y Yamuna, donde se dice que el río Saraswathi se une como un afluente subterráneo. El nombre actual del lugar es Allahabad; antes, se llamaba Prayaga. El Señor Maitreya meditaba allí por mucho tiempo. Las tres corrientes también fluyen en nosotros como Ida, el poder de la materialización, Pingala, la corriente de espiritualización que asciende desde lo físico denso a lo sutil, y Sushumna, la corriente que equilibra a las otras dos. Éste representa, a su vez, a Saraswathi. El Sushumna corre a través del canal central de la columna vertebral, desde la cabeza hasta el centro base. El lugar de unión está en el centro Ajna: cuando las energías se encuentran, la Luz brilla lejos.

Símbolos de Saraswathi

Saraswathi, la Diosa de la Sabiduría, es representada en blanco resplandeciente, el color de la pureza. La energía de Saraswathi es purificante. Meditar sobre el principio de Saraswathi purifica la mente. En el cuerpo podemos visualizar el asiento de Saraswathi en la punta de la lengua, donde surge la palabra. Desde la punta de la lengua hasta la garganta hay muchas inteligencias cósmicas permitiendo el habla que sólo es posible para el ser humano. Para entonar sonidos santos es importante mantener la boca y particularmente la lengua pura y no mantener un habla impura.

Saraswathi es representada con un instrumento de siete cuerdas en una de sus manos. Las escrituras dicen que la diosa sigue tocando ese instrumento eternamente y mantiene así el proceso creacional en armonía. Aquéllos que escuchan el sonido encantador de esta música querrían seguir escuchándolo eternamente. Las siete cuerdas y las siete notas de la escala están asociadas con los siete centros y los siete planos de la creación. Es una práctica milenaria el pronunciar la palabra sagrada OM siete veces, enlazándola con los siete centros. La Palabra que habita en Sahasrara, tiene su aspecto de Luz en el centro Ajna y produce el sonido Anahata en el centro cardiaco, por lo que puede expresarse a través de la garganta. Una música suave y fluida tiene también un efecto curativo sobre las energías vitales.

Sarasvathi no se sienta sobre una flor de loto sino sobre un resplandeciente cisne blanco. 'Cisne' en sánscrito se dice 'hamsa'. Representa el principio de la pulsación, el movimiento centrípeto y centrífugo de la respiración y de la vida. Saraswathi sobre el cisne muestra que la conciencia preside sobre la actividad de la creación. Los cisnes continúan saliendo de ella como los movimientos de la fuerza de la vida y de los pensamientos. Hamsa también significa 'Aham Saha', “Yo soy ESO”. Cada uno de nosotros es una emanación de ESO, el Dios absoluto. El mantra 'Hamsa Siva Soham' nos ayuda a mantener esto en nuestra conciencia.

Mercurio y Júpiter

Mientras Saraswathi es el principio del habla vertiéndose en la creación, Brihaspati, es el principio cósmico de Júpiter, que representa el escuchar. En las Escrituras, el hablar es descrito como el polo femenino o negativo y el escuchar como el polo positivo, no siendo valiosos, estos parámetros. Brihaspati nos permite escuchar la impresión desde círculos superiores y Saraswathi nos permite expresarla en los planos inferiores. Cuando escuchamos el silencio y hablamos conforme a él, expresamos el Plan. Así, los Maestros reciben los impulsos y la Intención Divina se manifiesta a través de ellos. No obstante, muchos de nuestros pensamientos, provienen de la personalidad y nuestras acciones crean los efectos correspondientes que nos atan.

Astrológicamente, Júpiter representa el sonido subjetivo y Mercurio el habla y el sonido exterior. Por tanto se asocia a Mercurio con Saraswathi. Si Mercurio no está bien aspectado en la carta, puede ser manipulador, hipercrítico juzgador, y controversial. Júpiter ayuda a dar la impresión correcta de modo que Mercurio pueda expresarla armoniosamente. Un Mercurio bien aspectado emite buenas palabras y los que hablan expresan sus intenciones internas en un lenguaje magnético y gozoso.

Nos encanta hablar porque el Creador también estaba encantado con ello. Brahma, sin embargo, también se perdió a veces y por tanto fue jalado hacia el mundo por Saraswathi. Entonces, los Kumaras y los Prajapatis se rieron de él. Nosotros también nos perdemos fácilmente en nuestras palabras y nos preguntamos, “¿Qué es lo que realmente quise decir?” A veces no hay ninguna lógica ni coherencia en lo que decimos pero seguimos hablando. Con todo el hablar a veces nos aislamos de lo que queríamos hacer realmente. Entonces el habla es como un río desbordado que causa daño.

La corriente es regulada por presas con el fin de controlar el flujo de modo que pueda ser utilizado para fertilizar los campos. Así nosotros también deberíamos regular bien nuestro discurso y hablar con cuidado. Cuando queremos crecer espiritualmente, es importante usar el poder de Saraswathi correctamente y no hacer daño ni herir a nadie.

Fuentes: K.P. Kumar: Saraswathi – La Palabra / Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual. Ediciónes Dhanishta España (www.edicionesdhanishtha.com)