La Comunidad de Maitreya

Enseñanzas de Sabiduría
Grupos y Servicio
Lord Maitreya
Libro: Enseñanzas del Maitreya el Señor, Vol. 1(inglés) | Vol. 2 (inglés)

Para poder trabajar para un Maestro, se requiere preparación de nuestra parte. Necesitamos un intelecto limpio y ansioso para poder recibir ideas intuitivas de los círculos superiores, y esto requiere preparación. Debemos aprender a tener cuidado de no separarnos con nuestro intelecto, sino de usarlo para unir e incluir. Al ser amigables, cooperativos y fluyendo, podemos recibir energías desde arriba. Mientras más permitamos que las energías que están con nosotros fluyan hacia el medio ambiente, más fluirá hacia nosotros. La práctica de la cooperación es tan importante como la práctica del yoga.

Solo con bondad, cooperación y amor podemos construir una verdadera comunidad. A esta comunidad también se le llama la comunidad de Maitreya, Maitreyi Sangha. El Señor Maitreya, en particular, está trabajando para crear esta comunidad como una hermandad de la humanidad en el planeta. Esta comunidad ayuda a las personas a alcanzar los reinos superiores. La comunidad Maitreya valora la cooperación.

En medio de la humanidad, los miembros de la comunidad buscan a aquéllos que cooperan. Si queremos unirnos a la comunidad Maitreya, debemos aprender a cooperar y aprender a no cooperar en silencio. La no cooperación es una semilla de veneno que nos separa de la vida que nos rodea. Da origen a la duda y a la aversión; conduce a la debilidad y a la separación.

El primer paso para la amabilidad y la cooperación es la comunicación. Ser comunicativo permite un flujo libre de energía en el entorno. La comunicación permite la colaboración y da la experiencia de comunidad. No se trata de comunicar experiencias personales, sino cosas y acontecimientos relacionados con el trabajo o la comunidad. Se trata de no ocultar a los demás la información que conocemos, sino de transmitirla a personas que no saben algo. Donde no hay comunicación, las energías se bloquean y el trabajo no puede suceder. Cuando retenemos información y no la compartimos, es por a la energía de poder que inconscientemente llevamos dentro. Al compartir buena información entre todos los grupos, estamos conectados energéticamente.

El conocimiento es visto como un medio para llegar al corazón y experimentar la comunidad en el corazón, donde las almas se encuentran y se regocijan. La comunidad en el corazón es la base para convertirse en miembro de la comunidad Maitreya. Donde hay corazón, hay compasión. Sentimos en nuestros corazones el dolor, la tristeza y las dificultades de nuestros semejantes. Cualquier calamidad en el planeta: fuegos, tsunamis, terremotos, golpean naturalmente el corazón de un verdadero discípulo, ya que el discipulado cuida el corazón. Tales seres tiernos de corazón pertenecen a la comunidad de Maitreya.

Los miembros de la comunidad tienden a curar cualquier percance en el planeta. Son verdaderos sirvientes, y oran principalmente por el bienestar de las personas y por el restablecimiento del orden en condiciones perturbadas. Son sanadores magnéticos móviles repartidos por todo el planeta. El término “sirviente mundial” realmente se aplica a ellos. Estos miembros de la comunidad son muy queridos por el Señor Maitreya.

El alma está en comunidad y comunión mientras que la personalidad trata de construir sus propios muros. Nos unimos con el alma en los demás. Nos unimos en las almas y así vencemos a las personalidades. Primero, nos vemos a nosotros mismos y la Luz dentro de nosotros. Entonces, vemos la Luz en los demás, y más tarde tratamos de ver la Luz en todos los demás. Cuando finalmente vemos sólo la Luz, no hay otras. YO SOY ESO como los otros, de hecho no hay 'otros'. Es un alma trabajando a través de muchas, una fuerza vital trabajando a través de muchas formas.

Dependiendo de nuestro esfuerzo, encontramos la realidad de nuestra propia alma. Cuando estamos en la Luz del YO SOY, encontrarnos como corazones, como almas, se vuelve más fácil o incluso sin esfuerzo. Por tanto, los ojos sonríen, el corazón se abre y se produce la comunión como almas. La comunión en la conciencia libera a las personas del capullo de la vida individual. Experimentar la comunión es lo que hacemos en la vida en grupo. La vida en grupo requiere despojarse de las personalidades individuales y unirse con la conciencia única que opera a través de muchas. El experimento de la vida en grupo ha llevado posteriormente al desarrollo de los participantes, tanto en Oriente como en Occidente. La vida en grupo parece liberar a la persona de su estilo condicionado de vida individualista.

La familia es un grupo natural y la vida familiar es un buen campo de entrenamiento en muchos aspectos. Nos permite aprender a transigir, aceptar los puntos de vista de los demás y anteponerlos a los nuestros. Cuando entramos en un grupo más grande, no sabemos cómo comportarnos y nos comprometemos al principio si no lo hemos aprendido en la vida familiar. En el microcosmos familiar, podemos recibir capacitación sobre cómo debemos comportarnos como un miembro del grupo.

Por tanto, necesitamos fortalecer nuevamente la tradición de la familia e introducir buenas tradiciones en la familia. Si es posible, debemos hacer nuestra meditación dentro de la familia. También es recomendable realizar nuestras actividades de servicio externo dentro de la familia. La semilla correcta se planta en los niños cuando realizan servicio en la sociedad junto con sus padres. Las familias que conviven en comunidad pacífica generan vibraciones positivas dinámicas que contribuyen significativamente a la paz en el medio ambiente. Es por eso que los Maestros promueven vivir en la comunidad que incluye a todas las criaturas, como el reino animal, el reino vegetal, etc.

Cuando queremos unirnos a la comunidad de Maitreya, pensamos en la comunidad y en el trabajo que realiza. Demostramos nuestro amor por nuestros semejantes a través de nuestro servicio, aunque sea a pequeña escala. Durante muchos siglos, los miembros de la comunidad se han dedicado a esta noble labor. Hoy, el Señor Maitreya imparte el conocimiento de la vida comunitaria mediante la formación de grupos espirituales que viven juntos y sirven a la sociedad en su conjunto.

En la época del Señor Krishna, existían comunidades armoniosas llamadas Brindavans. Brindavan significa grupos que se gobiernan y se protegen a sí mismos. El gran iniciado Pitágoras concibió las comunidades pitagóricas de una manera similar. Este noble concepto de comunidades autónomas existía en varios países. En Israel, las comunidades llamadas kibutz se desarrollaron para hacer avanzar al país rápidamente. La conciencia de grupo proviene básicamente de la construcción de familias y comunidades donde las familias viven juntas. Es importante que estas comunidades sean voluntarias. Nadie quiere ser gobernado o dominado por otros.

Hay muchas opiniones divergentes en la mayoría de los grupos. Cuando nos enfocamos en las diferencias, tendemos a divergir. Todas las distinciones, diferencias, demarcaciones y discriminaciones pertenecen al campo de la personalidad. Pero el alma está más allá de todas estas áreas.

Dondequiera que se busca la síntesis, también hay un esfuerzo por neutralizar la síntesis. Si bien muchas personas luchan por la unidad, también sucede lo contrario y hay resistencia a los esfuerzos hacia la unidad. Lo vemos a nivel global. Algunos se regocijan en el conflicto en curso, otros se regocijan en la armonía. Culmina en cada lado. La lucha tiene que terminar en alguna parte. Culmina a través de una alineación superior que ocurre de maneras sutiles.

Mientras que en el nivel mundano hay esfuerzos para dividir, separar y promover el conflicto, en el mundo sutil están ocurriendo grandes alineamientos. Vivimos en un momento en el que el tiempo ofrece la iniciación humana y la iniciación solar y podemos elevarnos al reino y a la luz del alma. Dependiendo de nuestra conciencia, podemos dedicarnos a tales esfuerzos sublimes.

La comunidad de Maitreya es una comunidad de bondad. Los miembros de la comunidad no albergan enemistad contra nadie en el mundo. Aquellos que trabajan en contra de la comunidad son considerados colaboradores indirectos por la comunidad. A través de su oposición, aceleran y manifiestan la obra. También mantienen la presencia de la comunidad a través de su parte en la oposición. Puesto que la Presencia es divina, los oponentes tocados por lo divino producen la transformación necesaria en sí mismos. Este proceso es sutil pero visible.

Podemos conectarnos e identificarnos con una parte de nuestro ser con lo sutil, lo supramundano, mientras que al mismo tiempo vivimos en lo denso. Es una vista de dos canales. Los miembros de la comunidad de Maitreya no dejan de lado lo mundano, sino que viven la vida mundana y la supramundana simultáneamente. Forman un canal para hacer descender los planos superiores.

Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Enseñanzas del Señor Vol. 1 + 2; notas de diversos seminaries; Dhanishta Publications, Visakhapatnam, India. (www.aquariusbookhouse.com).