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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

La Madre

Padre y Madre

La Madre

Las escrituras dicen que en el principio era sólo oscuridad. Aquí la oscuridad significa que sobrepasa nuestro entendimiento y que no podemos ver lo que está más allá. No es definible, es impensable, indescriptible, sin nombre ni forma. En un intento de nombrarla, sin embargo, los Vedas hablan de TAT, ESO. ESO no es El ni Ella, y, no obstante, es potencialmente ambos. También se llama existencia absoluta, el Dios inefable.

Cuando la primera manifestación ocurre fuera de la aparente nada, ESO también se manifiesta como el Dios hombre-hembra, como Padre y Madre. Lo indecible es la base de ambos. El trasfondo es el Padre, o que emerge es la Madre. A él se lo entiende como la existencia, ella es comprendida como la conciencia.

La conciencia emergente, la Madre, es una representación o un símbolo de la presencia del Uno, el Padre. Por tanto, Padre/Madre se nos aparece como la Madre porque el Padre no tiene apariencia. La forma o el soporte es la Madre; el contenido de la forma es el Padre. La actividad de cada forma es una vez más la Madre. Él se une a ella con el fin de crear el mundo fenoménico, el mundo material. El sonido y la luz son diferentes etapas de la primera expresión de la Madre, y se adoran como cualidades de la Madre del Mundo. Todos los siete planos de la creación son tejidos como reflejos de la luz primordial. La astrología nos enseña que el sol en el horóscopo representa el Padre y la Luna, el principio de la reflexión, la Madre.

Padre y Madre son también considerados como mente y materia. En las escrituras del Oriente se llaman Shiva y Shakti. Toda la creación es su juego. Shakti es doble: es la materia así como el fuego que anima la materia. Ambos juntos se consideran como Shakti. En la comprensión teosófica se considera a la Trinidad; al hacer esto, la materia y el aspecto fuego se consideran por separado y se toma la parte de fuego como el Hijo. El fuego que brota de la fuente, al que llamamos el Dios inefable, realiza toda esta creación y una vez más se convierte en Padre/Madre. Este símbolo es utilizado por la Sociedad Teosófica como la serpiente enroscada.

Así, los tres Logoi surgen del Padre/Madre. Les llamamos el primer rayo, el segundo rayo y el tercer rayo; Padre, Hijo y Madre; Shiva, Vishnu y Brahma. Los tres juntos se llaman Mahadeva, el origen de los tres, y también están personificados en el Señor Dattatreya. El poder conjunto de la Trinidad es Sri - la Madre de la Voluntad, el Amor de Madre y la Madre de Luz. Parvathi o Durga es la Madre de Voluntad y Poder, Lakshmi es Amor y Gloria, Sarasvati es la Madre de Luz y Sabiduría.

De la Madre, la conciencia pura, la triple naturaleza - voluntad, amor, actividad - emerge y de esto se desarrolla la creación quíntuple - los cinco elementos. Ella es la novena y lo Absoluto es el décimo.

La Luz Primordial

La materia sutil es también conocida en las escrituras como materia raíz, sustancia primordial o Mula Prakriti. Ella es la Madre del Mundo, la luz primordial. El color de la madre es blanco puro radiante y azul en su profundidad. En los Vedas, esta luz primordial es llamada Gayatri, Savitri y también Aditi. Aditi es el fuego cósmico que despierta el espacio infinito a la actividad y saca a relucir los millones de sistemas solares, los planetas y los átomos. Todas las unidades comienzan a desarrollarse en sus conciencias. En el camino de la evolución, se hacen cada vez más conscientes. Aditi significa lo opuesto de Diti, oscuridad. Aditi es la Reina del Día, la Madre de los Dioses, los Devas. Los Devas se llaman Adityas, hijos de Aditi. Aditi da a luz a las águilas, las energías crecientes. Diti es la Madre de la Noche y de las serpientes; ella da lugar a las energías que fluyen hacia abajo. Estas dos mujeres son representadas simbólicamente como Cáncer y Capricornio. Cáncer es Diti, Capricornio es Aditi. La luz trata de expandirse; la oscuridad trata de contraerse. Por expansión y contracción, ocurre la vibración. Ambos existen desde el principio.

Cuando la Madre emerge, ella crece y se expande hasta el desarrollo completo. Entonces se retira otra vez y se funde con el origen. Como principio del desarrollo, la Madre aparece sentada en un loto y sostiene lotos en sus manos. Los lotos sutiles en nuestros cuerpos también están unidos por la luz de la Madre a la que llamamos Sri.

Mediante el desarrollo de la creación, el principio de la Madre desciende a todos los planos de la creación, hasta el más denso plano material. Ella forma la actividad de creación, permeado por la conciencia, de la que el Padre es la base. En la India, hay un símbolo en el que la Madre baila de pie sobre el Señor Shiva durmiente. En el estado más denso, la mente está durmiendo en la materia. En el estado más sublime la materia es absorbida en la mente y la Madre está en el Padre. Esta es la etapa del alma universal o la luz universal. Es nuestra séptima existencia desde donde nacen los Hijos de Dios.

Cuando la Madre del Mundo nos da su gracia, ella puede permitir que la luz de este plano fluya a través de todos nuestros centros. Esto se llama también lluvia espiritual. Cuando nos adherimos con pureza a nuestra aspiración espiritual, ella, frecuentemente, no tiene en cuenta nuestras limitaciones y nos eleva a través de su gracia fuera de los velos de la ilusión. La Gracia fluye a través de los ojos de la Madre. Se dice que el amor de la Madre transmite a través de sus ojos la mirada del Padre. Cuando miramos a la gente con este amor, el espíritu ve a través y transforma.

La Madre nos ofrece muchos regalos de amor puro. Mientras no entendamos sus dones, nos parece que la naturaleza es cruel. Sin embargo, no hay crueldad en ella sino que nos proporciona alimento, protección y oportunidades de desarrollo.

El Trabajo de la Madre

Un gran intelectual vino a Ramakrishna Paramahamsa y le dijo en detalle lo que era bueno y correcto en el mundo, y lo que era malo y estaba mal, y cómo corregir las cosas. Entonces él le preguntó al maestro, “¿Qué opinas sobre el mundo?” El Maestro dijo, “No sé, no veo todo lo que tú ves. Yo veo la obra de la Madre. La Madre juega con su naturaleza de varias maneras a través de distintos seres. ¿Qué pueden hacer las pobres almas? Todas las criaturas vinieron a través de la Naturaleza; por tanto, no pueden superar a la Naturaleza. Sólo por la gracia de la Madre pueden ser elevadas. Para mí, todos son mis hermanos, porque yo también soy un hijo de la Naturaleza. Veo que todos ellos juegan conforme al juego de la Naturaleza”. Entonces el sabio dijo: “Para ti todo es la Madre porque eres un devoto de la Madre, así que todo lo ves como el trabajo de la Madre.” El maestro respondió: “Tal vez veo lo que tengo dentro de mí, como dices. ¿Eso significa que tú puedes ver lo que tienes dentro de ti?” Todo el mundo ve en el exterior lo que tiene en sí mismo.

Durante la época de Krishna, un gran Maestro de Sabiduría, Sanat Sujata, que, en conciencia, es un hermano más joven de Sanat Kumara, quería ayudar a los Pandavas, los Hijos de la Luz, en sus crisis, cuyo origen fue el rey ciego y sus hijos. Como la crisis se acercaba el clímax, se fue a los Himalayas para recibir la bendición y las instrucciones de la Madre, que vive allí en la forma de una mujer joven, Sailaputri, con un león. De repente, oyó el rugido del León y la Madre se le apareció. Ella lo bendijo, y él le preguntó: “Madre, ¿cuándo terminará el reinado de este rey ciego, cuándo finalmente se irá este tonto?” Ella sonrió. Cuando se le preguntó por qué ella sonreía, ella dijo, “Tonto o sabio, todos son mis hijos. ¿Por qué estás enojado con alguien que no tiene tanto conocimiento como tú? Este rey es ciego, incluso en su pensamiento. ¿No te conmueve su ceguera? ¡Ayúdale! Está previsto que él se convertirá en tu primer estudiante en el tiempo venidero; tú le enseñarás sabiduría y le darás el conocimiento de cómo alcanzar la inmortalidad. Debes tener ecuanimidad si deseas trabajar con el Plan. No obstante, por mucho que crezcas en gran sabiduría, desde mi punto de vista, siempre permanecerás niño, porque también caes en la ilusión.” La dimensión de la Madre del Mundo es tan inmensamente grande y compasiva que no excluye nada ni a nadie porque toda la creación ha salido de ella.

Es muy difícil de superar la ilusión de la Madre o de la materia. Es por eso que se llama la Madre impenetrable que astrológicamente rige a Libra. En el Oriente, se le llama Durga. Al contemplar en la energía de la Madre y le pedimos que nos eleve de la ilusión, ella nos ayudará. Incluso el creador, los tres Logoi y grandes Maestros han caído en la ilusión. ¿Cómo está ésta entonces con nosotros? Pero la adoración de la Madre ayuda a cruzar la ilusión.

La madre da a su presencia por una fragancia natural que forma una capa protectora sutil que nos rodea. Mientras no hayamos obtenido esta fragancia natural, se nos recomienda utilizar sándalo, NO otras fragancias. Los humildes hindúes usan polvo de sándalo en la frente o usan un pedazo de sándalo en sus bolsillos para asegurar que la energía protectora de la madre les rodee y no les ataquen las fuerzas del mal. Especialmente a las mujeres, que son más fácilmente atacadas por las fuerzas negativas, se les recomienda tener polvo de sándalo o palos de sándalo con ellas. La fragancia del sándalo es una puerta de entrada a través de la cual la Madre puede acercarse a nosotros y rodearnos. El rojo coral es un color muy protector; es tan protector como el primer rayo. Por esta razón, los hindúes adoran a la Madre con azafrán en polvo mezclado con cúrcuma, que tiene este color, y adornan los ídolos de la Madre con flores rojo coral.

Fuentes: K. Parvathi Kumar: Hércules / Notas de seminarios. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)