Trabajando con Colores: Blanco

Enseñanzas de Sabiduría
Trabajando con Colores

La creación entera es obra de luz y sonido. Todo lo que vemos es sólo una representación simbólica de la conciencia. Si nos damos cuenta de esto, estaremos más y más en contacto con la conciencia y no tanto con las formas. Algunas formas son más atractivas que otras: las montañas cubiertas de nieve, una flor de loto blanco, una paloma blanca o un caballo blanco. Todo lo blanco es atractivo porque el alma residente es de un color blanco resplandeciente. Instintivamente nos sentimos atraídos por estas formas porque en ellas la conciencia es más abundante. También nos sentimos profundamente atraídos por ciertas personas.

Contemplar en una forma blanca como un loto blanco o los brillantes ojos de un iniciado nos ayuda a desarrollar la conciencia. El propósito de cantar el Gayatri es también visualizar la luz tan brillante como sea posible. Con el Gayatri podemos, por ejemplo, visualizamos como un rayo de luz blanca desciende a nosotros. Toca una flor de loto en el centro de nuestro entrecejo que lentamente se abre como un capullo, y el loto brilla en luz blanca.

La luz del alma se ha puesto ropajes de color y forma. La luz es la verdadera apariencia; el color y la forma son velos que ocultan el estado original. El color blanco resplandeciente en el que meditamos es la luz de la conciencia. La conciencia pura sin pensamientos es la luz blanca pura que es lo que somos en nuestra esencia. Esta luz pura ha surgido de una fuente llamada existencia. Por tanto, Dios también es llamado existencia pura. De la existencia surge la luz, de la luz surge el pensamiento, y del pensamiento surge la acción. La luz blanca es la base de todos los colores y formas. Según la Biblia, Dios dijo en el principio de la creación, «Que exista la luz».

Mientras la luz radiante permanece sin expresarse, es ilimitada. Una vez que se expresa, es limitada como forma, color, vibración, sonido, etc. Esta limitación es una limitación fundamental para la creación. La invisible luz primordial se expresa a través del Sol como una esfera de luz. La luz en sí misma no tiene forma y está más allá de color pero se expresa como blanco y luego como otros siete colores.

La creación misma emerge de esta luz primordial. En los Vedas también se llama Aditi o la luz blanca. Es la base para todas las subsecuentes manifestaciones o apariciones. Esta luz diamante de la Madre del Mundo se refiere a la existencia causal. Se relaciona con nuestro cuerpo causal, el cuerpo de diamante, que está conectado a la Quinta iniciación. En Sri Suktam, esta luz se llama 'Hiranya Suvarna'. El primer himno de Sri Suktam pide el fuego que los cuerpos sutil y causal pueden manifestarse en nosotros. El cuerpo causal es el vehículo de la luz del alma. En sánscrito, este cuerpo se llama el 'Karana Sarira“. También se llama el Templo de Salomón o la radiante túnica blanca, a que se refiere el Maestro Jesús. Hay tantos nombres para una misma cosa. Tenemos que elevarnos al nivel donde la sabiduría se entienda y no traer las enseñanzas hasta el nivel de nuestra comprensión.

Al igual que todos los colores salen de la luz blanca y encuentran su síntesis en ella, nosotros también tenemos que elevarnos hasta el alma donde está la síntesis de la luz blanca. Cada personalidad es como un prisma que produce la refracción del rayo blanco. Dependiendo del tipo de personalidad se diferencian las variaciones de color. La materia densa hace que el color aparezca oscuro. Una personalidad egoísta sólo brilla débilmente. Con una personalidad luminosa no somos tan centrados en nosotros mismos. Al refinar nuestra personalidad y orientarla hacia el alma, el rayo brilla a través del cuerpo sin obstáculos, y podemos desplegar nuestro potencial.

Si el karma de la personalidad se neutraliza, el alma puede alcanzar la súper alma y permanecer conectada a la luz. El iniciado se convierte en la luz. Él sabe cómo esta luz puede trabajar a través de su cuerpo sin ser distorsionada por el prisma de la personalidad. Su personalidad brilla como la luz blanca y el iniciado da el toque del alma a través de ella. A la personalidad transparente por tanto también se la llama la túnica blanca, o el dragón blanco. Ésta ayuda a restaurar el Plan Divino en la tierra. El impacto del manto blanca sobre los seres humanos es muy grande. Magnetiza y eleva; permite la enseñanza eléctrica y la sanación. Un día el iniciado también se despoja de la túnica blanca para ser uno con lo Divino.

Realmente el blanco no es un color sino la síntesis de todos los colores. Dependiendo de la densidad de la materia, el blanco aparece como un color diferente. Lo que llamamos azul no es más que un blanco profundo. Aquí la materia está en su estado más refinado. Cada uno de estos dos colores, tomados por separado, denota una respuesta objetiva al sentido humano del color. Lo que llamamos color no es sino los efectos del color sobre el plano mental. Esotéricamente, el violeta es blanco y el blanco es violeta. Venus representa todos los tres tonos de luz. Venus pertenece a esos grupos de Devas que 'roban luz de los cielos para la tierra'. Venus posee la vibración de todos los colores y por tanto su calidad de color es blanca como la leche. Nuestro sentido del color es diferente de nuestra sensibilidad a la luz. El sentido del color está regido por Venus, mientras que la sensibilidad a la luz está regida por el Sol.

La radiante luz blanca, que está más allá de nuestro sentido de la vista, se entiende también como oscuridad. Por esta razón, Shiva se describe en las escrituras como blanca como la leche y otras veces como oscuridad. Si tratamos de entender a Shiva, es oscuridad. Para él mismo, sin embargo, Shiva es blanco como la leche. Las representaciones de Shiva y de otras deidades masculinas como Krishna visualizarlas como azules. Los sabios Védicos llaman al mismo Señor como Krishna (negro) Shyam (azul) y Vittala (blanco). También es mitad hombre y mitad mujer lo que significa el aspecto solar-lunar de la luz blanca.

En los reinos más elevados de conciencia, el negro se ve como la luz que envuelve todo lo que es. El color negro no se recomienda generalmente para la contemplación. Sólo se utiliza después que se realizan ciertas iniciaciones muy profundas. Sólo cuando estamos completamente fuera de nuestra mente y de conceptos, se revelan ciertas dimensiones del negro. De lo contrario, podemos deprimirnos cuando se usa el negro, porque puede absorber toda la luz.

La luz blanca aparece en dos tonos, el blanco resplandeciente del sol y el blanco relajante de la luna.

Así, el blanco emerge en forma solar-lunar desde el fondo de la oscuridad. En la representación simbólica de Gayatri con cinco caras visibles, la cara de la derecha representa la resplandeciente luz blanca del Sol y la cara de la izquierda representa la luz de color perla de la luna que también es comparada con la plata. La luz de color perla es beneficiosa no sólo para el cuerpo sino que también calma la mente. La luna llena está particularmente vinculada a esta luz.

El blanco radiante es también el color de Saraswathi, la Diosa de la Palabra y de la Sabiduría. Ella se sienta sobre un cisne blanco resplandeciente. Saraswathi es una manifestación de ESO; lo que es invisible se manifiesta a través del color blanco de siete maneras y en siete planos. Esto está representado por la Vinah de siete cuerdas que Saraswathi tiene en sus manos.

Las explicaciones de las 'Meditaciones Ocultas' describen que podemos ver luz dorada en el corazón, y luz diamante en la cabeza. La cámara superior de la cabeza, donde se encuentra el cerebro, se llama la ‘cueva del oso’ - del oso polar o del oso solar. Es blanco. En la cámara del corazón se encuentra la cueva del león en color dorado. Primero podemos establecer una relación con la luz dorada en el corazón. Entonces vemos un rayo blanco de luz que entra desde arriba en la cueva del corazón, e interiormente nos volvemos al centro Ajna. La luz dorada está más cerca del mundo mundano mientras que la luz de diamante está mucho más lejos de él. El sol de la mañana aparece como dorado porque está próximo al horizonte. Cuanto más sube, más blanco se vuelve. Cuanto más ascendemos, más blanca es la luz. Cuando hemos crecido en luz, veremos que el color de nuestra forma etérica es azul que es un tono del blanco.

Debemos esforzarnos por ver la luz también en el exterior. Cuando cerramos los ojos, visualizamos que estamos en el centro del corazón, rodeados por la luz resplandeciente del cielo ilimitado. Al principio, podemos ver un montón de formas de luz, pero la contemplación de la luz continúa. Poco a poco, van a ocurrir dos cosas: se forma el cuerpo Búdico o el cuerpo de luz. Al mismo tiempo, la divinidad comienza a descender. La luz que está en nuestra cabeza desciende a nuestro centro del corazón. Se la conoce también como el principio del Avatar, el descenso de la divinidad. Esto nos permite experimentar la inmortalidad.

Fuentes: K.P. Kumar: Meditaciones Ocultas / Notas de seminarios. Dr. E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta España (www.edicionesdhanishtha.com)