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  • Sabiduría para la práctica
  • La Sabiduría es conocimiento aplicado
  • La sabiduría se propaga ella misma

Sabiduría para la práctica

La Sabiduría es para la práctica, no para hablar de ella continuamente. Si nos limitamos a hablar de los Maestros, los Rayos y las Jerarquías, tan sólo conseguimos descuidar nuestras obligaciones presentes.

La Sabiduría es conocimiento aplicado

Cuando el conocimiento es aplicado deviene sabiduría. Solemos obtener mucho conocimiento pero tenemos que aplicarlo en nuestra vida diaria para que se transforme en sabiduría. A través de la sabiduría experimentaremos la existencia.

La sabiduría se propaga ella misma

No tenemos que estar deseando difundir la sabiduría sin trabajarla en nosotros mismos. No hemos comprendido bien si pensamos que podemos difundir la sabiduría. La sabiduría sabe como difundirse. Sólo necesita canales.

En Unión con la Voluntad

Nuestra Identidad Original

In Union with the Will La creación surge a partir de la existencia pura. La naturaleza está basada en lo indefinible. AQUELLO se manifiesta como luz, como conciencia universal. Es nuestra identidad original y la conciencia universal existe en nosotros como nuestra conciencia individual. Podemos imaginar un cielo azul oceánico inmenso en el cual estamos como un punto brillante que gobierna una gran masa triangular. El triángulo es una prenda de ropa que cubre y que vela el desnudo absoluto del ser. Su primera expresión se manifiesta en las tres cualidades de Voluntad, Amor y Actividad. Esto se representa simbólicamente por un punto rodeado por un círculo con un triángulo equilátero en su interior. El triángulo se refleja en nuestra conciencia localizada. Cuando la conciencia está trabajando a través de nosotros, decimos: “Mi propia voluntad”, aunque es la Voluntad Una. Hablamos de nuestra mente, aunque hay solamente una mente colectiva, una parte de la cual está trabajando a través de nosotros. Voluntad, Amor, Luz, Mente o Vida son todos recursos comunes que consideramos nuestros. Así se presenta el instinto posesivo y con él comienzan los problemas.

El triángulo de las cualidades se distorsiona por su reflexión en nosotros. La voluntad impersonal se convierte en deseo personal, el amor impersonal se refleja como el amor personal por las personas, los lugares y las cosas, se convierte en emoción y comprensión cargada de emociones. La luz impersonal se refleja como la actividad intelectual al servicio de su egoísmo. El hombre egocéntrico crea su propia red de causas y de efectos que lo circunscribe y lo ata.

Hoy, el libre albedrío es muy malinterpretado. El libre albedrío demostrado hoy, especialmente por los jóvenes, es una expresión inferior de la voluntad, resultado de una carencia de conocimiento que nos engaña. En el nombre del libre albedrío, nos volvemos más y más sensuales y egoístas, más y más esclavos de la mente, los sentidos y el cuerpo.

El libre albedrío es un regalo divino, pero creamos consecuencias y conflictos con la carencia de conocimiento y el uso incorrecto. Utilizamos la voluntad para lograr ventajas y para gobernar a otros. De manera abierta o sutil, el deseo de poder trata de imponer nuestras propias ideas a otros y de hacerlos vivir como deseamos hacerlo nosotros mismos. Muchos intentan hacer el bien y se asombran de que los demás no reaccionen ante ello. Esto es porque hacen algo bueno según su propia definición y conforme al ideal que tienen de lo bueno. La ayuda no solicitada, no obstante, es una forma de agresión y se opone al libre albedrío de los demás.

Afinando el Instrumento

Si pensamos que estamos haciendo lo correcto y lo hacemos de la manera que nos gusta, pero creamos conflictos con esto, no estamos haciendo lo correcto. Hemos entrado entonces, obviamente, por el camino equivocado; con un poco de reflexión, podemos descubrirlo al hacer una revisión. Lo que consideramos bueno tiene que ser sustituido por la buena voluntad eterna. Para ello tenemos que sintonizar nuestra voluntad con la Voluntad Divina que trabaja a través de nosotros, porque la buena voluntad no es más que la Voluntad Divina actuando a través nuestro. Esto es posible cuando nos olvidamos de nuestras propias sugerencias.

¿Pero de dónde sabemos cuál es la Voluntad Divina? ¿Cómo podemos sintonizarnos y trabajar con ella cuando no la conocemos? De igual manera que un músico sólo puede tocar bien en un instrumento bien afinado, la Voluntad y el Plan sólo pueden ser reconocidos y puestos en acción si nuestro instrumento está bien afinado para ello. La afinación del instrumento se hace preparando el centro laríngeo. Tenemos que aprender a reducir la distancia entre lo que hablamos y cómo vivimos.

Entonando sonidos sagrados purificamos la garganta y también nuestro discurso y acción. El mantra OM Nama Sivaya se relaciona con la Voluntad Cósmica y genera la Buena Voluntad en nosotros. Es un mantra de cinco sílabas y su símbolo es la estrella de cinco puntas de color rojo, naranja, o blanco brillante. En el Oriente, este mantra se le da a los niños a la edad de cinco años, antes de comenzar la educación. Ayuda a construir una voluntad positiva, dinámica y eficaz y el niño crece en armonía y en brillantez.

Cantar el mantra de Gayatri también ayuda a despertar la Voluntad y a armonizar nuestra voluntad individual con la Voluntad Cósmica. El significado del mantra es: “Meditamos en el Señor Cósmico (de Luz), de modo que esa Luz del Alma nos abrace y despierte nuestras voluntades.” En la Gran Invocación también invocamos a los centros de Luz, Amor y Voluntad. Visualizamos los centros en nosotros. La Voluntad en el centro de la frente debajo de la línea del cabello, el Amor sobre el ojo derecho y la Luz sobre el ojo izquierdo. En el Gayatri podemos visualizar la sílaba bhur sobre el ojo izquierdo, bhuvah sobre el ojo derecho y suvaha debajo de la línea del cabello. A través de estos centros la energía divina desciende a nosotros y alcanza el centro de la garganta, el centro relacionado con la humanidad. Es el mundo en el que vivimos y en el que debemos expresar la buena voluntad.

Buena Voluntad

La buena voluntad no es sólo lo que fue definido por Alicia Bailey en el siglo 20, es la base de toda la creación. Muchos discípulos de la buena voluntad hablan sobre ella en una terminología tan amedrentante que tenemos la sensación de que algo ha ido mal. Encontramos conceptos y posiciones mentales, pero no humanidad. Dondequiera que algo se haga con buena voluntad, podemos participar, porque hay una organización de buena voluntad en todo el planeta bajo miles de nombres. No debemos quedarnos pegados a organizaciones y a nombres.

La Buena Voluntad significa pensar en el bienestar de otros, sin motivos personales. Requiere saber lo que está ocurriendo en el planeta y no sólo estar ocupado con la pequeña vida propia. El trabajo de buena voluntad exige paciencia, perseverancia y el valor de expresar la buena voluntad en la vida diaria; esto debe hacerse de corazón y no como un trabajo por horas.

A veces se nos ocurren ideas de buena voluntad. No pensamos en ellas por nosotros mismos, sino que los pensamientos vienen a nosotros. Muchos, sin embargo, pasan de largo. No los tomamos y no los llevamos a la práctica. Esto no funciona sin esfuerzo; no conseguimos ningún resultado sin una intención. Debemos intentar poner inmediatamente en práctica los pensamientos de la buena voluntad, sin hablar de ellos. La voluntad sigue siendo fuerte si no hablamos de ello. Una voluntad débil se dispersa en muchos deseos. Cuando dirigimos la voluntad al objetivo, ésta se enfoca como la luz del sol a través de un lente y crea una aspiración ardiente.

Fuerte, Firme y Perseverante

Hacia fuera, la voluntad debe ser muy suave y amorosa, pero fuerte, firme y perseverante internamente. Debemos perseverar en las decisiones una vez tomadas y confiar en lo que el alma nos propone, incluso si hay reveses y crisis. No debemos dirigir, sino dejarnos dirigir por la Voluntad. Cuando comenzamos a trabajar con esta voluntad, vendrá gente que esté de acuerdo con la Voluntad y cooperará y recibiremos también ayuda de círculos superiores. Si quisiéramos que otros cooperen con nosotros, la mejor manera de ganar su cooperación es apoyarlos antes de que esperemos contar con su ayuda.

La voluntad de hacer no es suficiente por sí misma, también tenemos que saber cómo hacer algo. Esto se llama conocimiento y Jnana en los viejos libros y Amor-Sabiduría en las escrituras del Maestro Djwhal Khul. Con la ayuda de este conocimiento, la Voluntad dirige la actividad a la acción apropiada.

Las actividades deben hacerse de manera impersonal. Si tenemos la sensación de que pertenecen a nosotros o a nuestro grupo, esto tendrá consecuencias. Si pensamos que somos nosotros los que estamos haciendo las buenas acciones y que sin nosotros los Maestros no podrían hacer cosa alguna, la energía se detiene y busca otro canal para fluir. Tenemos que aprender a ser humildes hacia lo que recibimos y lo que damos. Para ésto nos tornamos hacia dentro por medio de la meditación y la oración, para sintonizar nuestra voluntad con la Voluntad del Uno. Entonces podemos salir al exterior, a cumplir nuestros deberes en armonía con ella.

Fuentes utilizadas: K. P. Kumar: La Cruz de Acuario / Mantram: Su Trascendencio y Práctica / Notas de seminarios. The World Teacher Trust - Dhanishta, Barcelona, España.