por el Dr. Ekkirala Krishnamacharya Vista Previa de los Libros - General
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Encontramos a mucha gente discutiendo sus propios rayos. “El Rayo de mi alma es el Segundo Rayo, mi Rayo mental es el Tercer Rayo y mi Rayo físico es el Primer Rayo”: una combinación horrible. Pero todavía hay peleas y peleas porque la combinación es horrible. Pero cuando ha dominado toda la sabiduría de los Rayos, de todos los volúmenes de Alice A. Bailey, todavía se encuentra en un estado miserable al tratar de conocer sus propios Rayos que son egocéntricos. La verdad es cómo ayuda, a qué Rayo pertenecemos. Si pertenezco a un Segundo Rayo en el nivel del alma, o al Primer Rayo en el nivel del alma, ¿qué diferencia hay? Supongamos que lo conozco correctamente, o supongo que lo conozco de forma errónea, ¿Cuál es la diferencia?

Lo que realmente nos ayuda es el trabajo que hacemos para los demás. Hasta que nuestra mente se olvide de nosotros mismos, hasta que comencemos a hacer algo útil para los demás y nos absorbamos en el trabajo que hacemos, tengan seguridad que nosucede una evolución espiritual en nosotros. Esa es la desventaja de un compañero humano. En los minerales, plantas y animales, tienen la ventaja de tener una evolución natural sin tener su propio esfuerzo. Un animal no es responsable de su mejoramiento. Se lleva a cabo automáticamente. Por ejemplo, si un perro está con un maestro humano, si el perro comienza a servir a un compañero humano y comienza a experimentar la presencia física continua de un ser humano, y cuando es capaz de reconocer a su propio maestro, diferente de los demás, y Cuando es capaz de regresar a la casa del maestro después de salir, todo el proceso ayuda a su mejora y su avance en la evolución. El perro no necesita saber nada sobre la evolución en absoluto. Ya que automáticamente se produce su evolución.

Mientras que después de que alcanzamos el reino humano, se nos entrega en nuestras manos nuestro trozo de tiza y se espera que escribamos nuestro propio futuro en la pizarra. Esa es la crisis peculiar a la que se enfrenta el prójimo en el momento en que entra en el reino humano. Existe el karma individual que tiene que pasar, mientras que las plantas y los animales no tienen karma propio en absoluto. La evolución de los minerales, plantas y animales es parte del karma planetario de esta tierra. Pero la evolución de un individuo deja parte de la evolución para sí mismo, de modo que crea su propio karma bueno o malo y, una vez más, tiene que limpiar su propio karma y cooperar con el plan planetario de esta tierra. Entonces sólo se produce su evolución posterior. Hasta entonces, el compañero humano está donde está, a veces durante diez renacimientos o cientos de renacimientos o miles de renacimientos. Su evolución nunca es mejor a menos que él la tome en sus manos.

Este es el juego de la naturaleza porque la naturaleza quiere que el ser humano sea un creador en el trasfondo del Creador. Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Entonces, somos hechos creadores y nos dejan en esta tierra. Entonces, a cada momento, creamos nuestro propio futuro. Aunque el plan planetario nunca cambia, nuestro plan local toma un camino en zigzag si no nos sintonizamos con el trabajo planetario.

Por ejemplo, cuando un barco viaja de norte a sur, un compañero puede correr en dirección opuesta en la cubierta del barco de sur a norte. Entonces, somos creadores de nuestro propio futuro individual dentro de nuestros propios límites. Y a menos que entendamos este plan y hagamos una cooperación voluntaria con la actividad planetaria, nuestra evolución adicional se suspende. La evolución en los tres planos inferiores tiene lugar automáticamente. La construcción del vehículo humano en el plano físico tiene lugar automáticamente. Del mismo modo, la actividad del plano etérico y los planos mentales tiene lugar automáticamente. Pero la actividad del desarrollo espiritual debe ser propuesta por todos para sí mismos. Cada uno debe construir su propio Antahkarana y crear su propia idea de la luz e iluminar su idea de la luz con la luz de sí mismo. Su idea de la luz con su propia luz, y luego hacer posible una presencia constante de su propia luz al hacer una propuesta constante de luz en su mente, debe leer su vida como un libro en esa luz. Entonces los Siete Rayos lo ayudan a leer su propia luz.

En la etapa anterior, los Siete Rayos lo ayudan a condicionar su comportamiento. Un rayo lo condiciona como la actividad del alma; otro rayo lo condiciona como la actividad de la personalidad; otro Rayo lo condiciona como su comportamiento mental y otro Rayo lo condiciona como el tipo de necesidades de su vehículo físico.

Por ejemplo, el cuerpo físico de algunos compañeros requiere más alimento que el de otros. Algunos cuerpos físicos requieren más líquidos que los sólidos, algunos cuerpos físicos requieren más sólidos que los líquidos y algunos cuerpos físicos requieren una cantidad mínima de alimentos y una actividad mental máxima sin la cual se enferman. Así tenemos la actividad física del individuo que difiere de la actividad física de otro individuo. De tal manera, los Siete Rayos condicionan al prójimo. Este condicionamiento es solo para regularlo y ponerlo en la línea correcta. Este es el propósito y el alcance de la actividad de los Siete Rayos. Los Siete Rayos pueden llamarse los Siete Maestros en el plano Supra Cósmico porque son los Maestros de todos los Maestros. Los Maestros se han convertido en Maestros solo siguiendo el camino de los Siete Rayos.